28/1/10

Abucheos para Thomas Bernhard


En noviembre de 1988, sólo tres meses antes de morir, Thomas Bernhard estrenó su pieza Heldenplatz (Plaza de los Héroes), en la que realizó su última y brutal disección del nacionalismo austriaco. Heldenplatz es el lugar en el que 50 años atrás miles de austriacos se reunieron para vitorear a Hitler, y es el mismo sitio que el protagonista ausente de la obra elige para suicidarse. Al abrir el telón la desgracia ya ocurrió y lo que presenciamos es la anulación del drama, sólo palabras y palabras de duelo por un país que ya no puede disimular su estrepitosa caída. En un juego de espejos y alter-egos, Bernhard hace decir que el protagonista nunca pudo terminar su obra cumbre, que llevaría como título Los signos de la época; y eso es precisamente lo que explica esta forma de teatro: la sustitución del drama por una atmósfera cargada de signos dramáticos.

27/1/10

Acción e inacción teatral

1. Así como la vida es el espacio que existe entre el nacimiento y la muerte, podríamos decir que el teatro es el arte que transcurre entre el surgimiento y la resolución de un conflicto humano. El teatro no tiene antes ni después del conflicto, no existe en él concepto de reposo contemplativo. El teatro sólo surge donde hay un conflicto en movimiento, y desaparece en cuanto el movimiento llega a su fin. Por eso se le ha llamado Arte de la acción, porque representa a hombres en el intento de equilibrar situaciones ficticias que se muestran en estado de “desorden”. 
 
2. Siendo ésta la esencia del teatro, resulta oportuno distinguir las distintas cualidades y formas de acción que se interrelacionan para la consumación del hecho teatral: en primer lugar podemos hablar de acciones físicas y acciones internas o psicológicas que componen el material básico para la creación de tensiones. Las tensiones, por su parte, constituyen el puente fundamental entre público y espectáculo; con la generación de tensiones de mayor o menor intensidad se crea el lazo que sólo se soltará hasta la consumación del asunto en conflicto. 
 
3. Aunque se podría suponer que el tema o discurso ocuparía el primer lugar en el interés del público, en el teatro esta ocurrencia está muy lejos de ser cierta. Como arte de la acción -y no de la reflexión-, el teatro tiene sus bases en una comunicación más reactiva y sensorial, por el simple hecho de que a través de la acción busca estimular al espectador. El propio Aristóteles, al enumerar los seis componentes del teatro, otorga la mayor importancia a la fábula o conflicto central, y sólo el cuarto sitio a la idea o tema, siempre después del personaje y el dialogo.

4. Hablando de conflicto, por tanto, de acción, Eisenstein no escatima en la búsqueda de posibilidades formales para generarlo con cada uno de los elementos de la representación: así, habla de conflicto de planos, de color, de volumen, de iluminación, de ritmo, porque todos ellos se conjugan en la paulatina conformación del nudo dramático. 
 
5. Una vez asumida la importancia de la acción para el teatro, conviene distinguir la diferencia a veces sutil entre acción simple y acción dramática, ya que en ella queda sentenciado su valor como arte. Para John Howard Lawson, la obra teatral es un “sistema de acciones” que provoca cambios menores y mayores en el equilibrio. Desde esa perspectiva, “el clímax de la obra es la máxima alteración posible en el equilibrio”. Apoyándonos en esta definición, podemos considerar que la acción dramática es aquella que necesariamente modifica el equilibrio de la situación y hace crecer el conflicto en dirección a su punto de crisis y de resolución. Entonces, toda escena debe lograr realmente un “cambio en el equilibrio, tanto con relación a escenas previas y venideras como con relación al movimiento dentro de la escena en sí misma. Si la escena no produce tal cambio, la tensión es falsa y por consiguiente falta el elemento de la acción”  . 
 
6. También cabe suponer que una obra no puede ser sólo acción, porque no puede estar en un movimiento continuo hasta el final. Todo movimiento tiene sus ritmos y graduaciones y por eso conviene apuntar algunos comentarios respecto a lo que no es acción: nos referimos concretamente al ser y estar del actor.
 
7. Se ha pretendido que el actor debe expresar permanentemente un torrente de emociones, y que éstas deben traducirse en acciones. Sin embargo, ya decíamos que resulta impensable la acción perpetua del actor entre otras cosas porque desvirtuaría el valor de sus propias acciones. Por esta razón, algunos estudios de antropología teatral encabezados por Eugenio Barba y Nicola Savarese han vuelto los ojos al teatro oriental para indagar en la capacidad expresiva de la inacción. Existe entre los actores japoneses y del resto de Asia una forma de estar en escena que busca la no expresividad. Esta búsqueda, que parece un contrasentido en el actor, tiene por objeto concentrar la tensión en la propia inacción de manera que se convierta en lo que ellos llaman un estado preexpresivo. Para ello se utilizan técnicas corporales extracotidianas; es decir, posiciones en las que el cuerpo no se encuentra en estado de reposo, sino de concentración de la energía en un solo punto. Con ello se logra que, sin realizar movimiento alguno, el actor concentre la tensión y la atención del espectador. Por ejemplo, si el cuerpo inclina su eje hacia un lado, dando la impresión de que en cualquier momento puede caer, acumula un grado de tensión que inmediatamente es percibido por el público. La postura puede ser sutil y sin embargo siempre concentrará la atención, porque todo cuerpo que se encuentra fuera de equilibrio genera tensión en quien lo observa. La relajación del espectador, entonces, está asociada al equilibrio y a los puntos de reposo. 
 
8. A esta técnica de postura extracotidiana se le denomina también recurso del precario equilibrio  porque resulta de una postura de tensión que, sin embargo, nunca se resuelve ni hacia el equilibrio ni hacia la caída irremediable, sino a un estado permanente de expresión dentro de la inacción misma. Los actores japoneses consideran que el secreto del  precario equilibrio está en las caderas, porque de la flexión ligera de las piernas y la tensión de esa parte del cuerpo surge su estar relajado y a la vez tenso. Por eso para distinguir a un buen actor los japoneses se preguntan si tiene o no tiene caderas.
 
9. Recapitulando, el teatro tiene como fundamento a la acción, pero ésta se resuelve de diversas formas. Su evidencia externa o estructural se encuentra en la acción dramática, pero en su construcción interna existe un juego de oposición, casi un recurso perverso y subliminal, que tiene por objeto catapultar la tensión hacia zonas inconscientes de la percepción. En eso radica, en pocas palabras, el mantenimiento del conflicto.

20/1/10

La muerte de la tragedia, de George Steiner

Desde fines del siglo XIX se hablaba de la muerte de la tragedia debido a que ésta era “la forma de arte que exige la intolerable carga de la presencia de Dios” y el proceso de secularización del mundo se planteaba como irreversible. Sin embargo, entrados de lleno al siglo XXI pareciera que la percepción del mundo y sus valores no resulta tan uniforme como haría suponer el racionalismo científico. Tal vez por ello vale la pena recuperar este clásico de Steiner –escrito hace exactamente medio siglo–, y revolver los preceptos aprendidos, no sea que tengamos que atestiguar el futuro y recordar el pasado con una mirada distinta a la que nos acostumbró el materialismo histórico. He aquí un resumen de los 10 capítulos del libro:

17/1/10

La polis



Hay en La Coruña un barrio que presume su blog comunitario, tal vez el primero dedicado exclusivamente a una demarcación vecinal: se trata del Blog del Barrio de los Rosales, creado por un par de vecinos para intercambiar información útil y generar un sentido de comunidad. El barrio tiene menos de 20 años de existencia, pero con este instrumento está consiguiendo una rápida integración.
     Entre las últimas entradas podemos encontrar, por ejemplo, el anuncio de que la empresa Ikea solicita personal para la próxima apertura de su tienda,  que habrá presentaciones de patinaje artístico en la plaza de los deportes de La Coruña, o bien alertas sobre el estado del tiempo.
     Hasta el momento el blog presume casi millón y medio de visitas, pero lo más interesante es que ofrece una estadística de los comentarios, donde podemos ver que los 63 mil comentarios han sido publicados por un total de 3800 usuarios distintos y, todavía más, enlista la cantidad de comentarios por cada usuario. Así nos podemos enterar que Francisco Javier lleva más de mil comentarios publicados y Quique, 678, entre los miles de usuarios perfectamente registrados.
    En su sección de encuestas, un 17 % de vecinos ha decidido ya no comprar en Carrefur desde que dejaron de distribuir bolsas de plástico, contra un 37 % que lo sigue haciendo y un 46 % que está buscando otras alternativas. En otra estadística menos frívola, el 42 % de los vecinos participantes prefieren que las materias troncales de sus hijos se impartan en castellano, contra un 18 % que las preferiría en gallego.
    En la sección de Curiosidades encontramos una foto acompañada de una pregunta: se trata de un pilar de cemento colocado junto a una calle, que los vecinos deben identificar y explicar su utilidad, si la tiene.  La entrada tiene 21 comentarios en los que se establecen las más variadas hipótesis.
     Un buen blog, útil para sus usuarios; ilustrativo, para los extranjeros del barrio.

16/1/10

La moda en París (un argumento)


Apenas una semana atrás Tere y Amanda sobrevivieron milagrosamente a un intenso semestre: el trabajo final había sido preparar los vestidos para un desfile  del que se elegiría a un equipo para representar a la escuela en la Pasarela de la academia Saint Lauren, en París. Tere y Amanda no eran muy buenas amigas, y sus diseños tampoco eran tan afines. Pero por alguna extraña razón decidieron trabajar juntas y hacer una mezcla de las propuestas de cada una en una serie de chamarras y accesorios de invierno.
El tiempo se les vino encima, como siempre en la escuela, y las últimas noches tuvieron que intensificar las dosis de cocaína y de alcohol (las mejores amigas del barrio), de otra manera no hubieran llegado. Pero llegaron. Y el resultado fue que ganaron el viaje a París. Tere y Amanda estaban un poco devastadas por el esfuerzo, pero después del desfile, en el coctel, celebraron de buena gana el premio a su esfuerzo. Amanda acababa de meterse una tacha para dar rienda suelta al reventón, cuando la directora de la escuela, Dorothy Mcgee, se le acercó para citarla al día siguiente a las ocho de la mañana. El trabajo apenas iba a comenzar.     
     La fiesta había terminado relativamente temprano: a las 3 de la mañana, pero ellas, el “equipo”, no podían dejar de platicar sus experiencias de las últimas noches, y lo que se venía por delante. Lo primero: ver quien se ligaba primero a un franchute. Y así las sorprendió la luz del día.

     A las ocho de la mañana Dorothy las recibió en su despacho, donde les leyó casi un interminable listado de reglas de la pasarela de París; eso significaba tres cosas: trabajar, trabajar y trabajar. Para comenzar, tenían que realizar todos los trámites, que iban desde la actualización del pasaporte hasta la obtención de cartas de recomendación y la elaboración de un itinerario de visitas a diversas casas de diseño, algunas por simple bagaje cultural y otras por encargo de la propia escuela. A continuación debían reformular algunos diseños y trabajar más en el concepto de la presentación para terminar con la tarea de buscarse una definición profesional, un sello de identidad.
     La semana pintaba pesada, así que Amanda sugirió encargar una dotación doble de polvo blanco, que sólo consumirían en el taller que habían montado en el garage de Tere. En cuanto llegó el pedido establecieron una administración de los estimulantes, a cargo de Amanda, así como un plan de trabajo para dividir responsabilidades; Tere se encargaría de la parte de conceptos y relaciones públicas; Amanda la supervisión y elaboración de los patrones. Y entre ambas iban a coser.
     Las siguientes seis noches fueron maratónicas, algunas trabajando en solitario, y otras con el apoyo de compañeras que hacían labores de asistencia. Resultaba curioso que, habiendo escogido precisamente sus diseños, éstos estuviesen cambiando tanto en el transcurso de una sola semana. ¿Estarían perdiendo su naturalidad y ahora se volvían diseños rígidos al servicio de un concepto? Ellas preferían pensar que habían perdido objetividad y que debían dejar que las cosas evolucionaran sin mayor sentido crítico. Sin embargo, durante toda la semana se enfrentaron a un obstáculo que no habían imaginado: la inseguridad. Todo lo cuestionaban. Lo que en un principio parecía una gran idea de síntesis asomaba ahora como una idea trasnochada y artificial. Aún así continuaron trabajando, aunque el cuerpo cada vez les reclamaba más la falta de descanso.
     Por oro lados, las voces externas intervenían cada vez más: la madre de Tere, que quería que prevaleciera el estilo de su hija; las opiniones de algunas amigas, que sugerían que Amanda era la auténtica artista y que Tere sólo tenía dinero y buenos conectes. El caso es que la crisis del “equipo” se hizo presente y varias veces estuvo a punto de hacer naufragar la empresa. Pero sea por interés, por orgullo, o simplemente por no dejarse, ninguna de las dos se bajó del barco y continuaron trabajando.
     La penúltima noche recibieron en el taller la visita de Dorothy, quien aprobó fríamente los diseños y realizó todavía numerosas observaciones. Las últimas 24 horas resultaban claves para llegar a París con buenas cartas credenciales. Así que pusieron manos a la obra y decidieron dar el último jalón (en todos los sentidos). A ese se sumaron muchas manos y muchas narices, lo que obligó a hacer un encargo especial. Aún así, fue una noche memorable, todos trabajando a gran intensidad y con las ideas muy claras.
     En el aeropuerto fueron despedidas por familiares, amigos y compañeros, que les desearon mucha suerte. Apenas ocuparon sus asientos en el avión, cerraron los ojos y se durmieron prácticamente el vuelo entero.
     Pero al bajar del avión un nuevo aliento las empujó a dar una vuelta por ahí. Tere quería reservar energías para la mañana siguiente; les tocaba presentarse en el desfile a las nueve de la mañana. Claro, eran estudiantes –y mexicanas–, así que no podían exigir un mejor horario para presentarse. Aún así, estaban seguras que París y Saint Lauren, la pasarela más multinacional del mundo, harían del siguiente su gran día. Entonces sólo tomarían una copa, cenarían algo rico y se irían a la cama.
     Caminaron un poco por el centro, se metieron a un bar y observaron a la concurrencia. Muy pronto encontraron a un joven llamado Arnaud, con quien trabaron contacto visual. Las dos amigas se guiñaron el ojo por la facilidad con la que la ciudad del amor ratificaba su fama, así que quisieron jugarse a la suerte si alguna de las dos llevaría preferencia con ésta, su primera conquista de París. No llegaron a un acuerdo y decidieron que la cosa fluyera. Para su sorpresa, Arnaud no mostraba claramente una predilección por alguna y ellas no podían descifrar su abierto coqueteo con ambas. Al final de cuentas, viendo que el terreno era propicio, y que estaban en París, las dos compañeras aceptaron meterse al mismo cuarto con Arnaud. Él tenía un poco de hash, que los tres fumaron, y se dedicaron a sacudirse tantas horas de trabajo y de tensión.
     Nadie se acordó de poner el despertador. Cuando Tere abrió los ojos, eran las 8:45. De un salto salió de la cama y le pegó un grito a Amanda, quien todavía tardó unos segundos en reaccionar. A las 8:50 ya habían salido del cuarto, aunque tuvieron que regresar porque habían olvidado algunos accesorios para el desfile. Corrieron hasta la calle y esperaron un taxi, pero cuando llegaron a la pasarela e intentaron entrar por la puerta de participantes, el empleado del registro les dijo que ya era tarde. El desfile estaba comenzando y se había tenido que recorrer la programación para sustituir a las diseñadoras mexicanas que ¡no habían llegado! Amanda rogó que las pusieran en la cola, que aunque fuese al último las dejaran presentar sus diseños, pero el ruego fue inútil; ni siquiera los gritos más agresivos de Tere lograron modificar la situación, de hecho la empeoraron. Terminaron echadas a la calle y, sin más remedio, se sentaron en la banqueta e intentaron llorar, pero estaban tan cansadas que ni siquiera eso pudieron hacer.
     Cuando llegaron al hotel, varias horas después, vieron el recado de Dorothy, desde México. Le habían llamado de la academia Saint Laurent para explicar la descalificación de las alumnas. En consecuencia, Dorothy había llamado a una reunión urgente del Consejo de la escuela, donde se determinó la expulsión de Tere y Amanda. Las dos amigas se preguntaron si debían llamar a México para explicar la situación, pero decidieron posponerlo para después de dormir. Más despejadas tomarían mejores decisiones. Aún así, después de apagar las luces y cerrar las cortinas, tuvieron tiempo de discutir a quién había preferido Arnaud, antes de quedarse completamente dormidas.

11/1/10

El motel de los destinos cruzados (1a parte)


Salimos de la oscuridad,
no, entramos;
afuera está oscuro,
aquí se ve algo en medio del humo.
Huimos de las emboscadas en la oscuridad donde nos habíamos
perdido.
Por suerte,
al final vimos una luz,
una puerta
(Si te sigues mordiendo la mano…)
Aquí ahora hay ruido
¿Cómo haré para hacerme oír?,
no oigo mi voz,
no me sale de la garganta,
no tengo voz…
Como los otros,
también yo tengo el pelo blanco de espanto.
Estamos todos tratando de dar a entender algo a los otros con gestos,
muecas,
todos como monos…
(¡Ese pañuelo no es tuyo, ni la sangre!... )
Trato de recordar qué me sucedió,
qué me trajo aquí
(¿Tú formulaste el enigma?…)
Pero todos nos señalamos,
nos arrebatamos los gestos y desparramamos nuestros pensamientos
como si fueran cuerpos palpables.
Una visión inasible nos condujo hasta aquí por caminos secretos.
Y los hombres emprenden la búsqueda,
pero en la recepción del motel no hay nadie registrado.
Todos los viajes nos devuelven a este lugar…
Al centro de un horizonte vacìo
(¿Comenzamos el juego?…)
El mundo se lee en un lenguaje extraño;
todo está claro.

El Motel de los destinos Cruzados
Con textos e ideas de Calvino, Wenders, Bulgakov, Borges et al.
Puesta en escena de Luis Mario Moncada, protagonizada por Mario Balandra, Diana Lein, Mario Oliver, Fernando Briones, Mauricio Rodríguez, Verónica Rimada, Yuriria del Valle, Christian Vázquez, Avelina Correa y Rodrigo Vázquez.
Escenografía de José Miguel González Casanova; diseño sonoro de Miguel Hernández; asesoría corporal: Pilar Gallegos; vestuario: Katia Lozano; Asesoría vocal: Indira Pensado; asesoría en rapel: Galo Galindo; iluminación: Sergio Villegas; asistencia de dirección: Ximena Sánchez
Foro Sor Juana de la UNAM. México 2005

El motel de los destinos cruzados (2a parte)

Y para finalizar... 

5/1/10

Regalos



Una semana antes fuimos a La Merced y enfrente del mercado encontramos una tienda de productos de importación que, según supimos después, vende a precios risibles mercancía que ha sido confiscada por la aduana del aeropuerto. El mecanismo mediante el cual llegan los productos a la tienda no pudimos averiguarlo, pero cualquiera puede suponer que obedece a una transacción no muy transparente.   En la tienda había gran variedad de latas de conservas, dulces, juguetes, vajillas y electrodomésticos de la más diversa procedencia: mermeladas francesas, maquillajes indoneses, machas chilenas. Entre otras cosas, compramos cuatro cajas de chocolate suizo, una para nosotros y las demás para regalar en el día del maestro que se celebraría cuatro días más tarde. En la casa envolvimos los tres paquetes de chocolate y escribimos en ellos los nombres de cada una de las maestras de nuestro hijo de tal forma que, el día señalado, éste entregó los respectivos regalos que al parecer arrancaron exagerados agradecimientos. El problema se presentó el domingo después de comer cuando se nos antojó probar el famoso chocolate suizo que  habíamos guardado para nosotros. Al sacar la enorme barra de la caja descubrimos que en su base tenía un cultivo de hongos sumamente desarrollado, lo que inmediatamente trajo a nuestra memoria las caras de las maestras de nuestro hijo con quienes, dicho sea de paso, no tenemos la mejor relación del mundo. Lo curioso es que en cuanto descubrimos la razón de los precios tan risibles de la tienda nos pareció natural que algo así le ocurriera a estos productos perecederos que, sin duda, habrían permanecido durante semanas o meses en alguna bodega húmeda. Nos preguntamos entonces qué debíamos hacer y de momento no nos pusimos de acuerdo. La acción más razonable era, desde luego, hablar por teléfono con las maestras y advertirles del problema; sugiriéndoles en todo caso que nos devolvieran los chocolates con la promesa de cambiar sus regalos a la brevedad. Sin embargo, existía la posibilidad de que alguna de las maestras ya hubiese descubierto el cultivo de hongos y lo hubiese comentado con sus otras compañeras, o peor aún, que se hubiesen comido el chocolate sin darse cuenta del peligro, lo que nos pondría, al avisarles, en una situación muy bochornosa. Por otro lado, pensamos, también existía la posibilidad de que el chocolate de las maestras no tuviera hongos y que el asunto pudiera pasar desapercibido. Aunque la posibilidad parecía remota, nos aferramos a esta idea para evitarnos la pena de hablarles y, por su parte, las maestras no nos han dicho nada hasta ahora. ¿Qué nos podrían decir? 

Todo sea por Victoria Abril


Un día, acabando de renunciar a 15 años en la burocracia cultural, recibo una llamada que me hace confiar en lo que se viene: un viejo conocido que no veo hace por lo menos una decada me invita a actuar en una película española: “es un papel pequeño, pero con mucha carnita” –me dice–, “y además compartirás tu escena con Victoria Abril”. Al escuchar el nombre inmediaramente se despierta mi interés, así que tomo nota del lugar y la hora a la que debo presentarme para la audición.
     Al llegar al sitio, donde todos lucen de lo más relajados, descubro que no hay tal audición; el Tano –como llaman al prestigiado director–, me mira unos segundos y afirma: “de puta madre”; ni siquiera es necesario abrir la boca para que me den la fecha del llamado y me despachen de regreso a casa.
Estos españoles sí que van al grano, pienso mientras hojeo el libreto buscando mis líneas; se trata de una sola escena, casi al final del guión, en donde un maestro circunspecto y apocado (o sea, yo), abre la puerta de su departamento y descubre a la madre de uno de sus alumnos –bañada en sangre–, quien le entregará la tarea de su hijo antes de morir a sus pies. Tal vez debiera explicar cómo una madre puede llegar a una situación como ésta, pero básteles saber que se trata de un thriller sobre unas ladronas españolas de poca monta -y brutalmente guapas– que deciden ponerse a las patadas con la mafia tepiteña. Efectivamente, no es gran cosa…, pero es Victoria Abril.
      La noche señalada llego puntual al llamado y me doy cuenta que será difícil integrarme al grupo: no conozco a nadie, es mi único día de rodaje y el equipo de producción lleva demasiado tiempo junto; el muegano ya no admite más hojuelas.
     Aún así, el encuentro con Victoria –mi Victoria– es cordial y curioso; me mira como buscando al personaje detrás de mi cara y de inmediato corroboro lo que ya me han advertido: “es un poco maniática y te va a querer dirigir”. Venga, yo me dejaré llevar, digo con un gesto, y me uno al grupo de asistentes que la rodean mientras ella narra una de sus experiencias fílmicas en Islandia, una historia no demasiado memorable dado que no me acuerdo de ella. Victoria tiene el cuerpo y la energía de una jovencita, aunque hay algo diferente en su rostro, algo de bisturí, supongo, que le estorba un poco y no le hace falta; ¡joder!, es Victoria Abril.
     A la 1.30 de la mañana llega nuestra escena. El director no dirige, o bueno, no hace lo que uno espera de un director; simplemente explica de qué va la situación y agrega alguna referencia más relacionada con la fotografia que con la actuación. Tampoco es que haga falta demasiado para entender, así que la escena sale a la primera. Todo bien, queda como está. Eso me frustra un poco; quiere decir que mi trabajo terminó en un santiamén. Son las dos de la mañana y lo que todos desean es avanzar lo más rápido posible. Además, en ese momento acaba de llegar la otra protagonista, Elena Anaya, quien acapara la atención y hace que mi despedida pase inadvertida.
     Pero la verdadera historia apenas empieza, y aquí va: como no quiero parecer ansioso y sé que están en los momentos cruciales de la filmación, dejo pasar dos semanas antes de preguntar por mi pago, que será en dos partes, uno a través de la ANDA, y el otro directamente de la producción, la parte más jugosa, si cabe la expresión. Para mi mala fortuna he olvidado que faltan muy pocos días para terminar las escenas mexicanas y que la producción viajará a España para terminar el rodaje, así que cuando llamo al único teléfono que me dieron la oficina ya ha sido desmontada y no tengo a quién más recurrir. Me resignaré con la modesta cuota de la ANDA, pero qué importa, me digo, si trabajé con Victoria Abril, una experiencia que algún día le presumiré a mis nietos.
     Un domingo, ocho meses después, estoy paseando por el tianguis cuando inesperadamente descubro un título que conozco: Sólo quiero caminar, protagonizada por Diego Luna, Chema Yazpik y Victoria Abril. Ni idea que la película ya se había estrenado…, y de hecho no, la copia ha llegado a través de los contactos con los piratas españoles, así que por esta vez no me sentiré mal con el gremio por comprar una copia pirata y correré a mi casa para verla.
     Sí, lo confieso, he adelantado el dvd para ver mi escena antes que nada. Ahí está, no es gran cosa, menos de un minuto, pero tampoco está mal; ya puedo regresar al principio para verla completa acompañado de unas buenas palomitas… Pero la película me parece insufrible; ya el guión era un poco incongruente, pero el armado final termina por descomponer cualquier lógica de acciones y de personajes. De no ser por la fotografía y las actuaciones, es una película que bien podrían haber filmado los Almada; pero no estoy decepcionado, tampoco tenía grandes expectativas puestas en ella.
De cualquier forma tengo curiosidad de saber cómo le fue a la película en España, así que me pongo a explorar en internet y me entero que la recepción ha sido gélida; había cierta expectativa dado que se trata de una secuela de Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto, película para algunos de culto, y para otros por lo menos significativa del cine español de los 90s. El caso es que la prensa la ha ninguneado y el público también. En la entrega de los Goya, sin embargo, alcanza dos nominaciones, una para Diego Luna como actor y otra para la fotografía, que como decía es de lo más decente de la película.
     Algunas semanas más tarde, al ver el primer anuncio espectacular en el Viaducto, decido prepararme para la premier en México. Al menos voy a disfrutar el momento –pienso-, y con suerte me toca ver a Victoria una vez más. Sin embargo, al martes siguiente un amigo me felicita por mi actuación y pregunta por qué no fui a la premier, y yo lo único que pienso es que nadie tuvo la delicadeza de avisarme. Entonces sí me da coraje el ninguneo y abro mi perfil en Facebook para teclear frenéticamente: “¡¡¡No me invitaron a la premier de Sólo quiero caminar, pero no me importa porque la película está bien chafa!!!”... Estoy a punto de publicar mi estado, pero me arrepiento de último momento y mejor lo borro. No hace falta, me digo dándome golpecitos en el pecho, lo importante es que conociste a Victoria Abril, quien siempre te ha recordado a tu hermana Kika (mira qué coincidencia con los nombres, ¿no es Victoria la protagonista de aquella cinta de Almodóvar?)
Pero esto no acaba todavía. La semana pasada fue mi suegra al cine; fue con su hermana, a quien convenció diciéndole que iban a ver “mi” película. Al terminar la función le hablan a Katia para decirle que no salgo. ¿Cómo? Que no existe ninguna escena mía con Victoria Abril. Y entonces todo me parece más claro: como la película no funcionó en España (era lenta y confusa) han decidido meterle mano y entre las escenas que se han ido al caño está, por supuesto, la mía; es por eso que no me invitaron a la premier; hubiese sido bochornoso estar ahí y salir con la cabeza entre las patas, después de presumir a medio mundo que tienes una escena con Victoria Abril.
La verdad es que la explicación me ha tranquilizado y, ahora sí, espero que a la película le vaya como le tiene que ir, sin resentimientos; total, ya no tiene que ver conmigo. Lo único que me desconcierta es que a mi suegra no le haya parecido tan mala. Ni hablar, mi historia con Victoria Abril es sólo mía y me la llevaré a la tumba.
     Sin embargo, esa misma madrugada me despierto sudoroso, preguntando: ¿y mi amigo, por qué me felicitó? Estoy realmente desconcertado. ¡Dijo que había ido a la premier y que había visto mi escena! Por mi cabeza pasan toda clase de hipótesis, entre ellas que debe haber algunas copias con la edición española circulando por ahí. De pronto me viene el impulso de ir a los cines y descubrir si hay alguna sala donde yo aparezca. Es absurdo, pero algo que ya estaba totalmente asumido comienza a ser una obsesión. No puedo dormir más. Temprano en la mañana le marco a mi amigo y le pregunto con voz febril dónde fue que me vio, y él, que siempre ha querido codearse con gente importante, reitera que fue a la premier. Yo insisto, desesperado, que eso no puede ser, que yo no estoy en la edición mexicana de la película. Después de presionarlo un poco más, él termina confesando que no fue a la premier, que alguien le prestó la versión pirata y allí fue donde me vio. Respiro. Cuelgo. Todo está claro.
     Lo que tengo en mis manos es el únco testimonio de que esta historia es real. No tengo un contrato ni tengo un crédito en el film, pero tengo una película pirata. He estado tentado a correr al tianguis y comprar copias para todos mis amigos, pero decido que no, que el mundo siga su curso y yo continuaré sin debutar en el cine mexicano. Sin embargo, tengo algo que no cualquiera podría presumir a sus nietos: si creen que fui un actor incidental de una película cualquiera, puedo decir que no, y si no me creen vayan al tianguis y verán que yo soy el actor pirata de Victoria Abril.

Inversión Térmica



Teniendo como marco la profunda crisis social y económica detonada en 1994, la Casa del Teatro anunció a principios del siguiente año el inicio de sus temporadas de Teatro Clandestino, que tenían como objetivo recoger los acontecimientos políticos y sociales de actualidad para iniciar una interlocución escénica de inusitada inmediatez. La convocatoria para la creación de las obras tomaba en cuenta tres aspectos: una escritura rápida que, en un plazo inmediato pudiese subir a escena; un tema todavía vigente en los diarios y en la discusión cotidiana, y una propuesta escénica que se pudiese resolver con la mayor austeridad. Así, en junio del crítico 95 se llevó a cabo el primer ciclo, que inclúia las obras Todos somos Marcos, de Vicente Leñero, Los ejecutivos, de Víctor Hugo Rascón Banda, Méxican dream, de Osvaldo Dragún, y La manta que las cobija, de José Ramón Enríquez.
Inversión térmica fue incluida en el segundo ciclo, iniciado en noviembre del mismo año. El asunto del que echa mano es el de la cifra récord de suicidios en el metro registrada durante 1995, consecuencia evidente de la crisis económica y el incierto futuro para miles de habitantes de la Ciudad de México. Nuestro propósito fue siempre colocarnos en el borde del andén y tratar de imaginar lo que pasa por la cabeza del suicida en el momento mismo que atenta contra su vida. La estructura externa está prestada de la Crónica de una muerte anunciada, cuya premisa es romper la linealidad de la historia para reconstruir la esencia del momento a partir de los rastros y los testimonios. El sonido juega un papel fundamental en esta estructura escénica pues asume la conducción y la progresión emocional de la obra. En última instancia, la pretensión fue redimensionar el minúsculo espacio de la Casa del Teatro y proponer una metáfora sobre la caída de aquellos pájaros sin rumbo que, sin saberlo, nos advierten de la profunda crisis social, económica, moral y ecológica en la que estamos atrapados.

Diccionario Histórico



Luis Mario Moncada

DICCIONARIO HISTORICO DEL TEATRO EN MEXICO 
1900-1950



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4/1/10

Presentación

El Diccionario Histórico del Teatro en México 1900-1950 formaba parte de una investigación realizada entre 1995 y 1997 bajo la denominación de Sistema de Información del Teatro en México (Sitmex), un proyecto auspiciado por el Centro Nacional de las Artes y el CITRU que por diversas circunstancias nunca llegó a concluirse como tal. El origen del proyecto se remonta un poco más atrás cuando el CITRU se dio a la tarea de recopilar y ordenar toda la información desprendida de la actividad teatral del siglo XX con la intención de crear el mayor centro documental del teatro mexicano. Varias fueron las iniciativas y proyectos que intentaron aglutinar la información y ofrecerla en formatos de fácil consulta y organización. Pero me detengo exclusivamente en el Sitmex, que tuve la oportunidad de diseñar conceptualmente, aunque después haya sido en parte responsable de su inconclusión.
       En resumidas cuentas, Sitmex se propuso la elaboración de seis bases de datos: Obras, Cronología, Diccionario, Imágenes, Bibliohemerografía y Documentos, que debían integrarse en una sola red para permitir el mayor cruzamiento posible de información. En aquel entonces (estamos hablando de la mitad de los Noventa, cuando apenas se conocían los primeros Cd Rom´s y términos como hipertexto e interactividad no formaban parte de nuestro vocabulario cotidiano), Sitmex resultaba un proyecto  a la medida del recién inaugurado Centro Nacional de las Artes, que también nacía con la promesa de integrar la formación, la investigación y las nuevas tecnologías en un laboratorio de creación permanente. En ese contexto, el resultado natural de la investigación debía ser un Cd Rom en que el usuario navegaría –a través de ligas e hipertextos– por las seis bases de datos antes enunciadas. Si el usuario buscaba información sobre Rodolfo Usigli, por citar un ejemplo paradigmatico, podía comenzar por la entrada respectiva del Diccionario y derivar a la base de Obras, donde encontraría la ficha técnica de cada uno de sus estrenos. Si en las fichas aparecía el año de realización, este vínculo podría conducirle a la Cronología, donde tendría la oportunidad de analizar el “suceso” en contexto, o bien pasar a la base de Documentos para desplegar alguna reseña periodística sobre, por ejemplo, el estreno de El gesticulador en 1947. Con un poco de suerte podría incluso encontrar una imagen del propio autor o de alguno de sus montajes, y anotar las referencias bibliohemerográficas sobre el tema, todo ello dependiendo del volumen de alimentación de las bases de datos.
      Pero como ocurre en nuestra consabida historia de inauguraciones políticas para obras inacabadas, aquí las computadoras prometidas no llegaron a tiempo y el trabajo de captura y diseño se enfrentó a problemas técnicos inesperados: incompatibilidad de programas, escasez de programadores, interfaces poco amigables, etcétera. Todo ello provocó que un proyecto de suyo complejo y ambicioso se fuese enredando en complicaciones que rebasaban la competencia del equipo de investigación y se convirtiera en un problema institucional imposible de solucionar en aquel momento. A ello hay que sumarle mi intempestiva renuncia al proyecto y al CITRU luego de escuchar un engañoso canto de sirenas (y bueno, era demasiado joven). El resultado fue la generación de miles de registros que no pudieron integrarse en una red de información eficaz; el “sistema” se nos había caído.
      Sin embargo, queda el consuelo de que cuando el trabajo es serio y tiene bases firmes, tarde o temprano sale a la superficie, tal como ha ido ocurriendo con cada una de las unidades de investigación componentes del Sistema. En 2003 se presentó en forma autónoma un derivado de aquella Base de Imágenes del proyecto original, bajo el título Antología visual del teatro en México, recopilada por Leticia Rodríguez y Patricia Ruiz. Por mi parte, tomé como proyectos personales las unidades de Diccionario y Cronología, y apenas en 2007 presenté el volumen Así pasan, Efemérides teatrales 1900-2000, que viene a ser el resultado impreso de lo que antes se pretendió una cronología en formato electrónico. Lo mismo ha ocurrido poco después con la Unidad de Obras, que Antonio Escobar y el CITRU  han editado en CD Rom con un título demasiado vago:  Teatro en México 1900-1990, y más recientemente con la base de Documentos, que Israel Franco ha derivado a lo que hoy conocemos como Reseña histórica del teatro en México 2.0. (en sentido homenaje a la primera Reseña de Olavarría y Ferrari).  
      Ahora toca el turno al Diccionario, un trabajo de investigación prácticamente intacto desde 1997 y que por primera vez decido hacer público, aunque con algunas advertencias; se compone por más de 850 registros sobre personas, agrupaciones, escuelas, instituciones, espacios teatrales, temporadas, temas y términos directamente relacionados con el teatro mexicano de la primera mitad del siglo XX. Podríamos decir que las fichas están terminadas en un 90% y con una primera revisión de estilo. Sin embargo, requieren todavía de una lectura externa y una segunda corrección, así como una eventual ampliación y precisión de datos, tarea del todo imposible para mí. Por esa razón prefiero ofrecerlo para su consulta y, en todo caso, solicitar comentarios y aclaraciones a través de este singular sistema de interlocución.
      Entre los señalamientos pertinentes para orientar la consulta mencionaré que las fechas que aparecen entre paréntesis a lo largo del texto corresponden a los años de estreno o representación de las obras y no a los de publicación o escritura; en los casos en que varios títulos precedan a la fecha querrá decir que todos ellos corresponden  al año indicado. En la relación de obras de cada persona o grupo he omitido mayores datos respecto al director, autor o teatro (salvo algunos casos relevantes) porque en su origen de producto parcial de Sitmex  tanto el título y el año se consideraron datos suficientes para hacer el enlace con el resto de las bases de datos.
      La totalidad de las fichas que aquí se incluyen fueron redactadas y corregidas por mí, salvo algunas colaboraciones especiales de Socorro Merlín en lo relativo al teatro de carpa, y de Alejandra Medellín y Giovanna Recchia(†) en cuanto a escenografía y arquitectura teatral, por lo cual les reitero mi agradecimiento, así como a quienes me acompañaron y auxiliaron como asistentes de investigación: Julio César López Cabrera y Jorge Mora Kuri (†). 
      Hechas las presentaciones de rigor, los invito a pasar y a conocer estas historias fragmentarias de figuras que algún día tuvieron valor y fueron muy aplaudidas, aunque ahora sólo formen parte de este  museo de reliquias ideológicas. (LMM)
  

A





Teatro Arbeu

ABREU GOMEZ, ERMILO

(Mérida, Yuc., 1894 - Cd. de México, 1971)
Escritor y catedrático, su temprana incursión en el teatro hizo de éste un género al que siempre volvió, pese a desarrollar sus obras más importantes en otros ámbitos del arte y la cultura.
A los 24 años estrenó en Mérida su primer obra teatral: En la montaña (1918), y poco tiempo después se trasladó a la Ciudad de México, en donde se consagró a la cátedra y la literatura, tanto en plan de crítico y ensayista como de narrador. Fue maestro de la Normal Superior, de la Universidad Nacional, así como de diversos colegios norteamericanos. Colaboró con algunas publicaciones, entre ellas la revista Contemporáneos y El Nacional. Escribió libros didácticos sobre literatura y ensayos críticos sobre la obra de Alarcón, Quiroga y Sor Juana; también publicó relatos, entre los cuales destacó particularmente Canek, una de las novelas capitales de la narrativa mexicana, traducida a más de diez idiomas y publicada en múltiples ediciones.
Su actividad teatral se desarrolló siempre en forma intermitente; escribió varias obras al llegar a la Ciudad de México de las cuales estrenó pocas. Una de ellas: El cacique (1925) se presentó junto con su primera obra: En la montaña, durante la primera temporada del Grupo de los Siete Autores. Más tarde adaptó la leyenda maya conocida como Xtabay (1926) que fue estrenada por el Teatro Sintético. Luego de un silencio como autor teatral que se prolongó más de 15 años, en los que acasó colaboró como crítico teatral con diversas publicaciones -especialmente con El Espectador-, estrenó en 1942 dos obras infantiles: Pirrimmplín en la luna y Pirrimplín en el circo; poco después se presentaron sus farsas Un juego de escarnio (1943) y Un loro y tres golondrinas (1944), interpretadas ambas por el Proa Grupo de José de Jesús Aceves.
Otras de sus obras teatrales, de las que no se tiene noticia de haber sido estrenadas, son: Máscaras, Muñecos, Viva el rey (publicadas en 1921), Humanidades (publ. en 1923), Romance de reyes, Pasos de comedia (publ. en 1926), Burla burlando (publ. en 1927), De sobremesa, El dominó, El novio de la otra, Lo de siempre, La nariz de los muertos, La revista verde y ¡Jay, jay! (libretos mecanografiados).

ACADEMIA METROPOLITANA
Teatro-Salón ubicado en la calle de Independencia, esquina con José María Marroquí, fue inaugurado en 1908 y funcionó esporádicamente hasta 1919.
Entre los datos que pueden destacarse de dicho recinto sobresale el que alojó a la bailarina Lidya de Rostow durante su primera temporada en México, y lo hizo con tal éxito que sus presentaciones se prolongaron por casi 18 meses entre 1908 y 1909. Por lo demás, cabe citar la descripción del local escrita por Aurelio de los Reyes, según la cual el local "poseía un pequeño pórtico y un vestíbulo, sanitarios, una luneta o patio amplio circundado por unos a manera de palcos, un pequeño escenario con una pantalla y una cantina en el primer piso, sobre el vestíbulo, para vender refrescos, dulces, nieves, y otras golosinas. La sala era un hibridismo entre un teatro de cámara y un gran teatro; era un sitio de uso múltiple, acorde con el término empleado para designarlo: 'salón teatro', pues estaba destinado no tan solo a la exhibición de películas; lo mismo servía para conciertos de música de cámara concurridos por la crème de la crème, que para bailes domingueros a los que no precisamente asistía lo más granado de la sociedad. Servía asimismo para patinar, para recepciones familiares con motivos de bodas o días de santo... más tarde, en el maderismo, atestiguaría asambleas obreras y reuniones de feministas para ayudar a los menesterosos".

ACCION SOCIAL, DIRECCION DE
Dependencia del Departamento del Distrito Federal, durante la primera mitad del siglo tuvo una notoria participación en la promoción del teatro, particularmente entre los sectores populares de la ciudad.
Fue creada en 1929 por el entonces regente José Manuel Puig Casauranc, quien nombró a Amalia González de Castillo Ledón como su primera directora. Durante su gestión se llevaron a cabo numerosas iniciativas en pro del teatro, entre las que se incluyen la creación del Consejo Teatral, el apoyo a las temporadas del grupo de la Comedia Mexicana, la realización de las llamadas "Recreaciones populares", la construcción del Teatro Cívico Alvaro Obregón (después llamado Teatro del Pueblo), así como la realización de espectáculos de carpa para los trabajadores. Durante la década de los 30's y 40's el énfasis de su actividad con respecto al teatro estuvo puesto en la realización de temporadas didácticas de teatro guignol; entre ellas cabe citar el patrocinio al teatro guignol Don Ferruco, con sus campañas antifascistas durante la Segunda Guerra Mundial, y la fundación del Teatro Guignol Sanitario.

ACEVEDO ESCOBEDO, ANTONIO
(Aguascalientes, Ags., 23/01/1909 - Cd. de México, 4/02/1985)
Periodista y crítico literario, fue autor de una sola obra teatral, estrenada por el Teatro Guignol El Nahual, de Roberto Lago.
Desde joven se dedicó al periodismo como colaborador de El Nacional (1934-1985), Revista de Revistas (1932-38) y Letras de México (1946-1953). Fue también jefe de redacción de la revista Universidad de México (1946-53), en colaboración con Miguel N. Lira, y jefe del Departamento de Literatura del INBA entre 1959 y 1970. Publicó cuentos y ensayos, así como numerosos prólogos a obras literarias. Formó parte del Seminario de Cultura Mexicana. Entre sus ensayos más importantes se encuentran Los días de Aguascalientes, Al pie de la letra y Cinco escritores en olvido, ensayo que pronunció en 1970 al ser admitido como miembro de la Academia Mexicana (de la lengua).
Su única obra teatral: Ya viene Gorgonio Esparza (El matón de Aguascalientes), está escrita en versos octosílabos, a manera de corrido, según aseveración de Magaña Esquivel. Fue estrenada en 1941 por Roberto Lago y su grupo, y editada en 1944 como sobretiro del Anuario de la Sociedad Folklórica. Tiempo después fue reestrenada, en esa ocasión por el Teatro Estudiantil Autónomo (TEA), de Xavier Rojas.

ACEVES, JOSE DE JESUS
(Atotonilco, Jal., 1916 - Cd. de México, 28/02/1962)
Director y empresario, fundó el Proa Grupo, de corte experimental, con el cual desarrolló un repertorio de teatro mexicano y extranjero; también introdujo los llamados teatros de bolsillo a partir de la inauguración, en 1949, del teatro del Caracol.
Abandonó sus estudios de medicina en Guadalajara para dedicarse a la dirección de un grupo de teatro de aficionados de esa ciudad. En 1940 se trasladó a la Cd. de México, en donde fundó junto a Roberto Vázquez del Mercado el grupo Teatro de Autores Mexicanos, con el que estrenó las obras Ser o no ser (1940), de Celestino Gorostiza, y Vertedero (1940), de José Attolini. Más tarde fundó el Proa Grupo, Compañía Mexicana de Comedia, mismo que entre 1942 y 1947 realizó importantes temporadas en el Auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas. Entre las obras que dirigió durante esos años destacaron Espectros, Cándida, Primer sueño (1943), única obra de su autoría que se conoce, Los empeños de una casa (1944), El bosque petrificado y Cuando zarpe el barco (1946). A partir de 1948 interrumpió la actividad de su grupo para estudiar en Francia, gracias a una beca del Instituto Francés de Amércia Latina que le permitió conocer el trabajo de Louis Jouvet y de Jean Louis Barrault. A su regreso a México fundó el Teatro del Caracol (1949), un pequeño local con capacidad para 140 espectadores que se convirtió en el primero de una larga cadena de teatros llamados "de bolsillo", mismos que dieron un vuelco a la actividad teatral mexicana. Dentro de la programación del teatro logró incluir la participación de artistas legendarios de la talla de María Conesa, Enrique Rambal e Isabela Corona, gracias a lo cual un público diferente acudió a dicho recinto que había sido considerado de élite. Entre las obras que dirigió en el Caracol destacaron: Ardelia o la Margarita (1949), de Anouilh, Sólo quedeaban las plumas (1953), de Rafael Solana y Ana Lucasta (1953), de Philip Jordan. En 1958, luego del cierre obligado del teatro, fundo el Arcos-Caracol en donde siguió desempeñándose como director y empresario hasta su muerte prematura, en 1962.
Otras de las obras que dirigió fueron: Voz como sangre, Ausentes, Cardenio, El tiempo es sueño (1942); Tarántula, La ciudad muerta, El que recibe las bofetadas, El rencor de la tierra, El juego de escarnio (1943); Kupra, La primavera inútil, Un loro y tres golondrinas (1944); El peluquero y el cisne, Verdad o mentira, El solterón, Gil González de Avila, La vida de Pérez (1946); Invitación a la muerte, Ellos pueden esperar, Donde está la cruz (1947); Ardelia o la margarita (1949); Una viuda difícil (1950); Los hijos de Eduardo (1952 y 1962), Una Estrella que se apaga, La de los Angeles, El círculo matrimonial (1953); La familia Smith (1954), El amor de un extraño, Y ahora qué hacemos, La compradora, El modisto de las señoras, Breve Kermesse (1955); La muerte nos visita, El cocotero, El matrimonio de mamá (1956); Las extrañas criaturas (1957), Una noche en su casa, señora... (1959), El tránsito de Venus (1959), Asesinato sin crimen (1959), Noche deliciosa (1959), Departamento de soltero (1960), El sitio y la hora (1961) y Señoritas a disgusto (1962).

AGUGLIA, MIMI
Trágica italiana, realizó en México temporadas de rotundo éxito e incluyó en su repertorio internacional una obra de Teresa Farías de Isassi.
Pisó por primera vez los escenarios mexicanos en junio de 1909 e inmediatamente se convirtió en favorita del público, a decir de las crónicas periodísticas. La obra con la que debutó fue La Malia (1909), a la que siguieron La Figlia di Jorio (1909) de D'Annunzio y, el día de su beneficio, La dama de las Camelias (1909). Según narra Reyes de la Maza, el entusiasmo que despertó en el público fue tal que al final de la última función los espectadores llenaron de flores y palomas el teatro y la aguardaron a la salida para tributarle una nueva ovación en plena calle; posteriormente la actriz fue acompañada hasta su domicilio por sus admiradores, quienes "permanecieron frente a la casa hasta que Mimí salió a uno de los balcones a arrojarles besos y lágrimas mientras la ovación se repetía". Luego de su paso por México, montó con su compañía una versión en italiano de la obra Páginas de la vida, de Farías de Isassi, misma que representó en Italia y en Hispanoamérica. Volvió a nuestro país en 1922 y en 1926, esta última vez acompañada por el actor Alfredo Gómez de la Vega que hacía su debut en México.
Otras de las obras que interpretó en nuestros escenarios fueron: La fea (1909), La enemiga, Seis personajes en busca de autor, La prisionera, El hijo de Polichinela, En la prisionera, La antorcha encendida y Un Yanqui en París (1927).

AGUILUZ, MANUEL L.
(1890? ¿?)
Actor, dramaturgo y empresario, trabajó al lado de las principales figuras del teatro mexicano y administró durante los años 20's la Carpa Aguiluz, en la que produjo sus propias obras.
Se inició hacia 1899 en una compañía escolar que dirigía su condiscípulo Ernesto Finance. En 1905 debutó profesionalmente con la compañía italiana de Aldo Varilli, a la que ya pertenecían sus hermanos. Durante los siguientes años trabajó al lado de figuras como Socorro Astol, Lupe Rivas Cacho, Joaquín Coss y más tarde las hermanas Blanch. En 1922 participó en la fundación del primer sindicato de actores y ese mismo año instaló su propia carpa itinerante con la que recorrió todo el país. En dicho jacalón estrenó las obras Aguiluz gendarme, Aguiluz diputado, Aguiluz en el circo, Aguiluz en Nueva York, Don Aguiluz revistero y Aguiluz presidente, textos que aún se conservan inéditos en archivos privados. A decir de Gabriela Espinosa de los Monteros, estudiosa de los textos de Aguiluz, sus obras son un adelanto de lo que más tarde desarrollarían los libretistas de Cantinflas. Durante la década de los 60"s trabajó como actor en las temporadas del IMSS, en las obras Juan Pérez Jolote (1964) y Rómulo Magno (1965), entre otras. Recibió de la ANDA la medalla Eduardo Arozamena por más de 50 años de actividad ininterrumpida.
Otras de las obras en las que participó como actor fueron: Vidas sin rumbo (1948), Cuando la higuera reverdezca, Un tigre a las puertas, Otelo (1960); Romeo y Julieta, Madre Valor (1963), Juan Pérez Jolote (1964).

AGUIRRE, BEATRIZ
(Arteaga, coahuila, 1925)
Actriz, durante cinco décadas ha interpretado importantes personajes que le han valido premios y reconocimientos tanto en México como en España.
Inició como aficionada en diversos recitales de poesía y más tarde se tituló como maestra de declamción. En 1945 debutó en el cine con un pequeño papel en la película La monja Alférez , a la que le siguieron La trepadora y Amor prohibido. En 1947 ingresó a la Escuela de Arte Teatral del INBA, donde tuvo como maestro a Xavier Villaurrutia. Con él debutó en 1948 en la obra Antígona. Poco después participo en la reagrupacion de la compañia Misterio con las obras El convidado invisible y La muerte en vacaciones (1949). A partir de entonces comenzó a interpretar papeles protagónicos en las obras Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano, Astucia, La Anunciación de María (1949) y El Rancho de los gavilanes (1950), entre otras. En 1952 la Secretaría de Educación Pública le otorgó una beca para estudiar durante cinco años en Europa, lo que le permitió debutar ese mismo año en España con el monólogo La voz humana (1952) además de presentar Llega un inspector, Espíritu burlón y Don Juan Tenorio (1952); por ellas recibió el premio a la mejor actriz extranjera. En aquel país incursionó en la dirección al estrenar las obras ¿En qué piensas? y El pobre Barba Azul, ambas de Villaurrutia, con lo que dio a conocer en España a este autor. Al regresar a México recibió de la ANDA un reconocimiento por su labor de promoción en el extranjero. Poco después obtuvo un premio de la crítica que la consideró la mejor actriz de 1959 por su intervención en El hombre que hacía llover. En cine ha participado en más de 50 películas, entre las que se menciona Espiritismo, cinta por la que obtuvo una Diosa de plata.. Ha hecho, además, gran cantidad de telenovelas y teleteatros; en este último rubro destaca su participación en la adaptación televisiva de Seis personajes en busca de autor.
Otras obras en las que ha actuado son: Del pasado (1949), Juego peligroso (1950), El Don de la palabra (1951); Intimas amigas (1962), La Isla de las Cabras (1970), Ana Karenina (1978) y El eclipse (1990), entre otras.

ALATORRE ZAMUDIO, OSCAR
(Guadalajara, Jalisco 24/11/1907 - Cd. de México 15/08/1978)
Actor y cantante, formó parte de diversas compañías de comedia y género chico, y desarrolló una larga carrera sindical en la Asociación Nacional de Actores.
Inició su carrera en la Compañía de María Tereza Montoya, donde trabajó por espacio de 20 años. También se desempeñó como actor de género lírico en obras como Mi costilla es un hueso (1933), ¡Arriba las piernas! (1934) y Recordar es vivir (1939), revista esta última estrenada por la empresa de los Muchachos. Otras de las compañías de este género con las que trabajó fueron las de Manolo Casas, la Cía. de Revistas Cubanas Alegres, de Humberto de Dios, así como la de Rosita Fornés. También trabajó en el célebre programa radiofónico de la XEW: La Hora Azul, y a partir de 1948 ocupó diversos cargos directivos en la ANDA. Estuvo casado con la también actriz Lucha Altamirano, con quien recorrió América Latina en giras de presentación..
Otras de las obras en las que actuó fueron: Las de Villadiego (1934), La amiga de las mujeres , Era...una mujer, El hombre que volvió a la vida, Linda (1941); En silencio, Doña Rosita la soltera, Teresa de Jesús, La cadena (1942); La mujer desnuda, Romance, Americana soy, Faisán azul, Los lunares (1943); Frenesí, Mirra Efros, Mancha que limpia, Malvaloca, La malquerida, Padres terribles y Shangai (1946).

ALBA CANO, JOSE DE
(San Juan de los Lagos, Jal., 1920)
Escritor y periodista, formó parte de la primera generación de actores formados por Seki Sano y, ya alejado de la actividad teatral, escribió algunas piezas dramáticas.
Licenciado en derecho por la UNAM, en 1939 se incorporó al recién fundado Teatro de las Artes de Seki Sano, de quien fue actor y asistente en la versión teatral de La rebelión de los colgados (1942). Posteriormente actuó en La señorita Julia, Fuenteovejuna y Espectros (¿?), entre otras. Como periodista ha colaborado con numerosas publicaciones, entre ellas México en la Cultura, El Universal, El Sol de México, Cuadernos de París y Revista Mexicana de Cultura. También ha desarrollado una amplia labor como ensayista, destacando sus trabajos titulados El festival de Shakespeare y Las aldeas donde ambulaba Shakespeare. Como autor dramático ha escrito Todos quieren ser presidente, Un abrigo para mamá, Un padre a toda ley, Nezahualcóyotl, Gertrudis Bocanegra, la insurgente, Seis personajes en busca de director, Paso a desnivel y The sharks don't eat butterflies, ninguna de las cuales tiene registro de estreno.

ALBA, LUZ (Henrietta Levine Hauser)
(Nogales, Arizona 1913 - ¿?)
Actriz, directora y maestra, desarrolló carrera teatral tanto en Estados Unidos como en México, contribuyendo a desarrollar en nuestro país una de las etapas más fructíferas para los llamados grupos experimentales.
Estudió Arte Dramático en la Pasadena Comunnity Play House, de California, donde estuvo bajo la tutela de Marx Reinhardt. En México se dió a conoder primero como crítica de cine y teatro en El Universal Ilustrado y posteriormente como actriz, en 1935, formando parte de la Cía. Misterio. Sin embargo, poco después regresó a los Estados Unidos para trabajar en teatro e ingresar a la industria cinematográfica. En 1944 inició su etapa más activa en el teatro nacional al fundar el Teatro Mexicano de Arte que, entre otras obras, presentó Salomé (1944), Casa de muñecas (1945) y Cumbres borrascosas (1946), todas ellas bajo su dirección. En 1947 se asoció con Seki Sano y Alberto Galán para fundar el Teatro de la Reforma; sin embargo, al año siguiente, después de la temporada de El tranvía llamado deseo, ella y Galán declararon disuelto el grupo por diferencias administrativas con el director japonés. Poco tiempo después regresó a su país natal donde fungió como profesrora de arte dramático.
Otras de las obras que dirigió en nuestro país fueron: Juan Gabriel Borkman (1945), A la deriva, Cuando zarpe el barco y Angeles y payasos (1952).

ALEXANDER, BRIGIDA
(Stuttgart, Alemania, 1911 - Cd. de México, 1995)
Actriz, directora y traductora de origen judío, durante 50 años trabajó con los más importantes directores teatrales y tuvo también una destacada labor como pionera de la televisión mexicana.
Estudió leyes en su ciudad natal, de la que tuvo que huir al tomar el poder el nacionalsocialismo. Radicó algún tiempo en París, donde alternó actividades de traducción con el inicio de su carrera teatral. Con el nombre artístico de Brigitte Chatel, estudió con los maestros Jean Louis Barrault, Jean Doat y Julien Bertheau, entre otros. En 1942, gracias a un salvoconducto tramitado por Albert Einstein, su pariente lejano, logró embarcar hacia México. Un año después, trabó contacto casual con Rodolfo Usigli, con quien debutó en la obra La familia cena en casa (1943). Posteriormente trabajó al lado de Andre Moreau durante una temporada de teatro francés realizada en 1944. Por esos años participó también en el grupo teatral Club Heinrich Heine, que representaba obras en alemán, entre las que se mencionan La ópera de los tres centavos (1943) y Woyzeck (1944). En 1950 asumió el cargo de directora artística del canal 4 de televisión, en el que realizó los primeros televiteatros, así como un programa de circo titulado Buscando estrellas. Fue también la adaptadora de la primera telenovela mexicana, Angeles de la calle -en el que debutó su hija Susana Alexander-, y productora del programa Comedia del lunes. Como actriz tuvo un resurgimiento en la década de los 80's al formar parte del Centro de Experimentación Teatral (CET) durante los montajes Grande y pequeño (1985), María Santísima (1986), Mi querida Lulú (1987) y Nadie sabe nada (1988). Su última obra como actriz fue El 75º (1994). Tradujo más de 30 obras teatrales, entre las que se incluyen El balcón, de Genet (¿?), Aquelarre (1972), El primero (1977), Aquí entre nos (1978), Si todos los hombres del mundo (1979), El 75º (1994) y La guía de turistas (1995). Asimsimo, escribió un libro de cuentos titulado Breve episodio en la vida de una mujer gorda (publ. en 1985) y los monólogos Alfonsina e Hiroshima.
Otras de sus obras como actriz fueron: El proceso (1953), El hombre (¿?), Kolonaki (1966), Ese extraño animal (1968), Aquelarre (1972), Dreyfuss (1976), Amor y crimen en la casa de Dios, Aquí entre nos (1978); Basur-eros (1982), Los últimos (1982), Cómo ser una buena madre judía (¿?), Noche de paz (1989), La noche de Hernán Cortés (1992) y Jubileo (1993).

ALGARRA, MARIA LUISA
(Barcelona, España, 1916 - Cd. de México, 1957)
Dramaturga, pese a su corta carrera logró obtener importantes reconocimientos como el premio Juan Ruiz de Alarcón.
Antes de llegar a nuestro país junto con el exilio español había estrenado ya su primera obra: Judith. En México se dio a conocer gracias a la promoción de autores nacionales que realizaron José de Jesús Aceves y el Proa Grupo, quienes estrenaron La primavera inútil (1944). En 1953 su obra Casandra o la llave sin puerta fue llevada a escena por un grupo experimental denominado Teatro Contemporáneo, y un año más tarde recibió el premio Juan Ruiz de Alarcón por parte de la Asociación Mexicana de Críticos Teatrales por el estreno de Los años de prueba, considerada la mejor obra de 1954. Entre otras de sus actividades se desempeñó como guionista de programas radiofónicos y autora de sketches .
Además de las anteriores dejó escrita otra obra con el título de Sombra de alas.

ALMENDARO, JOSE PABLO
(Puebla, Pue., 1880 - Puebla, 1955)
Escritor y periodista, estrenó en su estado natal la obra Jorge Leona (1900) y publicó numerosas crónicas y artículos bajo el pseudónimo de Mauricio Bray.
Son escasos sus datos biográficos. A los 20 años estrenó lo que posiblemente fue su única obra teatral y posteriormente publicó las novelas Nachán y Juan Willis. También fue autor del opúsculo Las iglesias de Puebla.

ALONSO, ENRIQUE (Enrique Fernández Tellaeche)
(Mazatlán, Sin., 9/09/1924 - Cd. de México, 27/08/2004)
Actor, director, escritor y productor con más de 50 años de actividad teatral, ha sido uno de los máximos impulsores del teatro para niños, así como del prácticamente extinguido teatro de revista.
Aficionado desde niño al género chico, fue protegido y heredero de María Conesa, quien le ayudó a introducirse en el medio teatral. Se inició como actor con la obra En las calles de Plateros (¿?) y posteriormente fundó la Compañía Juvenil Jacinto Benavente, que más tarde se llamaría Proscenio, Teatro Experimental. Con este grupo presentó las obras Sangre en el ruedo (1946) y Bendita seas (1948), entre otras. En 1948 participó en la Temporada del Recuerdo, al lado de María Conesa y Lupe Rivas Cacho, haciendo un pequeño papel en la zarzuela Chin Chun Chan. Un años después fundó el grupo Teatro del pequeño mundo que presentó obras para niños en el teatro Guimerá. De la obra La princesa encantada que montó con dicho grupo surgió el sobrenombre que más adelante lo haría popular en el teatro y la televisión: "Cachirulo". Paralelamente a su actividad teatral, fue guionista del programa Telecomedia, que dirigía Manolo Fábregas, y en 1955 comenzó las transmisiones de su propio programa titulado Teatro Fantástico, mismo que se transmitió por televisión durante 17 años. Durante la segunda mitad del siglo ha continuado con la promoción de obras para niños, destacando por su participación en la temporada Sábados Infantiles, que se realizó en el Polyforum Cultural Siqueiros de 1979 a 1982, así como por el espectáculo Rosete Aranda como en su tiempo (1982), con el que se reactivó temporalmente la legendaria compañía Rosete Aranda en la carpa Titiriglobo del INBA. A partir de los años 80´s ha intensificado su labor de rescate de la revista política mexicana con el estreno de numerosas obras de ese género, entre las que se mencionan Dos tandas por un boleto (1985), La alegría de las tandas (1986), EL futuro está pelón (1988, en alusión al recién elegido presidente Carlos Salinas), y Tandas 90. Especial importancia tuvo también su puesta en escena de las zarzuelas Chin Chun Chan y Las musas del País (1992), primeras producciones de género chico de la Compañía Nacional de Teatro.
Como autor teatral ha estrenado numerosas obras, entre ellas las pastorelas El portal de Belem y La representación del nacimiento del Señor (1988). También se incluyen dentro de su producción dramática las obras: Los tres pelos del Diablo, El gato con botas (1962), Cuando todos los niños del mundo, Dos tandas por un boleto, La alegría de las tandas y El futuro está pelón. Asimismo, ha publicado el libro biográfico María Conesa y desde principios de los 90´s colabora en el suplemento Sábado de Uno más Uno con una sección de memorias teatrales. Fue miembro fundador del Sindicato de Actores Independientes, del que llegó a ocupar la presidencia. Entre las distincones que ha recibido destaca la presea Ciudad de México, otorgada en 1993.
Otras de sus obras como actor son: Otra vez el diablo (1946), Los novios de mis hijas (1949), La corte del faraón, La noche del grito, Las musas latinas, La gatita blanca (1950), La cenicienta, El príncipe era ciego, La princesita encantada (1953), Un viaje maravilloso, Cachirulo y la noche buena, Su amante esposa, Un viaje maravilloso, Cachirulo y la Nochebuena (1954), Blanca nieves y los siete enanos, El portal de Belem (1955), Aladino y la lámpara maravillosa, Cachirulo y el Rey Bombón, Alicia en el país de las maravillas, Caperucita Roja, El gato con botas, Hansel y Gretel o la casita de chocolate, Cenicienta, La mil y una noches, Peter Pan, Pinocho, Pulgarcito (1966); Don Juan Tenorio (1972), Las confesiones de Sor Juana (1973), La ópera de los tres centavos (1975), Historia De Un Cerillo (1979), Los fantastikos (1981), El mago de Oz (1983), Cachirulo para adultos (1989), Hanzel y Gretel (1989), Los anillos de Saturno (¿?), Alicia en el país de las maravillas (1994) y La bella durmiente (1995) y El patio de Monipodio (¿?).

ALONSO, ERNESTO (Ramírez)
(Aguacalientes, Ags., 1920 - 7/08/2007)
Actor y productor, pese a desarrollar gran parte de su carrera en el cine y la televisión, ha sido dirigido en teatro por Rodolfo Usigli, Fernando de Fuentes y Salvador Novo, entre otros.
Debutó como extra de cine a los 17 años en la película La Zandunga, a la que siguieron más de 50 filmes, entre los que destacan Historia de un gran amor, Orquídeas para mi esposa y Ensayo de un crimen, adaptación de la novela de Usigli. Precisamente con este autor y director hizo su debut en teatro actuando en la obra Don Domingo de Don Blas (1939), que se presentó en el palacio de Bellas Artes. Posteriormente trabajó con Fernando de Fuentes en La dama salvaje (1940), y más tarde se incorporó a la compañía de Felipe del Hoyo, con quien actuó en las obras Un divorcio y El divino impaciente (ambas en 1941). Actuó también al lado de María Teresa Montoya y, a finales de los 40´s, realizó giras por el interior del país en compañía de Isabela Corona y Pituka de Foronda. Por esas fechas formó su propia compañía con la que se presentó en el teatro Virginia Fábregas y más tarde en el teatro de los Insurgentes. Fue uno de los primeros productores de televisión, medio para el que realizó una larga cadena de telenovelas, entre las que cabe mencionar La tormenta, primera telenovela histórica; El carruaje, sobre la vida de Benito Juárez; y El maleficio.
Otras de las obras de teatro en las que actuó fueron: El gran Galeoto, Traidor inconfeso y mártir (1941); Anastasia (1956), Mesas separadas (1958), Sube y baja para dos (1959), La casa de la santísima, Horas robadas (1960), El reloj (1971), La muchacha sin retorno (1975) y La última noche con Laura (¿?).

ALTAMIRANO, HILARIO
(Cd. de México, 1876 - Monterrey, N.L., 16/05/1956)
Actor y empresario, durante años realizó giras por todo el país, ya sea con su propia compañía o como representante de artistas.
Debutó alrededor de 1896 y más tarde se convirtió en galán joven de la compañía de Eliza de la Maza, de la cual fue primer actor durante las temporadas realizadas en el teatro Hidalgo, en 1904. Ocho años después fundó su propia compañía de drama y comedia con la que desarrolló una gira por todo el país que se prolongó cerca de 10 años. Entre las obras que representó destacaron Tierra baja, El místico y El cabo Simón. También llegó a representar zarzuelas y operetas. En el año de fundación del Sindicato de actores, en 1922, llegó a fungir brevemente como secretario general. Posteriormente se retiró de la actuación y destacó como representante y empresario durante las giras que las compañías teatrales realizaban por el norte del país. Entre las compañías que representó cabe mencionar la de María Teresa Montoya, Lupe Rivas Cacho, la Compañía "Don Chema" y la Sonora Opera Company, a las cuales llevó de gira por el norte del país, y en algunos casos por el sur de los Estados Unidos y Canadá.
Otras de las obras que interpretó fueron: La duda, Hija única (1903) María del Carmen, Llueven hijos (1904) y Regeneración (1913).

ALVA DE LA CANAL, LOLO (María Dolores)
(¿? - Cd. de México, 2/02/1992)
Titiritera, fundó el grupo Comino, e hizo de este personaje uno de los más populares del teatro de muñecos durante sus 15 años de existencia.
Hija de uno de los Hermanos Alva, considerados los introductores del cinematógrafo en México, se unió al movimiento que, entre 1932 y 1933, dio origen a algunos de los más importantes grupos en la historia del teatro guignol en México. Junto con Leopoldo Méndez y su hermano Ramón fundó el grupo Comino, cuyo personaje central protagonizó numerosas historias que se presentaban en teatrinos ambulantes por todas las plazas del país. Entre las obras de su autoría presentadas por este grupo destacaron Las aceitunas, así como Doña Fortunata y Don Dinero. En 1948 se desintegró el grupo, pero eso no impidió que siguiera realizando presentaciones durante más de 30 años.

ALVA DE LA CANAL, RAMON
(Cd. de México, 1898 - Cd. de México, 4/04/1981)
Pintor y titiritero, participó en el movimiento de teatro guignol gestado a principio de los años 30's y durante más de una década trabajó con su hermana Loló al frente del grupo Comino, uno de los más importantes del teatro de muñecos.
Egresado de la Academia de San Carlos y de la Escuela al Aire Libre de Santa Anita, desarrolló una amplia actividad pictórica que lo ubica como uno de los iniciadores del muralismo en México. Junto a otros pintores de su generación participó en la realización de los murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Otros de sus trabajos notorios son los frescos interiores de la estatua de Morelos que se levanta en Janitzio, así como el tríptico realizado en el Centro Naval de la Cd. de México. Miembro del grupo 30-30, realizó una labor de popularización del arte que lo llevó a dar clases en las Escuelas Nocturnas de Arte para los Trabajadores. Asimismo, fue director de la Escuela de Artes Plásticas de Jalapa.
En 1933 se unió a la iniciativa que artistas como Angelina Beloff, Germán y Lola Cueto, Graciela Amador, Julio Castellanos, Roberto Lago y otros presentaron a la Secretaría de Educación Pública para patrocinar un movimiento de teatro guignol que a la postre dio como resultado la fundación de los grupos Rin-Rin, Periquito y Comino, grupo éste último en el que participó al lado de Dolores Alva de la Canal y Leopoldo Méndez. Aparentemente su función en dicho grupo fue la de fabricar las marionetas para las representaciones, entre los que se incluyeron muñecos de grandes dimensiones que se movían por medio de mecanismos inventados por él mismo. En 1948, con la desintegración del grupo, su participación en teatro llegó a su fin.

ALVAREZ QUINTERO, SERAFIN Y JOAQUIN
(Utrera, España, 1871 y 1873- Madrid, España, 1938 y 1944)
Célebres autores españoles, sus obras representaron continuos éxitos en los escenarios mexicanos e influyeron en un grupo de autores nacionales que tuvo su auge entre los años 20's y 30's.
Estrenaron su primera obra en el teatro Cervantes de Sevilla cuando Serafín contaba con 16 años y Joaquín, con 14, en 1888. De ahí se trasladaron a Madrid, donde rápidamente adquirieron renombre por sus continuos y exitosos estrenos, entre los que cabe citar La veja (1897), Los galeotes, El patio (1900), Las flores (1901) y El genio alegre (1906). Su producción dramática, escrita siempre en colaboración, rebasa los 200 títulos; ambos fueron aceptados como miembros de la Academia Española de la Lengua. En México fueron estrenadas un gran porcentaje de sus comedias, la gran mayoría en el teatro Principal, que tenía hacia principios de siglo los derechos para estrenar las obras españolas gracias a un convenio con la Sociedad de Autores ibérica. Entre su obras que se convirtieron en repertorio forzoso de las compañías mexicanas cabe mencionar Las de caín, Amores y amoríos, Malvaloca y Lo que hablan las mujeres. A decir de Magaña Esquivel, su estilo teatral, así como el de Benavente, influyeron decisivamente en el repertorio elaborado por los autores de la Comedia Mexicana.
Otras de las obras que representaron fueron: La azotea (1901), Género ínfimo (1902), Abanicos y panderetas (1903), La reina mora, El chiquillo (1904), El mal de amores, El nuevo servidor (1905), Las casas de cartón (1906), La dicha ajena, La bella Lucerito (1907) El chiquillo (1909), El último capítulo (1914), Diana casadora o pena de muerte (1916), Pipiola (1920), La zágala, Espiga de un haz, El mundo es un pañuelo, La dicha ajena (1920), El flechazo, Sangre gorda, Amor a oscuras, La calumniada, Amor a oscuras, Ramo de locura (1921), La prisa (1922), Cristalina (1923), El genio alegre (1930), Pícara vida (1933), Juanito Arroyo se casa (1934), La risa (1935), Amores y amoríos, Doña Clarines y En Tierra de mujeres (1950).

ALVAREZ, SOFIA
(Monterrey, N.L., 1913 - Cd. de México, 1985)
Actriz y vedette, fue figura de carpa y revista antes de convertirse en estrella cinematográfica.
Aunque nacida en México, pasó su niñez en Venezuela, donde se casó. (Algunas fuentes fijan su nacimiento en Colombia). De regreso en nuestro país, trabajó como taquimecanógrafa en el Monte de Piedad hasta que, animada por sus compañeros de trabajo, se presentó a solicitar un papel de extra en la filmación de Santa (1931). Finalmente fue aceptada, pero para hacer teatro, debutando con tal éxito que fue declarada por la prensa la tiple del año 1932. Luego de un rápido ascenso que le permitió recorrer tanto escenarios de carpa como de revista, se dedicó al cine, en donde realizó una carrera de más de 50 películas, entre las que destacaron México de mis recuerdos ( a partir del libreto de Prida y Ortega), El sombrero de tres picos y Soy charro de Rancho Grande.
Algunas de sus interpretaciones en teatro fueron en las obras: De México a Hollywood (1931), China contra Japón, El capote del paseo, México es un rancho, Estrellas y melodías (1932), El pueblo es feliz, Foul, El peso murió (1935) Espectáculos varios, El regreso de la reina (1950), Vivir ... Es Formidable (1964) y Manos arriba (1984).

ALVAREZ, SOLEDAD
Tiple venida de España, como toda una generación de actrices que dominaron los escenarios del teatro Principal, tuvo su auge y su ocaso en la primera década del presente siglo.
Pocos son los datos biográficos que hablen de sus inicios. Apareció en los escenarios del país a fines del siglo XIX, convirtiéndose en primera figura sobre todo a partir de su actuación en la célebre revista Enseñanza libre (1902), en donde interpretó con tal éxito el tango del "Morrongo" que comenzó a ser llamada "la Morronga". Desde entonces se convirtió en una de las actrices estelares de la Catedral de la Tanda hasta que en ella hizo su aparición María Conesa, en 1907, e inauguró una nueva época en el género chico nacional. Todavía permaneció como figurante del teatro Principal hasta 1913, año en que regresó a su país natal.
Otras de las obras que interpretó fueron: El chico de la portera, La divisa, El jilguero chico (1902) El Dios grande, La sargenta, El solo de trompa, El globo terráqueo, La morenita, Los héroes del cartón, La rifa del beso, El mozo crúo (1903), La inclusera (1904), La voz de la sangre, Ni frío ni calor, El pájaro azul, mano de santo, El heredero del trono, La costa azul, El poeta de la vida, El Alma del querer, Eche usted señoras, La villa del oso, Asómate a la ventana, La diosa del placer (1910), El trust de los Tenorios, Las romanas caprichosas, Las dos reinas o El triunfo del pueblo, El dirigible (1911) y Las musas latinas (1913).

AMADOR, GRACIELA
(Zacatecas, ¿? - Cd. de México, 1951)
Titiritera y autora de teatro infantil, fue una de las máximas impulsoras del movimiento de teatro de muñecos que tuvo su auge durante los años 30's.
Su aparición en la vida cultural fue como primera esposa de Siqueiros. Sin embargo, como autora, directora y manipuladora de muñecos desarrolló una amplia labor, a partir del movimiento inaugurado por Angelina Beloff y los Cueto, entre otros, gracias al cual se consiguió , en 1933, el primer subsidio para el teatro de marionetas. Como parte de este apoyo estatal fundó el "Teatro Periquito", para el cual escribió más de 30 obras y adaptó alrededor de 20 piezas extranjeras, además de enseñar a fabricar muñecos. Su interés se centraba más en la recuperación del folklore y la tradición que en los aspectos didácticos, por eso sus obras se relacionaron particularmente con aspectos políticos y sociales. Entre su repertorio se contaron las obras El renacuajo paseador (1948), Periquillo es buen obrero, Firuleque el goloso, Firuleque en vacaciones y Periquillo y el usurero (¿?), todas ellas de su autoría o bien adaptaciones. Su obra La rana y el buey es una crítica a la explotación capitalista y muestra la resistencia de un grupo de ranas que se niegan a seguir trabajando para provecho de otros. En 1940, a partir de que el subsidio estatal para el teatro de muñecos prácticamente desapareció, elaboró programas de un corte más comercial, que pronto fueron difundidos por radio y más tarde por televisión. A partir de 1948 participó como maestra en la escuela de teatro Guignol que fundó y dirigió Roberto Lago.
Otras de sus obras como autora fueron: Teofila Colores (1946), Los macitos encantados, El gato, el gallo y la zorra, La gallina mentirosa y Un concierto improvisado (¿?),

AMENDOLLA, LUIS
(Mérida, Yuc., 1896 - Cd. de México, 1954)
Periodista, como muchos otros que abrazaron su profesión intervino durante algún tiempo como autor de revistas políticas y de actualidad.
Desde joven trabajó en la ciudad de México como redactor en las publicaciones Revista de Revistas, El Universal Ilustrado y ABC, y más tarde como director de la revista Más. Durante el auge de la revistas políticas participó como autor al lado de Tirso Sáenz, en ¿Quiere usted ser millonario? (1930), y de manera individual en ¡...Hasta Obregón! (1928), obra en la que hace un recorrido político y cronológico del país iniciando con el descubrimiento del pulque hasta la muerte de Obregón. Publicó también un libro histórico titulado Vez y envés de Hernán Cortés.

AMIGOS DEL TEATRO MEXICANO, SOCIEDAD
Constituida por dramaturgos, directores y personalidades invitadas, tuvo como objetivo fomentar la afición al teatro, particularmente el de autor nacional, así como la intención de constituir una compañía estable.
El 28 de mayo de 1931, a raíz de una invitación hecha por la escritora María Luisa Ocampo, se reunieron en un local de Filomeno Mata nº 11 los escritores y directores Carlos M. Ortega, Pablo Prida, Juan Bustillo Oro, Rodolfo Usigli, Francisco Monterde, Rodolfo Navarrete, Julio Jiménez Rueda, Víctor Manuel Díez Barroso y Carlos Obregón Santacilia, entre otros, quienes firmaron el acta de constitución de dicha Sociedad que tendría como fin "estimular la buena producción de autores mexicanos" y emprender campañas de publicidad en favor del teatro. Como primer paso se encomendó la redacción de unas "bases de organización" que establecieran de manera puntual la conformación y funcionamiento de la sociedad. Entre los objetivos asentados en dichas Bases destaca el que afirma que "dadas las condiciones económicas actuales y debido, en gran parte, a los abusos de las empresas que presentan espectáculos a un elevado precio que no corresponde a su calidad, la Sociedad Amigos del Teatro Mexicano perseguira como principal fin establecer un espectáculo artístico a precios moderados". Asimismo, se estableció la necesidad de crear un patronato de la sociedad y se distinguió a tres clases de miembros: los activos, que emprenderían las acciones resueltas por el colectivo; los contribuyentes, que harían aportaciones económicas; y los honorarios, que serían elegidos por la asamblea.
El 16 de junio de ese mismo año se aprobaron las bases de organización y comenzó a perfilarse un proyecto de trabajo. Sin embargo, pese a la indiscutible importancia de sus miembros y a la seriedad de la organización, es escasa la información relativa a las acciones concretas; de hecho ningún historiador hace referencia a los logros alcanzados por dicha sociedad y sólo Rodolfo Usigli menciona en su ensayo El teatro en México que de ella brotará, tal vez, "el primer gran conservatorio dramático de México". No obstante, uno de los pocos registros de su actividad consigna su apoyo económico para la realización de la única temporada del Teatro de Ahora. En la correspondencia de María Luisa Ocampo de los años 1932 y 1933 se constata que la sociedad ha recolectado la cantidad de 1461 pesos, mismos que se han invertido en la reparación del inmueble sede. En cambio, nada se dice del cumplimiento de los objetivos.

ANCIRA, CARLOS
(Cd. de México, 20/08/1929 - Cd. de México, 10/10/1987)
Dramaturgo, maestro, director y, sobre todo, uno de los más importantes actores de carácter del teatro mexicano, llegó a representar el monólogo El diario de un loco (1962) durante casi 25 años.
En 1946 ingresó a la Escuela de Arte Teatral del INBA y al mismo tiempo fue alumno de Ricardo Parada León, Earl Sennett, Enrique Ruelas y Seki Sano. Debutó a los 17 años y desde entonces hasta su muerte llegó a interpretar más de cien obras, tanto del gran repertorio internacional como de autores nacionales. Junto con Alexandro Jodorowski, fue uno de los introductores a México de la vanguardia europea, con obras como Esperando a Godot (1954), La lección (1960) y Las sillas (1966); sin embargo, también contó en su repertorio con clásicos renacentistas como Lope de Vega, Maquiavelo y Ben Jonson, y clásicos modernos como Maeterlinck, Strindberg, Kafka, Gogol, Valle Inclán y Brecht. Interpretó algunas de las obras más importantes del repertorio nacional, como: Las paredes oyen (1963), Los signos del zodiaco (1951), La señora en su balcón (1966), El gesticulador (1979) y ¡Pelearan diez rounds! (1985). Como dramaturgo escribió cerca de quince obras, entre las que destacan Después nada (1954), En un último peldaño, Pasto rojo, Cangrejos, El mundo vacío e Imágenes. Asimismo, fue maestro de centenares de actores. Al momento de su muerte, le faltaban tres meses para cumplir los 25 años de interpretar El diario de un loco, y cinco funciones para cumplir las 2500 representaciones.
Otras de sus obras como actor fueron: Fiebre de primavera (1946), Pastorela, Como la primavera (ambas en 1948); El triunfo de la inocencia en los campos de Belén (1949); Muertos sin sepultura, El Proceso de Kafka, Don Juan Tenorio, Los signos del zodiaco (1951); La paz contigo, Esperando a Godot (1955); La Mandrágora (1956), Sangre verde, Un caballo blanco (1959); Amadeo (1960), La parodia, El roce quemante de la ortiga (1962); Un corazón en la corteza, El señor perro (1963); El hombre y sus máscaras (1964); El ensueño (1966), El jardín de los cerezos (1967), Zaratustra (1970), Querido profesor, Hogar (1971); Juego de niños (1972), El proceso (1973), Gypsy, Luces de Bohemia, Pastoral navideña (1977); Así en la Tierra como en el cielo, La muralla china, El último preso o Los policías (1980) y Jugando, Jugando (1986).

ANDRADE, LUIS
(1892 - ¿?)
Precoz autor de revista, escribió obras incendiarias durante el periodo más álgido del movimiento revolucionario, entre ellas el polémico Tenorio maderista de 1911.
Con el pseudónimo de Max Linder colaboró desde muy joven en las publicaciones Frivolidades, La Risa, Arlequín y Multicolor. Su primera obra: Crudo invierno (1910), le representó también su primer problema político al ser encarcelado durante 24 horas por haber puesto en escena al gobernador Guillermo de Landa y Escandón bajo el nombre de Relleno de Lana y Algodón. Posteriormente escribió junto con Leandro Blanco el célebre Tenorio Maderista (1911), libreto que luego de ser rechazado por las Moriones en el teatro Principal y por Francisco Cardona en el Fábregas, fue estrenado en un abarrotado teatro Lírico. Según cuenta el propio autor, la sala estaba dividida entre "maderistas acérrimos (la mayoría) y gran número de reaccionarios, o sea porfiristas y reyistas de hueso colorado", por lo que al aparecer Don Juan (Madero) y Don Luis (Bernardo Reyes) los vítores e insultos respectivos casi impidieron la continuación de la función. Afuera del teatro se organizó posteriormente una trifulca de la que el propio escritor salió con un brazo roto. En la misma línea trazada por su segunda obra escribió La presi alegre (1911), parodia de La Viuda alegre que alcanzó más de 50 representaciones mostrando como protagonistas a las personalidades políticas del momento; El terrible Zapata (1912), que fue estrenada bajo amenazas de los simpatizantes del Caudillo del Sur; y El Tenorio electoral (1914?), cuya temporada fue suspendida por la presión de los grupos obregonistas. Luego de incorporarse a filas en el estado de Morelos fundó y dirigió el periódico La cucaracha, dando fin a su corta carrera de autor político.
Otra de sus obras estrenadas fue Instantáneas mexicanas (1913).

ANITUA, FANNY
(Durango, 1887 - Cd. de México, 1968)
Cantante, la más importante intérprete mexicana de la primera mitad del siglo, durante más de 30 años trabajó en los más renombrados escenarios del mundo y grabó algunos discos con temas nacionales.
Realizó estudios en el Conservatorio Nacional y posteriormente se trasaldó a Italia, donde inició su carrera profesional. Durante años tomó parte en las temporadas operísticas de la Scala de Milán y del teatro Colón de Buenos Aires. También se presentó en los más importantes escenarios de Estados Unidos, España y del resto de Europa. En nuestro país se presentó esporádicamente, primero en 1912 como parte de la Cía. de Opera de Miguel Sigaldi, y nueve años después con una compañía que se formó especialmente para celebrar el centenario de la consumación de la independencia; en ambas ocasiones la sede de sus presentaciones fue el teatro Arbeu. En 1922 volvió a presentarse, ahora en el teatro Esperanza Iris, donde interpretó El barbero de Sevilla, y muchos años después en el palacio de Bellas Artes. En 1948 se retiró de los escenarios luego de recibir un homenaje, y a partir de entonces se dedicó a la enseñanza musical.
Algunas de las óperas con las que se presentó en nuestro país fueron: Cavallería rusticana, Payasos, Aída, Bohemia, El barbero de Sevilla, Fausto, Fedora, La Gioconda, Madame Butterfly, Rigoletto (1912); La traviata, Manon, Mefistófeles, Sansón y Dalila (1921) y La Gioconda (1948)

APOLO, TEATRO
Ubicado en la calle de Mosqueta, entre Galeana y lo que hoy es el Eje Central, abrió sus puertas alrededor de 1902, dedicando su programación al género chico y de variedades.
En su escenario destacaron actores como Leopoldo Beristain y Rosa Fuertes; ésta última compró el inmueble en 1909 y lo rebautizó con su nombre. Sin embargo, en 1910 fue vendido por la actriz y recobró su nombre original hasta 1913 en que cambio por el de teato Romea. En enero de 1915 fue definitivamente clausurado al comprobarse que en su interior se vendían bebidas alcohólicas y se representaban espectáculos con alta dosis de sicalipsis, transformándose entonces en el Cine Odeón.

APUNTADOR
Según definición de un diccionario de autoridades de 1726: "en las comedias es el que está dispuesto para advertir y apuntar a los comediantes lo que deben representar, decir o hacer, para que no yerren o suspendan la representación". Miembro del personal técnico del teatro que se coloca tras la concha del proscenio para indicar a los actores lo que deben hacer o decir.
Su aparición se remonta casi a los inicios del drama -algunos teatros romanos conservan vestigios de lo que fue el hueco donde se escondía el apuntador-. Sin embargo, hacia mediados del presente siglo se cuestiona su existencia al cambiar radicalmente el concepto de puesta en escena y de compañía. A partir de entonces su función se modifica por la del moderno traspunte, que coordina a un costado del escenario los movimientos del personal técnico, de la tramoya, así como de las entradas y salidas de la luz y el sonido. En México existe desde principios de las años 20's la Unión Mexicana de Apuntadores, que ha sobrevivido con el paso de los años gracias a la televisión, medio que ha reivindicado su existencia por la necesidad de contar con "apuntadores electrónicos".

ARAGON, ELISEO
Dueño y administrador de la carpa Ofelia, una de las primeras que se establecieron en México durante el presente siglo.
Hacia mediados de los años 20's estableció su carpa por los rumbos de Tacubaya, bautizándola así en honor de una hija fallecida. Celia Tejada fue una de las figuras principales de sus tandas. No se tienen noticias de su actividad posterior al cierre de dicha carpa.

ARAUZ, ALVARO
(Madrid, España, 18/02/1911 - Cd. de México, 01/1971)
Escritor, traductor, crítico y editor, en este último rubro llegó a publicar más de 90 títulos sobre teatro mexicano y extranjero.
Licenciado en Leyes en su país natal, fue combatiente republicano y tuvo que salir exiliado al triunfo del franquismo. llegó a México en 1942 e inmediatamente comenzó una larga trayectoria como editor y traductor. Dirigió siete colecciones teatrales: Teatro Español, Teatro Mexicano, Teatro Contemporáneo, Teatro de Bolsillo, Teatro Universal, Teatro Mexicano en el Extranjero y Temas teatrales, que en su conjunto representaron más de 90 títulos. Fue también editor del Boletín teatral, publicado a mediados de los 50's, y administrador de la primera librería especializada en temas teatrales. En 1949 dirigió una temporada de teatro francés realizada en el teatro Moliere, en la que se presentaron obras traducidas por él. Algunas de los autores que tradujo, principalmente franceses, son: Claudel, Sartre, Colette, Ionesco, Maeterlink, Gide, Beckett y Moliere. Publicó ensayos sobre temas teatrales, entre los que destacan Lope y calderón, y Tirso y Don Juan. También escribió las piezas teatrales La carroza del virrey, Sota, caballo y rey; Don Juan, La Mandrágora, George Dandin y Antony. En tres ocasiones fue secretario general de la Agrupación de Críticos de Teatro. Por su labor de difusión teatral recibió importantes distinciones nacionales e internacionales, entre las que destacan la medalla de oro de la Unión Nacional de Autores, las Palmas Académicas de la Legión de Honor y la Orden de las Artes, ambas otorgadas por el gobierno francés, al que sirvió en sus últimos años como jefe de prensa de la embajada de Francia en México.
Además fue traductor al castellano de las siguientes obras: A puerta cerrada (1948), Muertos sin sepultura (1949), El proceso (1950).

ARBEU, TEATRO
Levantado en el Nº 55 de República del Salvador (donde antes estuviera el oratorio de la Iglesia de San Felipe Neri), se inauguró el 7 de febrero de 1875 con el estreno de la zarzuela Campanone, que corrió a cargo de la Compañía de Joaquín Moreno.
Su primer dueño fue el Sr. Porfirio Macedo (padre del autor Eduardo Macedo y Arbeu) quien bautizó así al teatro en homenaje a su suegro, el Arq. Francisco Arbeu, constructor de los teatros Nacional e Iturbide (hoy Cámara de Diputados). La construcción estuvo a cargo del Arq. José Téllez Girón, quien instaló en este inmueble el primer sistema de alumbrado con gas hidrógeno, mediante el cual se podía graduar la intensidad de la luz. En su interior albergaba más de 1200 localidades, las primeras butacas plegadizas que se instalaron en México. Desde el principio su repertorio se compuso de óperas y zarzuelas. Por su escenario desfilaron compañías nacionales e internacionales y en su interior se firmó el acta de constitución de la Sociedad de Autores Mexicanos, en 1902. Durante un breve periodo cambió su nombre por el de teatro-cine Felipe Neri, aunque pronto recobró su nombre original. Todavía a fines de los años 40's la Cía. de Pepita Embil realizó en su escenario largas temporadas de opereta y zarzuela, pero poco después cerró definitivamente siendo derruído su interior en 1962. En 1967 se restauró su fachada y más tarde se convirtió en lo que hoy es la Biblioteca Lerdo de Tejada. Actualmente el inmueble ostenta la categoría de Monumento histórico nacional.

ARCARAZ (Carrasco), LUIS
(Cd. de México, 1910 - Carretera Monterrey-San Luis, 1/06/1963)
Músico, pese a que su actividad principal estuvo encaminada a la creación de canciones populares y a la dirección musical, en sus inicios escribió la música de algunas revistas y realizó presentaciones en teatros de variedad.
Nieto del músico y empresario del mismo nombre, nació en los altos del teatro Principal y siendo muy pequeño se trasladó con su familia a España, donde permaneció hasta mediados de los años 20's. De regreso a México inició estudios de ingeniería que muy pronto abandonó por otras profesiones hasta que, en 1928, formó un grupo musical con el que se inició profesionalmente. Compuso más de 200 canciones que se hicieron populares alrededor del mundo, entre ellas Viajera, Mujer, Quinto patio, Bonita, No dejes de quererme y Distancia, por mencionar sólo algunas. Compuso también la música para más de 20 películas, entre las que se citan Hotel de verano y Cha cha chá. Con su propia orquesta recorrió México y otros países, convirtiéndola en una de las bandas más populares del mundo, según una encuesta realizada por la revista estadunidense Down Beat en 1955.
Durante la década de los 30's trabajó en el teatro Politeama como intérprete y compositor. En 1934 trabajó con el libretista Guz Aguila en la confección de la revista Mentira, en la que actuaron Manuel Medel y Toña la Negra. Posteriormente trabajó en teatro de variedades como el Follies Bergere.
Otras de las revistas para las que compuso boleros, fox trots y otro tipo de melodías fueron: Jueguete de amor, Hamaca (ambas en 1933), Mentira (1934) y sombra de fruta verde (1936).

ARCARAZ HERMANOS, COMPAÑIA
Sin duda la más célebre y exitosa empresa del género chico durante el último cuarto del siglo XIX y la primera década del actual.
Sus empresarios fundadores fueron el tenor Pedro Arcaraz y Rafael Villalonga, quienes presentaron sus primeras temporadas en el teatro Arbeu hacia 1877. Durante la década de los 80's Arcaraz tomó el mando, con la colaboración del barítono José Palou, y juntos representaron la alternativa ante la empresa de José Cleofas Moreno, hasta entonces dueño y señor del género chico español en México. Entre sus primeros triunfos se encontraron el estreno de la zarzuela Una fiesta en Santa Anita (1890), con música de Luis Arcaraz, y La verbena de la paloma (1894), uno de los mayores éxitos en la historia de la zarzuela española. Durante la última década del XIX Arcaraz tuvo como socios primero a Enrique Labrada y posteriormente a su hermano Luis, con lo cual la empresa adquirió el nombre definitivo que mantendría durante su mejor época. Desde 1895 ocuparon casi de manera definitiva el teatro Principal, que se convirtió de esa manera en el más importante escenario del género chico, popularizado a partir de la implantación de tandas. Con la muerte de Pedro Arcaraz, la Cía quedó en manos de su viuda Genara Moriones y de su hermano Luis, quienes adquirieron en 1900 el teatro Principal para hacerlo su sede definitiva. Poco tiempo después, Luis Arcaraz viajó a España para convertirse en el enlace con la Sociedad de Autores Española y Genara invitó a su hermana Romualda como directora artística de la compañía. Durante la primera década del presente siglo las hermanas Moriones hicieron del teatro Principal y de la compañía Arcaraz Hermanos el centro de atención del género chico, logrando durante ese periodo el estreno de las más importantes zarzuelas y revistas, entre las que se incluyen El bateo, Los bohemios, Enseñanza libre, Chin Chun Chan, La corte del faraón y La viuda alegre, por mencionar unas cuantas. En su elenco figuraron los más impiortantes actores, entre los que se mencionan Rosario Soler "la patita", Soledad Alvarez, Amparo Romo, Etelvina Rodríguez, Paca Cires Sánchez, Prudencia Griffel, María Conesa, Esperanza Iris, Eduardo Arozamena, Paco Gavilanes, Carlos Obregón, Vicente Roig, Anastasio Otero, y muchos más. En 1912, debido sobre todo a la crisis ocasionada por el movimiento armado y al decaimiento del género chico español, las hermanas Moriones pusieron fin a la empresa.

ARCARAZ, LUIS
(Vizcaya, España, 1844 - Madrid, España, 1914)
Músico y empresario teatral, compuso la música de importantes zarzuelas durante el último cuarto del siglo XIX y durante la primera década del XX fue el encargado de seleccionar y contratar todas las obras españolas que se estrenaron en el teatro Principal.
Hermano del empresario y actor Pedro Arcaraz, no se sabe con exactitud la fecha de su llegada a México, aunque hacia 1880 aparecía ya como direcor musical de alguna compañía de género chico. Poco tiempo después se dio a conocer como compositor gracias al estreno de Una fiesta en Santa Anita (1885), libreto de Juan de Dios Peza, que a decir de Reyes de la Maza fue la primera zarzuela auténticamente mexicana por la utilización de elementos folklóricos en su construcción. Posteriormente colaboró con el mismo autor en la zarzuela Ora Ponciano (1887), alusiva a la máxima figura del toreo de la época, que también constituyó otro éxito de público. En 1990 compuso la música para la zarzuela de Macedo y Arbeu: Manicomio de cuerdos, que según Maria y Campos puede considerarse la primera revista mexicana por el tratamiento de temas de actualidad y la aparición en escena de sitios reconocibles para el público. Otra de sus creaciones fue La verbena de Guadalupe (1896), saga de la popular Verbena de la Paloma que dos años antes se había convertido en todo un fenómeno de popularidad. Por esas fechas se unió a su hermano Pedro en la administración de la Cía Arcaraz, que funcionaba años atrás, pero al morir éste, se asoció con su viuda, la ex tiple Genara Moriones con quien poco tiempo después compró el teatro Principal. Durante la primera década del presente siglo, en el que sin duda la Arcaraz hermanos fue la compañía mexicana más importante en el género chico, fue responsable de la selección y contratación de zarzuelas y revistas. Gracias a sus gestiones, el teatro Principal consiguió de la Sociedad de Autores Españoles la primicia para estrenar antes que nadie en México todas las obras del género chico español. Pasó sus últimos años en la penñínsula ibérica, como enlace de su compañía con autores y artistas españoles.
Otras de las obras para las que compuso la música fueron: Los valientes, El Dilettanti (ambas en 1887), La rifa zoológica, Una fiesta en Santa Anita (Ambas en 1890) y Sedán (1893).

ARCE (Contreras), DELFINA
(Cuernavaca, Mor., 01/1882 - Cd. de México, 11/02/1916)
Actriz, destacó como tiple infantil en la Cía. Austri-Palacios y posteriormente encabezó algunas compañías de género chico que se presentaban en los llamados teatros de segunda categoría.
Desde niña realizó estudios de piano y canto en el Conservatorio Nacional de Música y en 1896 debutó como parte de la Cía. infantil Austri-Palacios, en donde, a decir de Olavarría y Ferrari, "demostrró excepcionales condiciones de artista" en zarzuelas como Marina, Chateau Margaux (1896) y El anillo de hierro (1897). En 1899 contrajo matrimonio con el actor Joaquín Pardavé Bernal , también miembro de aquella compañia, y al año siguiente dio a luz al futuro creador de los personajes del Baisano Jalil y Kikus Makakikus: Joaquín Pardavé Arce. Durante los primeros años del siglo XX trabajó al lado de su marido en una compañía que se presentaba en el teatro Guillermo Prieto y otros teatros periféricos, y posteriormente encabezó otras compañías que hicieron temporadas en teatros como el Lelo de Larrea y el Renacimiento. Sin embargo, nunca alcanzó el éxito que logró como actriz infantil y se retiró tempranamente de los escenarios. Separada de su primer marido, murió a los 34 años mientras intentaba dar a luz a su séptimo hijo.
Entre las numerosas obras que interpretó se mencionan: La verbena de la Paloma (1896); El rey que rabió, Las campanas de Carrión, Quien fuera libre, Viva mi niña, El Húsar (1897); Niña Pancha, Sueño Dorado, Viva mi niña (1900); Los granujas (1902); La guerra santa, El cabo primero, La señora capitana, El señor Joaquín, La pata de cabra (1905) y Mándame a Sea o Las cortes de Napoleón (1907).

ARCE, DAVID N.
Actor, director e investigador, participó en divesos grupos experimentales antes de dedicarse a labores académicas, entre las que cabe mencionar la elaboración del apéndice a la Reseña histórica del teatro en México, de Enrique de Olavarría y Ferrari.
Debutó como parte del elenco del teatro de Orientación en el estreno de Knock o el triunfo de la medicina (1933), a la que siguieron algunas otras obras como actor del mismo grupo. En 1938 fundó El Club dramático, con el que presentó las obras La cuadratura del círculo (1938) y Cardenio (1939), entre otras. Posteriormente se incorporó al Proa Grupo, y con ellos actuó en el monólogo Cardenio (1942), que él mismo había presentado tres años atrás, y El barco tenacidad (1942). Después de algunas participaciones más como actor se dedicó a labores académicas y bibliotecológicas. Publicó diversos estudios documentales, entre los que destaca la Nómina de espectáculos, que en 1961 fue publicada como apéndice actualizado de la Reseña histórica del teatro en México. Este documento sobresale por constituir un seguimiento riguroso de la actividad teatral que mes con mes se desarrolló en los teatros de la Ciudad de México entre los últimos días de 1911 y 1961.
Además de las anteriores, participó en las obras Antígona (1932) y El divino impaciente (1941).

ARCOS, RAFAEL
Actor, por espacio de 25 años realizó giras a nuestro país, en las que se presentó tanto en la Ciudad de México como en el interior del país.
Debutó en el teatro Arbeu en 1897, presentando, a decir de Mañón, un espectáculo de transformismo al estilo de Leopoldo Frégoli. 20 años después volvió con su propia compañía para trabajar al lado de María Tubau, Julio Taboada y otros actores. Dicha Compañía de Comedias y Variedades presentó en el teatro Ideal las obras Retazo, El genio alegre, Malvaloca, Lluvia de hijos, Levantar muertos y Los abejorros, entre otras. Su presencia intermitenete en los escenarios arroja pocos datos sobre su actividad, registrándose acaso una nueva temporada en 1921.
Otras de las obras en las que participó fueron: Beverley, La caseta de la feria, El doctor Jiménez, De balcón a balcón, Amor a oscuras, El amigo Teddy, Jarabe de Pico, Lluvia de hijos, La gran familia, El rayo, El flechazo, La casa de los milagros, El afinador, La Gioconda (1921).

AREU (Arvide), RODOLFO
(Cd. de México, 1896 - Cd. de México, 11/06/1963)
Actor y bailarín, trabajó en múltiples compañías y espectáculos de variedades con los que recorrió México, América y Europa.
Hijo del actor Ricardo Areu y la corista Virgina Arvide, debutó en 1905 en la compañía Infantil de Cuentos "La Boite", al lado de los también niños Ernesto Finance y Ricardo Mondragón. Posteriormente formó una pareja de baile con su hermana Fernanda y se especializó en las tareas de "maestro de evoluciones", lo que hoy es un coreógrafo. Con ese cargo trabajó en la compañía de María Conesa, con quien estrenó Ilusión y realidades (1920), y más tarde en la Cía de los Follies Hnos Tarazona. Con su espectáculo de baile viajó por toda la República, Centro, Sudamérica, Las Antillas y Europa, antes de adentrarse en los teatros norteamericanos, donde trabajó largas temporadas. Dirigió las coreografías de diversas películas de Hollywood, entre las que destacan La luciérnaga, Una entre un millón y La muchacha del Oeste. En su madurez creó un personaje conocido como Mr. Joe, una especie de clown musical con el que se presentó por años en centros nocturnos del norte del país y parte de los Estados Unidos.
Algunas otras obras en las que participó fueron: Colombina quiere joyas, Y los sueños, sueños son... , Hojas sueltas, México lindo, El alma del volcán y el metéoro (Todas en 1921).

ARMENDARIZ, PEDRO
(Cd. de México, 1912 - Los Angeles, Cal., EUA, 1963)
Actor, antes de convertirse en una de las máximas figuras del cine nacional realizó algunas temporadas teatrales como parte del Pan-american Theatre.
Estudió en Estados Unidos y regresó a nuestro país para debutar en el cine alrededor de 1935. Participó en más de 100 películas, tanto en México, como en Hollywood y Europa. Entre los más importantes filmes que protagonizó se cuentan La bandida, Distinto amanecer, El tejedor de milagros, We are strangers y Border river. Por sus interpretaciones llegó a recibió importantes premios nacionales e internacionales, entre ellos, la Palma de Oro de Cannes, por María Candelaria; el León de Oro de Venecia, por La perla; y dos premios Ariel por La perla y El rebozo de Soledad. Sin embargo, antes de estelarizar su primera película, perteneció durante casi dos años al Pan-american theatre de Fernando Wagner, grupo que representaba obras en ingles. Con este grupo llegó a presentarse en el Palacio de Bellas Artes con las obras Strange bedfellows, Tomorrow is another day, Boy meets girl, Night must fall, Ashes of a dream y Amor a 55 grados, esta última cuando el grupo cambió su nombre por el de Teatro Panamericano y comenzó a representar en español.
Entre las obras en que participó como actor se encuentran: Strange befellows, Tomorrow is another land, Boy meets girl, Night must fall, Ashes of a dream y Amor a 55 grados (Todas en 1940)

AROZAMENA, AMPARO
(Cd. de México, 1916 - 30/04/2009)
Actriz y vedette de gran versatilidad, ha vivido la transición del espectáculo teatral desde la tradicional revista mexicana hasta la moderna comedia musical.
Integrada desde niña a la actividad teatral, formó con sus hermanas un cuarteto de baile que recorrió Centro y Sudamérica representando números mexicanos. Durante dicha gira filmó en Argentina su primera película: Las calles del ensueño. De regreso a nuestro país, 9 años después de iniciada la gira, filmó su segunda película: Almas encantadas (1935) y se incorporó al elenco del teatro Politeana, para pasar más tarde a la compañía de Roberto Soto y posteriormente a la de Joaquín Pardavé, con quien protagonizó las revistas El proceso de la canción y Rival (1935), ésta última con música de Agustín Lara. A partir de entonces ha interpretado personajes de tipo cómico al lado de las hermanas Blanch, Manuel Medel, el Chino Herrera, Manolo Fábregas, y Cantinflas, con quien inauguró en 1953 el Teatro de los Insurgentes, con la obra Yo Colón (1953). Ha participado en incontables comedias musicales, entre las que se encuentran Cabaret (¿?), Promesas (¿?) y La mujer del año (1995). También se ha desempeñado como actriz de reparto en series televisivas como Los Beberly de Peralvillo y El Show de Eduardo II. En 1963 recibió el premio a la mejor actriz cómica de la televisión y en 1995 recibió un premio especial por parte de la APT.
Otras de sus obras como actriz son: El furor del yo-yo (1933), Alma torera, El último fresco (1934); El ídolo maya, El pueblo es feliz, El peso murió, Foul, La vedette esperada, Arriba Pombo, Robador de estrellas (1935); La ley de Herodes, Lo Truman o lo dejan, Se solicitan diputados, El tope de los precios. Escoja su candidato, Se acabaron los ateos (1940); Alma América (1941); En boca cerrada no entran moscas, La fuga del nopalito, ¿Qué de dónde amigo vengo?, Los tres mosqueteros... eran cuatro (1942); La vida en broma, Americana soy, Los lunares, Faisán azul (1943); Otro domingo siete (Conozco a los dos), Panchita murió, Kikarolandia, La política de la bamba, La feria del hueso, Yo no soy marinero (1946); Palitos en revistas, Los millones de la viuda alegre (1947); Una madre a toda M... (1985), Calle 42 (1990), El guardián de los cielos (¿?), La pulga en la oreja (1994) y Llegaron los López (1996).

AROZAMENA, EDUARDO
(Cd. de México, 1880? - Cd. de México, 1951)
Actor conocido como el "Nanche", fue figura estelar del teatro Principal durante la primera década del siglo; destacó también como actor y director del cine silente.
Debutó alrededor de los 20 años con la representación de la ópera La Dolores (1899). A partir de entonces se incorporó al elenco del teatro Principal, donde participó en los estrenos de Chin Chun Chan, Los bohemios (1904) y La tregedia de Pierrot (1905), entre otras. Gracias a sus continuos éxitos llegó a convertirse en uno de los actores mejor pagados de su tiempo. Exiliado en Cuba durante el régimen militar de Huerta, fue figuar de los teatros habaneros. Al regresar a nuestro país se incorporó al naciente cine mexicano, participando en la película La soñadora (1917) y, posteriormente, en el cine sonoro de México y Estados Unidos. A decir de Pablo Prida, sus dotes de narrador lo hicieron famoso entre los propios actores y escritores, quienes recurrían a él para escuchar historias sobre su vida, frecuentemente alteradas por su imaginación. Recibió las Palmas de Oro del gobierno de Guatemala como homenaje a su labor artística, la ANDA bautizó con su nombre a la medalla más importante que otorga a sus agremiados.
Otras de las obras en las que participó fueron: Los estudiantes, Las bendiciones de San Antonio (Ambas en 1901); La venta de don Quijote, El solo de trompa, A casarse tocan o la misa a grande orquesta, La rifa del beso (1903); La reina mora, La pesadilla de Cantoya, Copito de nieve, La cuna (1904); La tragedia de Pierrot, La vara del alcalde, El perro chico, Las granadinas (1905); El amor en Solfa, Angelitos del cielo, La marsellesa (1906); La muñeca (La poupée), Entre rosas, (1908); Pepe el liberal, La alegría del batallón (1909); Abreme la puerta, La corte del faraón, Mano de Santo, Don Juan Tenorio (1910); Así son todas, El trust de los Tenorios, Las romanas caprichosas (1911); El príncipe casto, El país de la machicha (1912); La princesa está triste, A la luz de la luna, Los sufragistas, La toma de Berg-op-zoom, Pastor y borrego, Tratado de urbanidad, La victoria del general (1917); La viuda alegre, La tirana, La bella Etelvina, El cabo primero, El sexo débil, Quien fuera libre, El cuarteto Pons, El chico de las peñuelas, La bella Mariana, Cobafina, La bella Lucerito (1918); La agonía, La caída de las flores (1923); .

AROZAMENA, HERMANAS
Cuarteto de vedettes formado por Guadalupe, Luisa, Amparo y Carmen, hijas del actor Eduardo Arozamena, durante buena parte de los 20's y los 30's fueron figuras indiscutibles del espectáculo, tanto en México como en Sudamérica. Formaban un cuerpo de baile e interpretación de números mexicanos que duarnte casi diez años viajó por Latinoamérica, logrando incluso una temporada de cuatro años en Santiago de Chile.

ARVIZU, EMmA
(¿? - Cd. de México 25/6/1989)
Actriz, participó lo mismo en comedias ligeras de Boulevard que en el repertorio clásico de autores nacionales como Luis G. Basurto y Emilio Carballido.
Estudio en la Academia de Arte Dramático de la ANDA, donde tuvo como maestros a Seki Sano, Enrique Ruelas, Andrés Soler, Ignacio Guerra y Gustavo Villatoro. En 1954 debutó en el Teatro Gante con la comedia Gigolo, que resultó un éxito y alcanzó las 1300 representaciones. Dicho acontecimiento que marcó un triunfo comercial para las comedias ligeras, la hizo merecedora del premio a la revelación como actriz de ese año. Posteriormente participó con igual éxito en las obras Cada quien su vida (1960), Señoritas a disgusto (1963 ), Te juro Juana que tengo ganas (1967 ) y A caza del amor (¿?), con la que se hizo acreedora a un premio de la crítica. Participó también en más de 15 películas y telenovelas.
Otras de las obras que interpretetó fueron: Gabriela y los cinco (1962), Las cartas de Mozart (1975), Garconniere, La última noche con Laura, Los desorientados y La emperatriz en vacaiones (¿?).

ASCENCIO, BLANCA
(¿? - México, 1934)
Cantante, formó parte del trío Garnica-Ascencio, con el que durante años se presentó en revistas frívolas y teatro de variedades.
Debutó alrededor de 1925 como corista de la Cía. Campillo y poco tiempo después se unió a su hermana Sara (¿Ofelia?) y a Julia Garnica para formar el trío Garnica-Ascencio, uno de los grupos musicales cuya presencia en las revistas frívolas contribuyó a la transición hacia el teatro de variedades. Entre las obras en las que intervino destacan Méxican Rataplán (reposición, 1927), La señorita emociones (1930), La copla mexicana (1931) y Furor Nacionalista (1931). En 1931 fue seleccionada en un concurso que organizó la Cervecería Central como la "Artista del año" y poco después realizó giras por Cuba y los Estados Unidos. Considerada por algunos cronistas como una de las mejores intérpretes de las primeras canciones de Agustín Lara, murió prematuramente, en 1934.
Otras de las obras en las que intervino fueron: La bomba, La señorita emociones (1930); Mujer, La copla mexicana (1931); El furor del yo-yo, Siluetas y mexicanerías, Tierra brava (1933) y Pinceladas y brochazos (¿?).

ASOCIACION DE CRONISTAS DE ESPECTACULOS TEATRALES Y MUSICALES
Véase Unión de Cronistas de Teatro y Música.

ASOCIACION NACIONAL DE ACTORES (ANDA)
Fundada en 1934 a partir de la disolución de la Unión Mexicana de Actores, agrupa a la gran mayoría de los actores y trabajadores del espectáculo.
A partir de desacuerdos suscitados con el entonces secretario general de la Unión Mexicana de Actores, Sr. Eduardo Pastor, un grupo numeroso de sus agremiados, entre quienes se encontraban Ricardo Mondragón, Virginia Fábregas, los hermanos Soler, Leopoldo Ortín, Manuel Sánchez Navarro, Sara García y muchos más, decidieron en 1934 la disolución de dicha agrupación y la integración de una nueva, misma que fue oficialmente constituida el 12 de noviembre de 1934. Su primera mesa directiva estuvo integrada por Fernando Soler, como secretario general, y Carlos Orellana, Felipe Montoya, Rodolfo Calvo, Emilio Romero y Alberto Galán, como miembros del comité ejecutivo, ocupando como primera sede oficial una habitación en el número 23 de la calle de Allende. Un año después, ya oficializados su registro y sus estatutos, y luego de que la agrupación fue aceptada como miembro de la Federación Teatral, Fernando Soler dejó la secretaría general en manos de Angel T. Sala, quien fungió como máximo dirigente de la Asociación hasta 1938, cuando fue destituido por un movimiento que encabezaba Jorge Mondragón, quien ocupó entonces la secretaría general. Cabe destacar que durante el periodo de Sala se consiguió la inclusión del Día del Actor en el calendario cívico del gobierno; y la afiliación de la Asociación a la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM); asimismo, se integraron a su estructura, en 1938, la Unión Nacional de Artistas de Variedades y Similares, La Unión Sindical de Cantantes de Opera y la Unión Jalisciense de Artistas de Variedades. Entre sus conquistas posteriores ocupa un lugar destacado la inauguración de la Casa del Actor, en 1944. Los agremiados que han ocupado la secretaría general, a partir de 1942, son Mario Moreno (1942-44), Jorge Negrete (1945-46 y 1950-53), Julián Soler (1947-49), Rodolfo Landa (1953-66), Jaime Fernández (1966-82), David Reinoso (1982-86), Ignacio López Tarso (1986-90), Julio Alemán (1990-94) y actualmente Humberto Elizondo. La Asociación ha formado parte de la Federación Internacional de Actores (FIA) y del Bloque Latinoamericano de Actores (BLA). También ha sufrido conflictos internos, siendo el más importante de ellos la escisión de 1977 que dio origen al Sindicato de Actores Independientes, de corta existencia.

ASPERO, ELISA
Actriz, durante más de 20 años trabajó para diversas compañías dramáticas, entre ellas las de Virginia Fábregas y Gloria Iturbe.
Son escasos sus antecedentes biográficos. Hacia 1911 formaba parte de la Cía. de Virginia Fábregas que presentó en el teatro Arbeu la comedia Los Fantoches, arreglo de Alberto Michel y José Castellasnos Haaf a la obra de Pierre Wolf titulada Les Marionettes. A ella siguieron los reprises de La segunda esposa, Tristes amores, La mujer X y La danza de la muerte (todas en 1911). Posteriormente participó en el estreno de La revolución mexicana (1914), a cargo de la Cía. de María Luisa Villegas, antes de volver a integrarse al elenco de Virginia Fábregas. Durante los años 30's trabajó al lado de Gloria Iturbe en las obras La doble pasión, Una muchacha insignificante (ambas en 1932) y Modelos de esposas (1933), entre otras.
Otras de las obras en las que actuó fueron: Sorpresas del divorcio (1911); La zarabanda de las pasiones (1919); Miss Beverly, Las alas rotas (1921); Una mujer sin importancia (1926); La primera mujer (1929), Cándida (1932), Aben-Humeya, y El hombre que se deja querer (1933).

ASPERO, VALENTIN
(Barcelona, España, 1891 - Cd. de México, 28/10/1961)
Actor, pese a su nacionalidad española se especializó en interpretar tipos mexicanos, así como en impulsar el sindicalismo entre los actores nacionales.
Hijo de los famosos actores catalanes José Asperó y Rosa del Castillo, se estableció en nuestro país a temprana edad, debutando hacia 1909, al parecer con la revista En la patria, original de Alberto Michel. A partir de entonces participó en algunas de las más importantes obras del periodo revisteril, entre las que se incluyen El terrible Vázquez (1912), Los efectos de la metralla (1913) y Mexican Rataplán (1925). Según narra Miguel Angel Morales, en 1915, mientras realizaba unas presentaciones en Puebla al lado de los hermanos Felicidad y Pepín Pastor, fueron procesados por supuesto encubrimiento a un general zapatista, sin embargo, cuando parecía que serían sentenciados por alta traición fueron liberados en circunstancias poco claras. Años más tarde trabajó en la filmación de El automóvil gris, una de las cintas pioneras en la cinematografía nacional. En 1922 participó activamente en el movimiento que desembocó con la constitución del Sindicato de Actores Mexicanos.
Otras de las obras en las que participó fueron: El país de los cartones, Marina (1917) El mundo en la mano, El santo de don Cleto (1921), Desnudo para familias, Del paraíso al cabaret (1928), El eterno Don Juan (1932), México a través de los siglos (1938), Zaza (1939).

ASTOL, SOCORRO
(Cd. de México, 1891 - Cd. de México, 28/01/1948)
Actriz, trabajó para innumerables compañías de drama y comedia y durante algún tiempo estuvo al frente de su propia empresa.
En 1912 debutó como parte de la Cía. de zarzuelas de César Sánchez que se presentaba en el teatro Alcázar. A partir de entonces trabajó para distintas compañías, como la de Joaquín Coss, antes de formar la propia en 1916. Con ella presentó las obras La garra, La pecadora, Don Juan Tenorio, Maldición de Dios, Malvaloca y Tierra baja (todas en 1916), entre otras. Posteriormente trabajó para múltiples compañías, entre las que se mencionan las de Ricardo Mutio, Luis G. Barreiro, María Teresa Montoya, Virginia Fábregas, las hermanas Blanch y la Cía. Misterio de Andrea Palma. También participó en la única temporada del Teatro de Ahora, interviniendo en la obra Emiliano Zapata (1932). Durante algunos años estuvo casada con Roberto Soto, con quien procreó a Fernando Soto "Mantequilla" y a Roberto Soto Astol. También fue madre de los actores Paco Astol y Socorro Astol (Sainz).
Otras obras en las que participo fueron: No tiene usted nada que declarar (1914), La Chocolaterita, Don Juan Tenorio (1915), La Conquista del Sol (1920), Arcadio es feliz (1924), La Lola (1929), Pepa Doncel (1929), Manos de Plata, La Educacion de los padres (1930); Lo que hablan las mujeres (1933), Sol de otoño (1937), El famoso Carbelleira, El convidado invisible (1940); Divorciados (1941) y Teresa de Jesus (1942)

ASTRACAN
Bufonada; pieza teatral cómica, disparatada y grotesca, pero de gran gusto popular. En nuestro país han sido exponentes de este género los actores Leopoldo Ortín y las hermanas Blanch, entre otros.

ATENEO MEXICANO LITERARIO Y ARTISTICO
Originalmente conocido como Sociedad de Autores Líricos y Dramáticos, fue la primer agrupación de autores constituida en el presente siglo con el objeto de "fomentar el arte dramático mexicano y solidarisarse con los intereses materiales de escritores, músicos y artistas".
Fueron sus miembros fundadores los señores Luis Frías Fernández, Miguel Lerdo de Tejada, Eduardo Macedo, Alberto Michel, Enrique de Olavarría y Ferrari, Juan de Dios Peza y Arturo Beteta, entre otros, quienes convocaron a los autores mexicanos a una reunión en el teatro Arbeu en la que se acordó la creación de una sociedad de autores. En dicha reunión, efectuada el 15 de enero de 1902, se eligió también la primer mesa directiva, que estuvo formada por Juan de Dios Peza, presidente; Hilarión Frías y Soto, vicepresidente; Alberto Michel, secretario; Carlos Valle y Gagern, prosecretario; y Enrique de Olavarría y Ferrari, tesorero. Asimismo, se eligió una comisión para la redacción de estatutos, mismos que dos meses después fueron aprobados junto con el nombre oficial de la sociedad, que a partir del 18 de marzo de ese año fue conocida como Ateneo Mexicano Literario y Artístico, siendo sus padrinos el presidente de la República, Porfirio Díaz y el secretario de Instrucción Pública, Justo Sierra.
En palabras de Olavarría y Ferrari, los estatutos "exponían el propósito de procurar el progreso de la literatura y las bellas artes, el fomento del buen gusto, la unión de literatos y la mutua protección de los socios". Asimismo, se establecía que "para realizar sus fines la Sociedad se serviría de conferencias públicas, audiciones musicales, conciertos y funciones teatrales, veladas literario-musicales, concursos y exposiciones. Como prevenciones de orden se recomendaba la caballerosa cortesía en los debates (y) la prohibición absoluta de tratar asuntos políticos".
Efectivamente, durante sus poco más de tres años de existencia el Ateneo funcionó más como un organizador de tertulias literarias y homenajes que como una agrupación sindical, función que cumplirían otras organizaciones fundadas a partir de 1904. Entre las múltiples actividades realizadas por el Ateneo destacaron los homenajes a Jesús F. Contreras, al pintor español Antonio Fabrés y al orador y periodista José Porrúa. Para mayo de 1905 el Ateneo tenía contemplado organizar los festejos por el tercer centenario de la publicación de El Quijote; sin embargo, su vida no llegó a tanto y ese mismo año suspendió definitivamente sus actividades.

ATTOLINI, JOSE
(Cd. de México, 1916 - Cd. de México, 1957)
Economista y escritor, algunas de sus obras de teatro fueron estrenadas por el Proa Grupo.
Licenciado en Economía y Doctor en Letras por la UNAM, Ocupó diversos cargos públicos y colaboró con las revistas Letras de México y Crisol. Escribió ensayos sobre temas económicos del estado de Veracruz. También publicó los libros de poesía: Desamor, Saludables , Mito y Testimonio, así como el volumen de cuentos titulado Honor y gloria. Su producción teatral se compone de cuatro obras, la primera de ellas, Suburbio (1938), fue estrenada durante la última temporada de la Comedia Mexicana. A ella siguieron Vertedero (1943) y Kupra (1944), ambas estrenadas durante las temporadas del Proa Grupo en el teatro del Sindicato Mexicano de Electricistas. Su última obra: Vecindad, no tiene registro de estreno.
Menos conocida es su faceta como director al llevar a escena en 1936 las obras Vivamos un sueño, se Sacha Guitry, El otro, de Unamuno, La señorita Julia, de Strindberg y Ligados, de O'Neill, entre otras.

AUB, MAX
(París, Francia 2/06/1903 - D.F., México, 1972)
Escritor, pese a ser considerado el dramaturgo más importantes de la generación del exilio español, algunas de sus obras capitales, sobre todo San Juan, aún no han sido representadas en nuestro país.
Hijo de padre alemán y madre francesa, desde los 11 años radicó en España, país al que siempre estuvo ligado. Desde joven mostró sus aptitudes literarias al dar a conocer sus primeras obras poéticas, narrativas y dramáticas, entre las que se mencionan Los poemas cotidianos, Fábula verde y Narciso. Fue director del periódico Verdad y, durante la Segunda República ocupó diversos cargos, entre ellos el de director del Teatro Universitario de Valencia, el de agregado cultural de la embajada española en Francia y el de secretario del Consejo Nacional de Teatro, entre 1937 y 1939. En su primera etapa como autor dramático dio a conocer las obras Crimen (1923), El desconfiado prodigioso, Una botella (1924), Un celoso y su enamorada (1925) y Espejo de avaricia, casi todas publicadas en su antología Teatro incompleto (Madrid, 1931). En ellas, a decir de Angel Berenguer, utiliza técnicas de vanguardia que persiguen "una forma estética que le permita expresar su especial visión de la realidad".
Después de su llegada a México, en 1942, desempeñó labores docentes en el Instituto Cinematográfico, entre 1943 y 1951, y más tarde, en la UNAM. Desarrolló también una intensa labor crítica en diversas publicaciones; entre ellas cabe mencionar su columna teatral en El Nacional, de 1947 a 1949, y la fundación de la revista Los Sesenta. Fue director de Radio Universidad y en 1958 fundó la serie discográfica Voz Viva de México, que a la fecha cointinúa editando grabaciones de los más importantes autores nacionales. De su amplia producción narrativa publicada en México cabe mencionar las novelas agrupadas en la serie El laberinto mágico, así comos sus relatos: Ciertos cuentos, cuentos ciertos y La verdadera muerte de F.F. y otros cuentos.
Su actividad en el teatro mexicano dio inicio en 1944 con el estreno de su obra La vida conyugal, a cargo del Teatro de México. Posteriormente el Teatro Estudiantil Autónomo (TEA) estrenó tres de sus obras: Melodrama, Tránsito y Una petición decente, durante una temporada realizada en 1946. Al año siguiente formó parte del primer consejo asesor del INBA que debía determinar sobre las temporadas teatrales de dicho Instituto. Otras de sus obras estrenadas fueron A la deriva (1947), La vuelta: 1947 (1948) y Deseada (1950). Sin embargo, gran parte de su producción teatral permenece inédita, o bien ha sido representada por grupos de aficionados o del interior del país, tal como ocurrió con La cárcel (1963) y Una botella (1970). Resulta particularmente significativa la espera de San Juan, obra escrita en 1943, que a decir de Octavio Paz, lo convierten en "uno de los pocos, si no el único autor teatral valioso de la última generación española". El propio Paz agrega que "la obra de Aub es teatro. No poesía en teatro, ni teatro poético, sino teatro verdadero, sustentado en la realidad de nuestra época y animado por la imaginación. Y esta es la única forma en que la poesía puede ser teatro: dramatizándose".
Otras de sus obras estrenadas son: Los guerrilleros (1948), De algún tiempo a esta parte (1996) y El rapto de Europa (¿?). Permanecen inéditas para la escena: Así fue, Cara y cruz, Comedia que no acaba, Discurso de la plaza de la Concordia, Dramoncillo, El puerto, El último piso, Entremés del director, Fábula del bosque, Jácara del avaro, Juan ríe, Juan llora, La vuelta: 1960, La vuelta: 1964, Los excelentes varones, Los muertos, María, Monólogo del Papa, Morir por cerrar los ojos, No, Nuevo tercer acto, Otros muertos, Pedro López García, Por Teruel, Que has hecho hoy para ganar la guerra, Un anarquista, Un olvio, Una no sabe lo que lleva dentro y Uno de tantos.

AUSTRI, JOSE
(Guadalajara, Jal., ¿? - Cd. de México, 1908)
Compositor y empresario, si bien es recordado por haber dirigido la compañía infantil más célebre de su tiempo, también compuso la música para numerosas zarzuelas.
Hacia 1873 figuraba ya como pianista en diversas compañías de género chico, pero se dio a conocer como compositor en 1876 con la zarzuela El paje de la virreina, libreto de Alfredo Chavero. Posteriormente trabajó como director en diversas compañías y colaboró con Luis Arcaraz en la música de La rifa zoológica (1890). Alrededor de 1895 se asoció con José Palacios para administrar una compañía infantil que poco antes fundara el empresario Antonio Guzmán y, a partir de entonces, se dedicó fundamentalmente a dirigir la Cía. Infantil Austri-Palacios, misma que rápidamente se convirtió en la más célebre en su tipo por contar con verdaderas promesas de la escena nacional. Durante casi 10 años dirigió obras para esta compañía, entre las que se citan Chin Chun Chan, El pobre Balbuena, El terrible Pérez y Los tres gorriones (todas en 1905). También fue empresario del teatro Riva Palacio en colaboración con Carlos Guerra.
Otras de las obras que compuso fueron: El cura de Jalatlaco y Perfiles y contornos (ambas en 1902).

AUSTRI-PALACIOS, COMPAÑIA INFANTIL
Una de las compañías legendarias en las postrimerías del siglo XIX, en su elenco debutaron niños que al iniciar el presente siglo se convirtieron en figuras principales del género chico nacional.
Fundada en 1894 por el empresario Antonio Guzmán, debutó ese mismo año en el teatro Nacional bajo la dirección de Miguel Rodríguez Gabuti, contando en su elenco con los niños actores Carlos y Joaquín Pardavé (padre del famoso baisano Jalil), Juan Navarro, Miguel Wimer, Delfina Arce, María Burgoing y las hermanas Vivanco, entre otros. La obra con que debutaron fue Don Juan Tenorio (1894), de Zorrilla. Posteriormente realizaron giras Por Orizaba, Córdoba y Pachuca, antes de regresar a México, en donde la compañía fue reorganizada por los empresarios José Austri y José Palacios. En 1895 abrió temporada en el teatro Arbeu presentando Marina, Chateau Margot y Las campanas de Carreón, obra en las que debutó la niña Esperanza Iris, quien rápidamente sobresalió como figura principal de la compañía. También formaron parte de esta compañía los actores infantiles Julio Manzano y Josefina Vélez, madre de la actriz Lupe Vélez. Pese al indudable éxito manifestado en sus largas temporadas, la actividad de la compañía también fue blanco de severas críticas, como ésta de Olavarría: "No es efecto de ridícula sensiblería, es efecto de arraigada convicción este nuestro modo de juzgar de compañías de su especie. Hemos reprobado ya ese género de industria perniciosa para míseras niñas y tiernas jóvenes, y condenable y execrable en los padres y empresarios que las lanzan a una carrera que ha sido, es, y seguirá siendo de perversión".
Otras de las obras que formaron el repertorio de la compañía fueron: La almoneda del Diablo, Robinson Crusoe, La niña Pancha y Las niñas desenvueltas.

AVECILLA, CEFERINO
(España, 1880 - Cd. de México, 1956)
Autor teatral y crítico, entre las obras que escribió destaca La condenada, escrita antes de radicar en México con el objeto de que fuera estrenada por María Teresa Montoya.
Desde joven ejerció la crítica teatral, primero para el diario La Tribuna, de Madrid, y después para las publicaciones La Voz, Libertad e Informaciones. Su primera obra: Silencio..., fue estrenada en 1913 en el Coliseo Imperial de Madrid, y antes de 1922 había puesto en escena casi una decena de obras, entre las que se incluyen El enemigo malo, Tupi-Palace, Las alegres chicas de Berlín, La mala tarde, Su majestad y El estudiante de Salamanca. Su primera obra estrenada en México fue La loba (1930), interpretada primero por Virginia Fábregas, y algunos años después por Prudencia Grifell. Radicado en nuestro país desde principios de los 40´s, fue colaborador del diaro Excelsior, en el que ejerció la crítica teatral. En 1946 María Teresa Montoya estrenó La condenada, obra escrita durante su reclusión en una prisión franquista. Un año después publicó el libro Archivo de Teatro. Opiniones, que recoge algunas de sus críticas sobre la escena mexicana. Durante su residencia en México perteneció a la Unión Nacional de Autores.

AVILA, ARTURO (Gandolín)
(1890 - 1941)
Actor denominadotransformista por su facilidad para representar tipos diversos, fue también autor de revistas y sketches con más de 300 títulos estrenados, la mayoría de ellos de carácter político y de actualidad.
Muy joven debutó como actor bajo el pseudónimo de Gandolín, logrando el reconocimiento con su propia obra, Sin contrata (1913), en la que representó él solo a doce personajes. Como autor debutó en la carpa del teatro Apolo con El nuevo diputado (1907), una sátira "cómico-lírica" que, como gran parte de su producción, hacía mofa de la clase política y las noticias del día. De su abundante obra quedan pocos rastros, pero se sabe que escribió preferentemente para Leopoldo Beristáin obras como El cuatezón diputado (1920), La república Bolchevique (¿?), Las Calles de Don Plutarco (¿?) y Beris Gendarme (¿?).
Otras de sus obras son: Los efectos del pájaro (1908), Carpintería, Don Juan de Guarache (1909), Entre las ondas, México en cinta, El monoplano (1910); La mulata, Goyita, Las perlas de las antillas, La noche de San Juan, Jarabe mexicano (1919); Efectos del centenario (1921), Escuela de baile (1923), El capote de Armillita, Ulises Pollo, Sea franco, caballero... (1937), Bazar internacional (1940), Las dos repúblicas (¿?), Tricolor (¿?) y Antojitos mexicanos (¿?),

AVISADOR
Miembro de las compañías de repertorio cuya función consistía en anotar en una tablilla los horarios de ensayo y funciones para después darlo a conocer a todos y cada uno de los actores y técnicos.

AZUELA (González), MARIANO
(Lagos de Moreno, Jal., 1873 - Cd. de México, 1/03/1952)
Escritor, uno de los autores representativos de la llamada Novela de la Revolución Mexicana, su incursión en el teatro se debe sobre todo a las adaptaciones, realizadas por él y por otros, de sus propias obras narrativas.
Graduado en la Escuela de Medicina de Guadalajara en 1899, la combinación de su ejercicio médico con su afición por la literatura le permitieron acceder a los frentes de guerra y recuperar en sus novelas el ambiente y la problemática del México revolucionario. En 1914 se incorporó como médico a las fuerzas de Francisco Villa, pero un año después tuvo que huir a los Estados Unidos, donde publicó su novela más célebre: Los de abajo. De regreso a nuestro país, en 1916, desarrolló una amplia obra narrativa que abarcó más de 20 novelas, cuatro biografías, un ensayo sobre la novela mexicana y algunos volúmenes de relatos y cuentos. En 1942 recibió el Premio de Literatura y en 1949 el Premio Nacional de Artes y Ciencias.
Su actividad teatral se reduce a la adaptación de algunas de sus novelas y la creación de una obra original: El búho en la noche, la única de sus piezas dramáticas que no tiene como tema la Revolución Mexicana. Esta obra, junto con su propia adaptación de Los de abajo y de Los caciques, titulada en teatro Del Llano Hermanos S. en C., fueron publicadas en 1938 por Editorial Botas. Los caciques fue estrenada en 1936 por Julio Bracho y su grupo de Teatro de la Universidad. Por su parte, Los de abajo subió a escena por primera vez en 1929 a partir de una versión realizada por Antonieta Rivas Mercado que el propio autor desautorizó. De tal manera, su propia adaptación fue estrenada hasta 1950 por una compañía que dirigió Víctor Moya y en la que hizo su debut en un pequeño papel la actriz Nadia Haro Oliva. Otra de sus obras narrativas, Pedro Moreno, el insurgente (1951), fue estrenada por el propio Víctor Moya, aunque no se tiene precisión respecto a quien corresponde la adaptación. A decir de Magaña esquivel, "quizá no haya alcanzado Mariano Azuela el cabal conocimiento de la técnica de composición dramática, y por ello sus obras teatrales se ven esquemáticas o atropelladas; pero hay en ellas fuerza y sinceridad, y una auténtica sustancia del hombre y el medio mexicanos de la época".