25/7/25

Fuimos pioneros de la Unión Nacional Infantil

 

Yo encuentro dos formas de valorar la historia de la UNI: por lo que significó para sus miembros y por lo que representó para la sociedad. Comenzando por lo segundo, acaso haya sido la primera organización civil dedicada a promover la Declaración de los Derechos del Niño suscrita por la ONU en 1959. No tengo elementos para medir su influencia real, pero apostaría a que fue determinante en la incorporación de la infancia a los programas de acción de la Izquierda parlamentaria, aquella que defiende una cierta idea de país.
     Pero la labor de la UNI no se redujo a foros académicos y políticos, al contrario, su tarea más audaz fue la de aplicar dichos principios en una organización autogestiva de carácter nacional que propiciaba el acercamiento entre niños de diversas comunidades, en un ambiente de conocimiento y solidaridad. Puede decirse entonces que la mayor aportación de los pioneros fue pedagógica y social: durante poco más de un lustro tuvo oportunidad de promover entre cientos, quizá un millar de niños, actividades que combinaban la cultura, el deporte y la recreación con la concientización y el activismo en pro de los derechos irrenunciables de la infancia. 
     A casi 50 años de su fundación, los logros de la UNI deben verse sobre todo en la labor profesional y cívica de una generación de pioneros que aplicamos los principios allí afianzados. Somos un núcleo que quizás seguimos compartiendo una forma de entender la convivencia ética, que defendemos espacios de expresión y estamos abiertos al diálogo. No me cabe duda que así es. 
En lo personal, la pertenencia a esta organización resultó determinante para afrontar las decisiones más importantes en aquella etapa de mi vida. Yo entré tarde a los pioneros porque cuando la UNI se formó ya estaba por cumplir 14 años; sin embargo, tuve el privilegio de participar en casi todas sus etapas de expansión y consolidación. Recuerdo particularmente los cinco campamentos nacionales en los que me tocó participar desde todas las trincheras: al primero asistí como pionero; al segundo, como “becario” porque ya no tenía edad para andar en palomillas; en el tercero fui guía y al cuarto, fui como disidente: ya no era miembro de la UNI sino que iba por mi cuenta, en una tienda de campaña que instalamos con Ernesto Rincón y María Luisa Meléndrez en la zona de campamento. Escogimos para excursionar la misma semana que los pioneros, y andábamos todo el día con ellos, pero nos declarábamos disidentes ya no recuerdo por qué. Al año siguiente se realizó el quinto (no sé si el último campamento) y yo regresé a la organización como uno de sus tres coordinadores nacionales. 
     Entre 1978 y 82 los pioneros formaron parte central de mi vida (junto con las Brigadas Juveniles Comunistas, que eran la siguiente escala de la organización); allí conocí a mis primeras novias y supe también del desengaño. En esos años definí intereses y afinidades con algunos que siguen siendo mis grandes amigos, así como con otros con los que perdí contacto, pero a los que sigo apreciando. Después de un lustro en que sin darme cuenta dejé de ser un niño –aunque por mi aspecto nadie me lo creyera–,  lo más doloroso fue cuando tuve que declinar una invitación para asistir como guía al campamento de Artek, en la Unión Soviética. Si yo aceptaba pasar un mes de ensueño en aquella meca pioneril me vería obligado a postergar un año mi ingreso a la universidad. Y decidí que no. Aún hoy especulo qué hubiera pasado de haber tomado a los 19 años aquel avión de Aeroflot, pero siempre borro el “hubiera” y me quedo recordando el momento de tomar la palabra para decir: “gracias, pero no voy a aceptar”. Ese fue el más duro y valioso aprendizaje, el que me enseñó que ya era tiempo de iniciar mi propio camino.  
     Desde entonces me desvinculé de todo activismo militante; la universidad y luego la profesión me absorbieron por completo y durante años me olvidé de aquella etapa feliz de la adolescencia. A pesar de todo, cada tanto le dedico un pensamiento a la admirada Martha Recaséns, a Gaby y Micho Noyola, a Víctor y Azucena Osorio, a Claudia y Andrea B. Crevenna, a los Rincón Gallardo, a los Enríquez Barragán, a los Meléndrez, a los Rosas; a Ilya, Valia y Obdulia, de Chihuahua; a las Martinelli, los Gutiérrez, los Payán, los Olivos, los Lluvere; a Paco Koffman (o Kauffmann), a quien siempre lamenté no volver a encontrar… Fueron tantos amigos en tan poco tiempo que uno luego se olvida; pero si algún recordatorio cotidiano tengo es el ser uno de los pocos que terminó casándose con una ex pionera, así que, compañeros, “este puño sí se ve”.
    Sólo quiero agregar que uno de los libros que más me inquietó en la universidad no tiene que ver con mis estudios teatrales, sino con modelos de enseñanza: se trata del Poema pedagógico de Makarenko, que narra una experiencia de rehabilitación juvenil en la colonia Máximo Gorki durante los primeros años de la revolución. Pues guardando todas las proporciones del caso, pienso que los pioneros fueron lo más parecido a una poética experiencia pedagógica. 
        Así me fue en la feria.


14/7/25

30 años de Documenta Citru, Teatro mexicano e investigación

A finales de 1994 trabajábamos con José Ramón Enríquez y Estela Leñero en el diseño de una revista que mantuviera un diálogo directo con el quehacer teatral, que permitiera a la planta de investigadores del Citru dar a conocer sus avances de investigación y que concentrara información sobre temas de interés actual. Aunque teníamos claro el nombre de la revista y los contenidos del primer número, que abordaría el tema de la censura, los trabajos se retrasaron por la inesperada renuncia de Enríquez a la dirección del Citru y mi aún más inesperada toma de estafeta, materializada al mismo tiempo que coordinábamos la mudanza de los centros de investigación del INBA al recién inaugurado Centro Nacional de las Artes. En noviembre del agitado año de 1995  pudimos por fin lanzar la publicación, que contó con tres secciones fijas: para empezar, la denominada Carpeta especial a manera de dossier, la Agenda del Citru, dedicaba a las investigaciones en curso, y un Archivero que reunía colaboraciones diversas. En este número fundacional colaboraron plumas tan diversas como Maya Ramos, Tito Vasconcelos, Héctor Mendoza, Jaime Chabaud, Víctor Hugo Rascón Banda, José Antonio Alcaraz, y los académicos del Citru: Socorro Merlín, Jovita Millán, Israel Franco y Giovanna Recchia, entre otros. En el transcurso de dos años se publicaron cuatro números que concentraron en sus carpetas especiales los siguientes temas: Escuelas de actuación, para el cual escribieron Elka Fediuk, Hugo Salcedo, Luis de Tavira, Coral Aguirre, David Olguín y Emma Dib, entre otros; Teatro y nación, que recopilo artículos de Rodolfo Usigli, Vicente Leñero, Miguel Ángel Vázquez, Imelda Lobato y Leslie Zelaya, entre otros; y por último: Políticas teatrales, que contó con artículos de Christian Schiaretti, Jacques Veziná, Estela Leñero, Lindy Zesch, Otto Minera y Martha Toriz. Después tuvimos que abandonar el barco del Citru por un fallido canto de sirenas y la nueva dirección, a cargo de Omar Valdés, reorientó los contenidos y el diseño dando pie a una segunda época. Hoy en día los cuatro primeros números de Documenta Citru constituyen una singular colección a la que se puede tener acceso en formato digital. 

Para recordar las expectativas que nos trazamos, los dejo con la editorial del primer número, que comenzó con un singular título:


DIATRIBA

Parece mentira, pero Documenta nace al teatro y  sus confines y dedica su primer número a la negación del mismo, a su contraparte oscura, a la censura vil. No obstante, reconozcamos que si esta revista pretende ser testimonio histórico de todo aquello que gira en tomo a este arte de los mil demonios, tendrá que distinguir a la censura como una de sus más fieles enemigas.


Armando de Maria y Campos sitúa el primer ejercicio de censura teatral unos 400 años antes de Cristo, cuando Alcibíades hizo publicar en Atenas "una ordenanza mediante la cual se prohibía a todos los poetas nombrar personas en sus obras cómicas". De ahí en adelante, la "cólera" divina explotará sobre cómicos y dramaturgos, sobre brujos y alquimistas, cada vez que se aparten de los preceptos señalados. La censura proviene de quien pueda ejercerla, de los dueños del destino colectivo, de la autoridad gubernamental, siempre del poder; y su acción radica en autorizarse el derecho de intervenir en la vida pública y privada de los individuos y los grupos. La censura en el teatro abarca fundamentalmente dos aspectos: el religioso y el político; del primero se deriva la problemática moral y sexual, mientras que del segundo se desprenden las acciones contra los sectores críticos al Estado.


Pero la censura tiene también otras caras que provienen de sectores colaterales al poder: la intolerancia y la marginación. Podríamos describir la intolerancia como el gesto intempestuoso de quien no sabe conservar la calma ante aquello que le resulta inconcebible; es la acción poderosa del impotente. La marginación, por su parte, es el escenario de la periferia a donde ha sido confimado aquel cuyo arte no es digno de los estetas provenientes de Oxford y Milán. 


Ellas tres: censura, marginalidad e intolerancia se nos aparecen de vez en cuando para recordarnos que "el teatro no se manda solo, y qué carajos". Ellas tres se pasean susurrantes para invitar a su hermana la autocensura (tema aparte que en México daría para demasiadas confesiones), y mantener el buen rumbo de nuestra escuela española. Ellas cuatro, como apocalípticas jinetes, anuncian los lúnites de lo permitido con una sonrisa macabra y familiar que da a escoger entre el castigo flamígero y la automarginación

eterna. La censura y el teatro son dos opuestos inseparables Ying y Yang, uno persigue al otro para contenerlo, pero nunca se juntan.


Comenzamos, pues -una vez que hemos decidido entrarle al teatro por la cola-, esta aventura de papel que no pretende sino evocar y desglosar nuestra vida teatral en un tiempo en el que sucedieron muchas cosas en nuestro país.


Noviembre 1995

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Documenta Citru # 1 (Nov 1995) 

Carpeta especial: Teatro y censura

Descarga: http://inbadigital.bellasartes.gob.mx:8080/jspui/handle/11271/708


 

Documenta Citru # 2 (Junio 1996)

Carpeta especial: Escuelas de actuación 

Descarga: https://citru.inba.gob.mx/?id=293



Documenta Citru # 3 (nov-1996)
Carpeta especial: Teatro y nación 


Documenta Citru # 4 (Junio 1997)
Carpeta especial: Politicas teatrales








22/4/25

Los hermanos Pastor y su modesta revolución

 
¿Quién conoce a Felicidad Pastor, la primera directora de escena en México; a Eduardo, fundador del sindicalismo teatral, y a Pepín, uno de los primeros representantes de artistas? 

Siendo el teatro un fenómeno social, artístico y de producción, son muchos los factores que se entremezclan en el intento de encontrar un sentido a sus derivas. Qué teatro para qué público y en qué circunstancias, son las preguntas que nos hacemos con el ánimo de organizar la pesquisa. El estudio del que este artículo forma parte, se enmarca en un periodo concreto: de fines del siglo XIX hasta casi la mitad del XX, una etapa en la que el país, su cultura, y particularmente su teatro, experimentaron una violenta revolución que tuvo como consecuencia el surgimiento de nuevas identidades. El México que nació de esa prolongada transición horadó en sus raíces prehispánicas, enalteciéndolas con orgullo, y al mismo tiempo compartió inquietudes y propósitos de modernización con el resto del mundo. Pese a las dificultades del parto, puede decirse que, al final de aquel periodo, la restauración nacional se afrontaba con un contagioso optimismo. 

24/3/25

Jesús Hernández y sus espacios para la escena


Más allá de sus múltiples creaciones con otras compañías y proyectos, las colaboraciones de Jesús Hernández con la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana (la Orteuv) en el periodo que va de 2014 a 2022, fueron fundamentales para definir una renovada identidad artística. Comenzó con su incorporación al proyecto Psicomebutidos (2014), uno de esos casos en los que la definición del espacio transforma la concepción de la obra e incluso obliga a reescribir el texto. En diálogo con

23/3/25

Teatro anteopocósmico, edición 2025

(Foto de Antonio Prieto Stambaugh)

Formo parte de una generación cuya primera noción de teatro participativo nos la proporcionó el Taller de Investigación Teatral de la UNAM. Recuerdo muy nítidamente una madrugada de 1983 en la que, en punto de las 5:30am, acudí a una cita que, según marcaba la revista Tiempo Libre, debía congregarnos en el mercado de flores de constituyentes, en las faldas del cerro del Chapulín, donde iniciaríamos el trayecto denominado Aztlán, una acción que en su momento entendimos como la persecución del amanecer pues se trataba de caminar en grupo hacia la cumbre del cerro, justo a tiempo para ver el surgimiento del astro rey que, esa mañana, se revestía con el manto de una deidad prehispánica para integrarnos en un hecho comunitario y místico. “La intención del teatro antropocósmico – afirma Núñez– es la de hacernos conscientes de que nosotros somos el cosmos”. El trayecto continuaba más adelante con un descenso que, de manera alegórica, completaba el mítico viaje de regreso a Aztlán. Entre ejercicios mántricos y el movimiento habitual de quien comienza la jornada laboral en la Casa del Lago, volvíamos a nuestra realidad para dirigirnos después a nuestras propias actividades cotidianas.

Estudiaba yo el primer semestre de la carrera de

24/10/24

Códice Ténoch: el teatro de los hechos y la genealogía de los tres reinos

 


Como parte de la investigación para la escritura de Códice Ténoch / A soldier in every son, estrenada en 2012 en el Swan Teatro de Stratford Upon Avon, gracias a una coproducción entre The Royal Shakespeare Company (RSC) y la Compañía Nacional de Teatro (CNT), me di a la tarea de elaborar esta presentación que sintetiza en cinco minutos una historia de más de 30 años conformada por numerosos hechos bélicos y acuerdos que culminarán con el establecimiento de la famosa Triple Alianza en 1431. Los invito a picar el enlace y observar el video en pantalla completa para conocer este fascinante pasaje histórico. 



24/8/24

Mi tío el actor

Hace casi 20 años escribí esta novelita didáctica de la que Santillana editó unos cuantos ejemplares, mismos que pensaba colocar como parte del programa de bibliotecas de escuelas de la SEP, pero por alguna razón, la suspendió antes de dar el paso definitivo. De los ejemplares que se hicieron, yo tenía tres: uno se lo regalé a Emilio Carballido, dado que la obra que tomé como seguimiento para explicar el proceso de montaje fue precisamente de su autoría: Fotografía en la playa. Otro ejemplar se lo regalé a Marina de Tavira, actriz de aquel montaje dirigido por Raúl Quintanilla, y el último me lo quedé yo. Desde entonces me he preguntado qué hacer, así que he decidido escanearlo y subirlo como pdf, pero, por lo pronto, aquí unas cuantas imágenes para dar cuenta de qué va. 








Moncada, LM (2006) Mi tío el actor, bitácora del viaje por la creación de una obra de teatro. México. Santillana. 79 pp. 






9/7/24

Alvaro Custodio, ciudadano del teatro

 

Es probable que Alvaro Custodio no llegara a ser profeta en su propia tierra; incluso es demostrable que su obra surgió más como efecto colateral del exilio que como el fruto de una vocación temprana; lo cierto es que este minucioso y apasionante retrato de un hombre que fue empleado de la Sección de Criptografía del Ministerio de Información durante La Segunda República, que tomó las armas para reforzar la precaria resistencia de Barcelona, y que durante cincuenta años se dedicó a desempolvar al teatro clásico, nos revela a un españolísimo ciudadano del mundo y de esa patria chica llamada teatro, de la que también fue un habitante distinguido.

Además de desmensuzar la biografía crítica de un artista forjado en azarosas coyunturas, Juan Pablo Heras logra que Alvaro Custodio, ciudadano del teatro se lea como un vibrante relato sobre los puentes culturales entre España y México que el oscurantismo militar no logró dinamitar.  


Heras, J.P. Alvaro Custodio, ciudadano del teatro (2014).  Madrid. Ediciones Antígona, S. L.; 1st edition (1 enero 2014)



7/7/24

Meditaciones sobre economía de Simone Weil.

El pago de las deudas es necesario para el orden social, el no pago de las deudas, es igualmente necesario para el orden social. La humanidad oscila desde hace siglos, con hermosa inconsciencia, entre estas dos necesidades contradictorias. Por desgracia, la segunda lesiona muchos intereses en apariencia legítimos y no se hace respetar sin agitación y sin cierta violencia. Dice Proudhon que la propiedad privada no es mala ni injusta, sino imposible. Se entiende por propiedad no el hecho de poseer un bien cualquiera, sino el derecho –más importante– de prestarlo a interés de cualquier forma, sea alquiler, arrendamiento, dividendos... La demostración de Proudhon descansa sobre sobre una ley matemática muy clara: el rendimiento del capital implica una progresión geométrica. Suponiendo que el capital sólo produczca un interés del 1%, si se acrecienta siguiendo una progresión geométrica, lo hace a razón de 1+1 sobre 100. Toda progresión geométrica engendra números astronómicos con una rapidez que desborda la imaginación. Un simple cálculo muestra que cualquier capital, aunque sólo diera un interés insignificante del 1%, se duplica en un siglo, se multiplica por 7 en dos siglos y, con un modesto interés del 3% se centuplica en el mismo periodo de tiempo. Por lo tanto, es matemáticamente imposible que todos los hombres de un país sean virtuosos (prósperos) durante tanto tiempo... (por fuerza, habrá deudores permanentes). Por todo lo anterior, si para el orden social es necesario que se paguen las deudas, es más necesario aún que la gente no pague sus deudas.


Simone Weil, El poder de las palabras (2022). Ediciones Godot. Recuperado en: https://es.everand.com/audiobook/710592732/El-poder-de-las-palabras


15/6/24

De las sabandijas que habitan en palacio

Según el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, llámase sabandija a ese “animalillo imperfecto criado en la putrefacción y humedad de la tierra”, que por el desagrado que produce se le percibe en el bando de los impertinentes. La sabandija no es una especie animal, sino una categoría equiparable al de las alimañas y los bichos; su característica común es la molestia que produce, sea física o psicológica. Sabandijas son las garrapatas, con su capacidad para desangrarnos; las pulgas, que llegan a causar el tifus, o los mosquitos, que dios purgue su molesto zumbido en el infierno.  También entran en la clasificación algunos artistas y políticos. Las sabandijas son, ante todo, personalidades perturbadoras que, en ocasiones, son también disruptivas, es decir que encausan el malestar y provocan el cambio.  

5/6/24

Biodrama


Una conocida actriz de edad madura fue secuestrada hace algunos años y de hecho permaneció en cautiverio por 68 días. El asunto causó gran inquietud social y durante semanas los medios masivos encabezaron con ella sus secciones de espectáculos, de nota roja y hasta las políticas. Al ser finalmente liberada, la actriz declaró que no era posible que los ciudadanos pudiésemos vivir en esas condiciones de indefensión y que en adelante se dedicaría a combatir por sus medios la inseguridad imperante. Como primer paso en esa dirección aceptó una candidatura a jefe delegacional por parte de un partido político, aunque para su mala fortuna la campaña electoral se enredó en tales vericuetos organizativos que el resultado fue una aplastante derrota en las urnas. El fracaso político no inhibió a la actriz, quien reapareció tiempo después con la noticia de que había encomendado la escritura de una obra de teatro en la que representaría su cautiverio, así como las acciones y negociaciones que se habían realizado antes de conseguir su libertad, gracias, entre otros, al mediático jefe de la AFI. Aunque dicha declaración tenía como objeto anunciar el próximo estreno de la obra, éste hubo de retrasarse todavía más de un año al grado que, ahora que está a punto de llevarse a cabo, casi lo habíamos olvidado, o al menos había sido desplazado de nuestra memoria inmediatista por el aún más reciente secuestro de un famoso entrenador de futbol. Hay que decir que, a pesar de todo, el asunto reviste un legítimo interés público, aunque no sea por las razones que podrían suponerse en primera instancia, es decir, por la denuncia social que la obra procura enarbolar; el verdadero interés es mucho más morboso y radica en observar a una mujer que cada noche se desvive por traer a escena sus sentimientos de dolor, angustia, coraje, inquietud y esperanza. Si a ella le agregamos las más recientes declaraciones de la actriz, en las que manifiesta su temor ante la posible reacción de uno de los secuestradores, aquel con quien sostuvo el contacto más prolongado, y que, según se sabe, continúa prófugo, tendremos ante nosotros una obra de connotaciones extra teatrales: por un lado observaremos sobre el escenario a una actriz que se interpreta a sí misma recreando los momentos más difíciles de su vida, y, por otro, estaremos ante la posibilidad nunca remota de que entre nosotros, tal vez en la butaca vecina, se encuentre el incógnito secuestrador, quien como es natural no habrá logrado sustraerse a la fascinación de verse interpretado por un actor. Finalmente es de suponer que durante toda la temporada la actriz representará su papel suponiendo que, efectivamente, el secuestrador está ante ella, al acecho, y entonces ella trascenderá cada noche la ficción y alcanzará la transustanciación de un sentimiento auténtico. Es posible, finalmente, que seamos testigos inconscientes de un encuentro real que nos remite al denominado síndrome de Estocolmo del que tanto se ha hablado antes y del que no conocíamos esta variante. 

26/4/24

Libro de Oseas. 50 años de una desaparición política

Hace 50 años, entre el 25 y 26 de abril de 1974, fue capturado y desaparecido Ignacio Salas Obregón, fundador de la Liga Comunista 23 de Septiembre. ¿Quién fue este joven que durante un año tuvo en jaque al país y que al ser desaparecido tenía apenas 25 años?

Salas Obregón era estudiante de ingeniería del Tec de Monterrey y líder de las juventudes católicas quien, influido por la Teología de la liberación, abandonó la escuela en 1969 y viajó a Texcoco para unirse a los grupos de trabajo social y entrenamiento guerrillero que allí se reunían.

Trabó contacto con el profesor Raúl Ramos Zavala y con él y otros jóvenes formó una brigada cuya misión principal fue la elaboración de documentos de discusión y adoctrinamiento.

Conocidos como “los procesos” debido a la publicación del ensayo El proceso revolucionario, editan el periódico Madera, pero apenas habían publicado su primer número cuando Ramos Zavala muere en una redada policiaca en el Parque Hundido.

A partir de la muerte de Ramos Zavala, Ignacio se hace llamar "Oseas", como el profeta menor de la Biblia. En Madera publica su tesis de la universidad-fábrica, que algunos consideran una aportación a la teoría marxista.

En paralelo, establece contacto con otros grupos guerrilleros a lo largo del país y el 15 de marzo de 1973 funda con ellos la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), de la que será su primer dirigente.

“La orga”, como se le conoce internamente, constituye el intento más serio por estructurar un movimiento guerrillero de alcance nacional. Al mismo tiempo, detona un cambio en la estrategia gubernamental, que endurece sus métodos de contrainsurgencia dando pie a la guerra sucia.

Entre los operativos que Oseas orquesta está el fallido secuestro del empresario Eugenio Garza Sada, en septiembre de 1973, y la exitosa, aunque efímera, ocupación de Culiacán en enero del 74, conocida como Asalto al cielo.

También son conocidos sus esfuerzos por asociarse con Lucio Cabañas y las guerrillas rurales, pero la alianza nunca llega a fructificar. La desconfianza mutua provocará la dispersión de los esfuerzos.

El asedio policiaco consigue la infiltración de la Liga y, según testimonios nunca aclarados, provoca una purga interna de la que Oseas es señalado como responsable.

Todo ocurrió muy rápido, apenas un año después de fundada la LC23S, la noche del 25 de abril de 1974 Oseas es herido y capturado por el policia Nazar Haro, quien lo conduce al campo militar número uno.

A pesar de que existen testimonios y documentos que acreditan que fue interrogado y atendido de sus heridas en las semanas posteriores, no se volvió a tener noticia de su paradero.

Ignacio Salas Obregón formó parte de una generación de jóvenes desencantados del sistema político, que intentó acelerar los procesos de cambio mediante acciones armadas.

Mártires o criminales, estos jóvenes merecen una valoración más objetiva sobre el momento que les tocó vivir y el aparato represor que enfrentaron. #LibroDeOseas




15/2/24

Un actor fantasma en el bosque de niebla

 

Hace algunos años sumé a mis reliquias la experiencia que tuve como "actor pirata" de Victoria Abril (*). Ahora me toca compartir mi transfiguración en el fantasma de Ya no hay bosque de niebla, superposiciones múltiples a partir del Tío Vania de Chéjov, una coproducción de Teatro Línea de sombra y la Compañía Nacional de Teatro. 

3/2/24

El posdrama en México o La segunda expulsión del dramaturgo

El lado b de la materia

En 2016 fui invitado a participar en el coloquio denominado Los raros, autores y géneros excluidos de la literatura hispánica, pero, por azares de la vida, no pude llegar a la cita en la ciudad de San Luis Potosí y, como afirmé a los organizadores, mi inasistencia podría acrecentar el estigma que coloca a la literatura dramática como un género marginado en los estudios de literatura hispánica contemporánea. Aquí mis argumentos.

Desde el surgimiento de las vanguardias, ninguna disciplina de la literatura ha quedado más en entredicho que la dramaturgia, debatiéndose entre aferrarse a sus condiciones propiamente literarias o –a través de la escritura del tiempo/espacio de la escena–, desembocar en una consecuente renuncia al contacto impreso con el lector. Los estrenos de piezas escénicas que podríamos denominar de texto, día con día pierden terreno respecto de aquellas basadas en algo más que un guión de acciones. Si a eso sumamos la enorme cantidad de obras que se conciben como experiencia preformativa, por tanto irrepetibles, la distancia se acorta aún más. Entre las consecuencias lógicas está, pues, el hecho de que algunas de las más relevantes creaciones teatrales de la actualidad no llegan a publicarse y con ello se pierde la posibilidad de su análisis ulterior, a no ser que el estudioso domine la hermenéutica teatral…, y asista al teatro.  

16/1/24

El astrólogo fingido. Compañía de Repertorio de la FFyL (2000)

El astrólogo fingido, de Calderón de la Barca (2000)

 Si bien resulta indudable la vigencia que Don Pedro Calderón de la Barca mantiene en los escenarios de habla hispana, y aún en los de otras lenguas, se advierte la predilección por representar sus obras de carácter mitológico y filosófico, olvidándose casi siempre su amplia producción de comedias costumbristas o las denominadas de capa y espada. Es por eso que, como parte de la celebración por los 400 años de este ilustre dramaturgo y poeta, la Facultad de Filosofía y Letras, a través de

Los pilares de la cárcel, con la Compañía de Repertorio de la FFyL (2000)

El rey mago y Los pilares de Doña Blanca son dos piezas de un aliento que, sin embargo, encierran planetas enteros: en ellas hay juegos, hay pasiones y hay hermosas palabras que se apropian de los cuerpos.  En sus pliegues se esconden ilusiones y frustraciones de todos los pueblos del mundo, aunque reconozcamos en sus detalles la textura de algo que es tan solo nuestro; si recorremos con calma las calles y balcones por donde ambulan sus almas (que otros llaman personajes) nos será fácil escuchar el rasgueo de la guitarra y la procesión, saborear dulces de azúcar y amaranto, pasear la vista por sus adornos de barro y pasta de cartón.  

 En estas obras hay dos corazones prisioneros, dos

12/1/24

Filoctetes, de John Jesurun

Arturo Reyes en Filoctetes (2001)

“Filoctetes es un general griego miembro de la expedición militar a Troya. Es poseedor del arco y  flechas mágicos de Hércules. En el curso del viaje a Troya, Filoctetes es mordido por una serpiente. Recibe una herida tan dolorosa y debilitante que su amigo Ulises y sus compañeros lo abandonan en la isla desierta de Lemnos. Después de diez años los griegos han tenido poco progreso en el asedio de Troya. Un adivino les dice que sólo se puede ganar con el arco y las flechas mágicas de Hércules. Ulises y Neoptolemo, hijo de Aquiles, viajan a Lemnos por el arco. La obra empieza en este punto”.

 

Con esta sola acotación el autor nos plantea la situación

11/1/24

Adiós al Compa Saldaña

Cuando llegué a trabajar a Xalapa me topé circunstancialmente con un libro publicado por la Editorial UV que resultó inspirador para emprender el proyecto al que había sido invitado, así que se me hizo fácil solicitar a la editorial una donación de 25 ejemplares para entregar a cada uno de los actores y productores de la Compañía. El libro en cuestión es “Momentos de gracia: organizar lo imposible” (*) de Alejandro Saldaña, que narra el proceso mediante el cual un grupo de artistas callejeros termina levantando un emporio que hoy conocemos como Cirque du Soleil. Debo

3/1/24

Así pasan... Efemérides teatrales del 2024

 

En mi tradicional recuento de efemérides teatrales, este año se celebra un siglo del Teatro del Murciélago, el grupo vanguardista de Luis Quintanilla que, influido por el teatro de masas de Meyerhold, privilegió el movimiento y la composición visual por sobre el texto. Curiosamente, este tipo de “teatro sintético” no influyó el el teatro posterior, pero fue el germen para el auge del ballet folklórico nacional.
En 1924 se inauguró el teatro Regis, por lo que recogemos una anécdota singular de su apertura: a raíz de una trifulca en la cámara legislativa, en la que resultó herido el diputado Luis N. Morones, los empresarios Ortega, Prida y Castro Padilla decidieron promocionar su teatro con este sarcástico anuncio: <Teatro Regis, Av. Juárez no 77 (El teatro más lejano de la Cámara de Diputados)>. El chiste, sin embargo, desató la ira del legislador Gonzalo N. Santos, quien pistola en mano convenció a los empresarios de retirar su publicidad.
Continuando con las efemérides, celebramos 75 años de

23/12/23

La colección Bitácoras de teatro


PRINCIPIUM (*) 

Comenzó fines de 1994 como un proyecto académico según el cual Héctor Mendoza elaboraría un ensayo sobre su propia técnica, partir de lo que él consideraba sus aproximaciones discrepancias con Diderot Stanislavski, las fuentes primigenias de toda teoría sobre la actuación. Al cabo de algunos meses, Mendoza presentó al CITRU su primer avance de investigación; un artículo para el número uno de la revista Documenta. En él planteó lo que podríamos entender como una desviación providencial en el proceso de investigación: en primer lugar, ya no escribiría un ensayo sobre su propia teoría o técnica, sino sólo sus "rectificaciones" los postulados de los dos pioneros en el tema; en segundo, también la forma de su reflexión se modificaría al adoptar el diálogo como medio de exposición. 

        Al cumplir un año de investigación, Mendoza dio

Mamut, de Omar Argentino Galván


…La prehistoria

 

Vamos a hablar de mamuts: como ustedes saben un mamut es hombre o mujer / macho o hembra / pero sobre todo es un objeto / el clásico objeto de deseo / poco más que carne...Para que los vayamos ubicando los mamuts venden jabones aromáticos / cursan carreras relacionadas con la botánica / fatigan danza contemporánea o practican teatro experimental / nada que interese a nadie medianamente sensato... Un mamut para ser mamut / debe ir a la cama en la primera cita / eso es un mamut. Lo que uno se pregunta en estos casos es: ¿vale la pena escuchar tanta nada para descargar el resentimiento en polvos? / Cada quien lo sabrá. Lo cierto es que estar con un mamut es pura masturbación / masturbación asistida… o poco más que eso... ¿Queda claro lo que es un mamut? 

     Con este lenguaje salvaje y tierno Omar Argentino Galván traza la silueta de un cazador experto, de un predador nómada que, alejado de las costumbres de la tribu sedentaria en la que se educó, sale por las noches a buscar carne fresca. Se escuchan lejanos los ecos de una civilización que tampoco está contenta con su bienestar social. Hay confusión, ganas de arrancarse la piel y salir volando como un vampiro. Pero sólo algunos sacan el instinto a recorrer la media noche.

¿Qué es esto que se despliega ante nuestros ojos: poema, cuento, diario hiperrealista? La delimitación genérica se pone a discusión; digamos que es historia surgida de la pluma de un poeta repentista, trazo de una voz acostumbrada a propagarse en el espacio. En lo personal, desde la primera lectura lo escuché y lo imaginé. Por esa razón polemizo sosteniendo que se trata de un spoken word, poesía performática que invita a desdoblarse sobre el escenario. 

Cada quien lo leerá como quiera. Después de todo, quién es su autor sino un rapsoda que vive a tope su propia tour, un observador del mundo bien atento para procesar esos instantes de realidad de los que –no sabemos qué creer–, pudiera ser eventual protagonista. Por eso, habitantes del orbe, sugerimos repelente de mosquitos y que vengan sin cenar; la temporada de cacería se abre para todos. 


El libro se puede encontrar en 

 https://www.amazon.com.mx/Mamut-Omar-Argentino-Galv%C3%A1n-ebook/dp/B06XS65ZNH