Se presentó en el MUAC el libro-catálogo de la exposición Jardín de Academus, Laboratorio de Arte y Educación. El volumen consigna las acciones y piezas que 31 artistas nacionales e internacionales llevaron a cabo en las instalaciones del museo durante tres meses del 2010. Fueron varios los ejes del proyecto, tal como sostienen José Miguel González Casanova, curador de la exposición, y Jorge Reynoso Pohlens, Secretario técnico del museo y autor del prólogo, quienes hablan en primer lugar del interés estético de los procesos de producción artística, pero también de la interrelación del arte con la educación y con la comunidad específica en la que germina la pieza. En sentido estricto el libro es más un documento de discusión que un catálogo de obra; en sus páginas sobresale el discurso sobre la imagen, lo que tal vez resulte natural si nos atenemos a su naturaleza conceptual.
El día de la presentación llamó la atención el surgimiento de un tema adicional: la función del museo como espacio público. Un debate inusual para una presentación, pero sin duda interesante pues se confrontaron las posturas institucionales y la del curador con las de los críticos, en este caso Graciela Schmilchuck, Karen Cordero y Víctor Muñoz. ¿Fue una exposición golondrina o con ella se formaliza una línea de exploración de este museo, más orientado en su programación hacia el mercado del arte contemporáneo, llamado glamorosamente el mainstream? Por otro lado, ¿no era tal vez una selección excesiva de proyectos, situación que privilegiaba la mirada global sobre la apreciación del detalle? Allí están dos de las preguntas sobre la mesa.
Jardín de Academus se puede conseguir en la tienda del MUAC y supongo que en otras librerías de arte: allí encontrarán, entre 30 obras más, una breve documentación de mi acción FB. El Fin de la Amistad. También se pueden consultar algunos de los materiales en la página web del proyecto: http://jardindeacademus.org.mx/?p=21
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