En 2019 se cumplieron 250 años de la publicación de la Dramaturgia de Hamburgo de Lessing y 25 de su primera traducción al español, motivos ambos para prestarle un poco de atención.
Este libro emblemático (que se lee poco y mal) sentó las bases para la consolidación del teatro alemán, pero también fijó otros conceptos fundamentales, como son el de “dramaturg” o dramaturgista, así como los principios de la crítica de todos los componentes de la escena.
Compuesto por cien breves capítulos, cada uno propone una reflexión sobre diversos aspectos del trabajo interno y externo de la compañía. A pesar de no seguir un orden sistemático, la lucidez de sus apreciaciones lo hacen un referente en la conformación del juicio crítico.
Para conmemorar la efeméride armamos un club de lectura en Twitter que, comenzando el 1 de enero, invitó a leer y comentar empleando el hashtag #Lessing2019: un capítulo y un tweet cada día sobre lo que más llamó nuestra atención.
Como no era fácil de encontrar la publicación, pusimos en línea el libro invitando a descargar la primera parte del pdf en el siguiente enlace: scribd.com/document/39589
#Lessing2019 Introducción
Adelantamos algunas notas para contextualizar esto que durante cien días comentamos: el tema es la identidad de un teatro propio que no responde a reglas impuestas, sino a su natural interés.
Si Francia e Inglaterra consolidaron su teatro casi exclusivamente en las capitales, en Alemania los centros de actividad fueron numerosos (Biadziev, 1976). Eso se explica de alguna forma porque el Sacro Imperio Romano Germánico agrupaba a decenas de estados imperiales.
El primero que intentó encausar el teatro alemán en torno a una idea rectora fue el dramaturgo J.C. Gottsched (1700-66), pero en su anacrónica intención pretendió subordinar la creación a las reglas del neoclasicismo francés, vigentes desde el siglo anterior.
El actor Conrad Ekhof comprendió, por su parte, que la renovación del teatro pasaba por elevar el nivel de la preparación artística, la ilustración y la conciencia del actor (Biadziev), y con ese propósito funda en 1753 la primera Academia teatral de Alemania.
La Academia implicó la asistencia obligatoria a las sesiones para estudiar las nuevas piezas dramáticas, así como diversas cuestiones del arte escénico y las obligaciones del actor en sociedad. La Academia fue efímera, pero sirvió a Lessing de ejemplo.
Lessing comenzó su primer ataque serio contra el estado del teatro en sus 'Cartas sobre la literatura actual' (1754). Allí se lanza contra el reformismo de Gottscheld y el clacisismo francés, y aboga por el realismo teatral”. (Biadziev).
Antes de incorporarse al Teatro Nacional de Hamburgo, publica Laocoonte o los límites de la pintura y el arte (1766) que para el filósofo W. Dilthey constituye "el primer gran ejemplo del método analítico de investigación en el campo de los fenómenos del espíritu”
Con este bagaje a cuestas, así como el "favor del público" gracias a sus obras Miss Sara Sampson (1755) y Minna von Barnhelm (1767), Lessing acepta el puesto de «dramaturg» y desde esa posición hilvana día a día los fundamentos del nuevo teatro.
Conviene asentar, en principio, que la #DramaturgiaDeHamburgo se propone reflexionar –en cien entregas– sobre la actividad cotidiana del Teatro Nacional de esa ciudad para contribuir al gusto y desarrollo de un teatro propio.
Pero como el propio «dramaturg» afirma, no conviene acrecentar en exceso la expectativa del público: “Quienes prometen demasiado y quienes esperan demasiado se perjudican a sí mismos”
Como afirma el «dramaturg», se planteó superar el “sistema del primer actor-empresario (Prinzipalschaft)” que reduce el arte a un simple oficio y se propuso un proyecto de “interés comunitario” basado en la educación del gusto.
“Esta Dramaturgia debe efectuar un registro crítico de todas las piezas teatrales que se representan, y habrá de acompañar cada paso que aquí dé el arte, tanto del poeta como del actor.”
El público no tiene porque ser un crítico experto. “A una persona de buen juicio, si queremos educarle el gusto, bastará con explicarle por qué razón no le ha gustado una cosa”.
El Teatro Nacional de Hamburgo se inauguró en abril de 1767, bajo la tutela o consejo de doce ciudadanos, un director artístico, un cuerpo actoral y el propio Lessing como «dramaturg» o crítico interno del teatro.
Según la Enciclopedia Británica, se trató del primer teatro público no comercial, subvencionado por un grupo de ciudadanos ricos”. Su postulado era que el teatro “es una institución cultural que, como los museos, debería estar disponible para todos los ciudadanos”.
Y antes de comenzar, un poema de Lessing de esa época:
#Lessing2019 #Cap1 (1 de enero)
Desde su primera entrega, el «dramaturg» deja claro que la honestidad intelectual de sus juicios está por encima de la pertenencia al proyecto. Muy pronto se verá que algunos miembros de la compañía no estaban listos para su crítica.
Dos apuntes son relevantes en esta primera entrega: la necesidad de no prodigar en exceso los sentimientos heroicos (que entonces dejarán de serlo) y, en lo relativo a la tragedia cristiana, separar el martirio obligado del fanatismo, que estima repulsivo.
“El poeta dramático, al condescender con la plebe, desciende hasta ella para iluminarla y mejorarla, nunca para afianzarla en sus prejuicios”.
La primera duda del teatro fue si inaugurar con una obra alemana, lo que finalmente ocurrió al estrenarse la tragedia Olint und Sophronia de Cronegk, una inspiración fallida de la “Jerusalem liberada” de Tasso cuyos errores el «dramaturg» no intenta ocultar.
#Lessing2019 #Cap2
“Todo lo que pertenece al carácter debe surgir de las causas más naturales. Los milagros sólo los toleramos en el mundo físico; en el moral, todo tiene que seguir su curso natural, porque el teatro debe ser escuela del mundo moral”.
“El teatro no debería escandalizar a nadie, sea quien sea; yo desearía que pudiera y quisiera prevenir cualquier tipo de escándalo.” En eso sí que no estarán de acuerdo muchos que ven en el teatro la posibilidad de llamar la atención.
“En el drama, las convicciones deben corresponder al carácter adoptado por el personaje que las expresa; no pueden tener, por tanto, el sello de la verdad absoluta; basta con que sean poéticamente veraces.”
Pero la verdad poética, por otro lado, tiene que aproximarse de nuevo a la verdad; el poeta no puede pensar jamás de un modo tan poco filosófico como para aceptar que un hombre pueda querer el mal.”
Los dos primeros capítulos de #DramaturgiaDeHamburgo hablan del papel del poeta en el drama, con sentencias que ponen a prueba su vigencia. Pronto dirigirá su mirada a los actores.
“Hay que darse por satisfechos con la representación de una obra cuando, entre cuatro o cinco actores, alguno ha actuado a la perfección y los demás lo han hecho de un modo correcto.”
#Lessing2019 #Cap3
Primera entrega dedicada a la actuación, concretamente a la expresión de las sentencias morales, el «dramaturg» dice que “deben surgir del corazón y de allí pasar a la boca; no debe parecer que se ha pensado demasiado ni hacerla motivo de jactancia”
Las sentencias morales “deben ser dichas con una ligereza que no las haga parecer penosas extracciones de la memoria, sino fruto de la inspiración inmediata”.
“El sentimiento es, por encima de todo, el más controvertido de los talentos de un actor; el sentimiento es algo interno, pero tan solo podemos juzgarlo por sus características externas”.
Entre un actor que experimenta la emoción y otro dotado para la imitación mecanica, pero justa, de un sentimiento, el «dramaturg» se inclina por el segundo.
“Con tal que haya aprendido de un actor dotado de auténtico sentimiento las manifestaciones más perceptibles de la ira y sepa imitarlas fielmente –el paso precipitado, el pataleo, el labio tembloroso, etc.– se apoderará de su alma un oscuro sentimiento de ira”.
“La mayoría de los actores en las situaciones agitadas profieren tempestuosamente y en las tranquilas, musitan con calma. Nunca pensaron que el bordado debe destacarse sobre el fondo y que resulta de pésimo gusto bordar oro sobre oro”.
En sus postulados sobre el actor se aprecian similitudes con "La paradoja del comediante", que Diderot escribió en 1769, aunque se publicó años después; allí establece, entre otras cosas, que la razón debe estar por encima de la sensibilidad.
Dice Diderot: "Este temblor de la voz, estas palabras entrecortadas, el estremecimiento de sus miembros, la vacilación de sus rodillas, no son otra cosa que imitación pura, lección aprendida de antemano, cuyo recuerdo conserva el actor después de estudiarlas.
A propósito de Diderot y su "Paradoja", la forma dialogada de su alegato servirá de modelo a Héctor Mendoza para sus obras didácticas "Actuar o no" "Creator Principium" y "La guerra pedagógica"
#Lessing2019 #Cap4
El «dramaturg» hace analogía entre el movimiento de manos del actor y la quironomia, lenguaje y gesticulación estudiado por Quintiliano en «De institutione oratoria», y afirma que “en las sentencias morales, cada movimiento de mano debe ser significativo”
En el siguiente enlace se habla también de la quironomia como el lenguaje de manos del director de orquesta: interletras.com/canticum/quiro
Actualmente se usa también en los códigos del #soundpainting. En todos estos casos habría que decir que las manos constituyen "lenguaje" mientras que en la actuación sólo se trataría de expresión.
Sin embargo, en la ya citada "Anatomía del Actor" de Barba y Savarese hay todo un capítulo dedicado al lenguaje de las manos que, sobre todo para el teatro oriental, tienen una codificación precisa:
"Porque a donde quiera que vaya la mano, las miradas la siguen, donde van las miradas el pensamiento las sigue, donde va el pensamiento el sentimiento lo sigue, donde va el sentimiento allí está el «rasa» (experiencia estética)" Nandikeshvara. #AnatomíadelActor
El «dramaturg» alaba a la actriz Sophie Hensel sin saber que más tarde ella se quejará de las críticas y propiciará la primera crisis al interior de la compañía. Difícil trabajar para un teatro y mostrarse crítico con sus miembros, por muy didáctico que seas.
#Lessing2019 #Cap5
Shakespeare, que será punta de lanza contra el neoclasicismo, es citado por primera vez para hablar sobre actuación: “si no fue un gran actor, es posible que reflexione con mayor profundidad sobre dicho arte puesto que tenía mucho menos genio para ejercitarlo”
“El arte del actor ocupa una zona intermedia entre las artes plásticas yla poesía. Como pintura visible su ley suprema tiene que ser la belleza; pero como pintura transitoria no necesita dar a sus posiciones esa calma que hace tan imponente al arte de la antigüedad.”
En este punto es notoria la continuidad del pensamiento de su «Laocoonte,sobre los límites de la pintura y la poesía», que,según cita Jacinto Fernández, es “el primer gran ejemplo del método analítico de investigación en el campo de los fenómenos del espíritu”.
Sobre Laocoonte hay que decir que su crítica a las artes plásticas no aplica en abosluto al arte actual, ni en su concepto de belleza ni de inmutabilidad, pero sí describe con hondura su forma clásica.
“No pocas veces (el actor) contradice el sentido del discurso con tal de ser aplaudido. ¡Lo que habría que hacer es patearle! Pero la platea es a la vez poco competente y demasiado bondadosa, y acepta el deseo de quererla complacer como si el deseo fuese real.”
Cinco artículos ha dedicado el «dramaturg» a "desmontar" la pieza inaugural del Teatro Nacional. En ellos se despliegan ya sus intereses críticos y didácticos en torno a la poesía dramática, la actuación y el público (y apenas llevamos el 5% de lectura).
#Lessing2019 #Cap6
El «dramaturg» nos concede descanso dominical al reproducir en esta entrega el discurso inaugural del Teatro Nacional. Buen día.
#Lessing2019 #Cap7
Artículo misceláneo el séptimo, apuntala ideas que han ido surgiendo en las entregas precedentes y no termina de introducir un nuevo tema, pero deja dos o tres perlas para pensar en ellas.
“El genio se ríe de todas las distinicones y clasificaciones de la crítica”.
"Me quedo estupefacto cuando me dicen que he disgustado a alguno de mis lectores con mi juicio franco y sincero. Si les displace mi modesta libertad, en la que resulta impensable cualquier segunda intención, corro el peligro de disgustarles a menudo”.
“En una carrera de cojos, quien primero llega a la meta no deja de ser cojo por el hecho de ganar”. El comentario viene a cuento por una obra que ha ganado un concurso "no porque realmente fuese buena, sino porque era la mejor de las que disputaban el premio"
“Entre los ingleses, cada nueva pieza teatral tiene su prólogo y su epílogo, compuestos por el mismo autor o por un amigo suyo”. En México sólo Usigli se afilió a dicha práctica, influido por Shaw, y a últimas fechas también Edgar Chías lo acostumbra.
#Lessing2019 #Cap8
El «dramaturg» se concentra ahora en el verso y la declamación, comenzando por el problema de la traducción: “traducir buenos versos en buena prosa requiere algo más que exactitud; o por mejor decirlo, requiere algo distinto…"
“¿Dónde está el feliz versificador a quien la rima y la métrica no hagan decir algo de más o de menos, allí con más fuerza o delicadeza, o acaso antes o después de lo que hubiera dicho de no haberse sometido a semejante yugo?”
Se sabe lo que en música significa «tempo»; no el compás, sino el grado de lentitud o rapidez con que es ejecutado dicho compás. En la música esta uniformidad es necesaria para una expresión homogénea. La cosa es completamente distinta en la declamación.”
Resulta acorde con las leyes de la naturaleza que la voz emita con velocidad los (versos) menos significativos y que en lo más cargados de significación se detenga, los alargue y los acentúe, proyectando cada palabra y, en cada palabra, cada sílaba”.
“Es increíble el efecto que produce el ritmo siempre cambiante de la voz; y cuando a ello se unen las modificaciones de tono: agudos y graves, fuertes y débiles; también los tonos rudos y delicados, los contundentes y suaves, e incluso a los abruptos y fluidos:
entonces surgirá aquella música natural a la que se abre indefectiblemente nuestro corazón, porque siente que brota del corazón, y el arte sólo interviene en ella en la medida en que también el arte puede volverse naturaleza”.
#Lessing2019 #Cap9
El «dramaturg» Vuelve a Aristóteles para afirmar que “en el escenario queremos ver quienes son los seres humanos y sólo podemos verlos por sus hechos. Las bondades que hemos de atribuirles por boca de otros no pueden lograr que nos interesemos por ellos”.
“También en las más pequeñas acciones se puede plasmar un carácter”.
Dato curioso: El «dramaturg» reseña una nueva pieza en la que, curiosamente “no intervienen mujeres y la única que podía intervenir habría sido una amante glacial. "No aconsejaría a nadie que se aplicase a este tipo de trabajos no habituales" (y sigue):
"Estamos demasiado acostumbrados a la presencia mezclada de los dos sexos para que la total ausencia del sexo más atractivo nos provoque cierta sensación de vaciedad”.
#Lessing2019 #Cap10
“De los franceses –dice Voltaire–, los griegos hubieran aprendido una exposición más diestra y el arte de enlazar escenas de modo que el escenario nunca quede vacío”. Aquí empieza el verdadero objetivo del «dramaturg»: tirar el estilo francés de hacer teatro.
“De nosotros –sigue diciendo Voltaire, citado por el «dramaturg»–, habrían podido aprender cómo el poeta debe deslumbrar y sorprender con una serie de pensamientos nobles y brillantes”. “Oh, sí, ciertamente, cuántas cosas hay que aprender de los franceses”.
“¿De qué sirve objetar nada al señor de Voltaire? Él habla y todos le creen”. Sin embargo, el «dramaturg» inicia la ofensiva señalando el descuido de los escenarios franceses, salones llenos de gente y con ornamentos de pésimo gusto que no contribuyen a la ficción.
Aunque el «dramaturg» reconoce la importancia de la Semíramis de Voltaire, se ha propuesto a como dé lugar desmontar su fama y la de los autores franceces para convencer de la necesidad de impulsar un teatro propio.
#Lessing2019 #Cap11
“El poeta dramático no es un historiador, no relata lo que antiguamente se creía que sucedía, sino que hace que suceda nuevamente ante nuestros ojos; la verdad histórica no es su fin, sino únicamente un medio para engañarnos y conmovernos a través de la ilusión”
El «dramaturg» se detiene a analizar la aparición de fantasmas en escena para aguijonear a su adversario: “No hizo bien el señor de Voltaire al invocar ese espectro (de Hamlet) como precedente; lo deja en ridículo a él y a su fantasma de Ninus”.
“El espectro de Shakespeare viene de otro mundo,se presenta a una hora, en el silencio escalofriante de la noche, con todo el cortejo de fenómenos que solemos imaginar. En cambio,el fantasma de Voltaire ni siquiera vale como espantajo para aterrar a los niños”
“Un fantasma que se permite cosas contrarias a la tradición no es un fantasma auténtico. Todo lo que no fomenta la ilusión,obstaculiza la ilusión” ¿Será una opinión vigente?, nos preguntamos. ¿Cuántas formas de aparición sobrenatural recordamos en teatro y cuál fue la convención empleada?
En Shakespeare “el fantasma actúa sobre nosotros más a través del príncipe que por sí mismo. La impresión se transmite indirectamente y el efecto es demasiado intenso como para dudar de la causa extraordinaria. ¡Qué poco ha entendido Voltaire este recurso artístico!”.
“En cuestiones de gusto y de crítica, los argumentos extraídos de la religión son buenos, sin duda, para reducir al silencio a los adversarios, pero no son aptos para convencerlos.”
#Lessing2019 #Cap12
Siguiendo con fantasmas, el «dramaturg» insiste que para Voltaire su aparición es un prodigio y para Shakespeare, “un hecho natural”. La cuestión no es quién de los dos piensa más filosóficamente, aunque sin duda el bardo piensa en forma más poética.
Confrontados el estilo francés y el inglés, el «dramaturg» sostiene que “así como los ingleses tienen que atiborrar las piezas francesas de episodios –si han de gustar en sus teatros–, así nosotros debemos descargar de episodios las obras inglesas.
"A los alemanes nos satisface que la escena no sea más rica y embrollada... Las mejores comedias de un Congreve y un Wycherley, sin podarlas de esa vegetación excesivamente frondosa, nos serían insoportables”.
#Lessing2019 #Cap13
El «dramaturg» consigna que, “más de la mitad de los actores se han visto imposibilitados de actuar a causa de un brote epidémico”. Debíamos tomar la misma licencia y descansar este domingo…, pero lo que ha hecho la compañía es simplemente cambiar de obra.
El #Cap13 hace recuentos que no nos importan, salvo la consignación de una obra del propio Lessing: #MissSaraSampson, cuya longitud, por excesiva, suele ser abreviada en los teatros. “Me atrevo a poner en duda que el autor esté muy satisfecho con todos esos cortes", sentencia.
Comentario digno del «dramaturg» hacia la actuación de la señora Hanseln: “murió con extraordinaria dignidad, en una actiutd pictórica”.
(#MissSaraSampson es una obra inédita en México, aunque sigue formando parte del repertorio alemán.)
#Lessing2019 #Cap14
Respecto a la recepción de la crítica, afirma el «dramaturg» que “no siempre (los autores) podemos poner en práctica cuanto nos aconsejan nuestros amigos. Hay también errores necesarios”.
El «dramaturg» duda que “la tragedia burguesa llegue a estar en boga entre los franceses; se trata de una nación demasiado vanidosa, enamorada de los títulos y de otras distinciones externas”. (Contexto: faltan 20 años para la Revolución francesa).
#Lessing2019 #Cap15
El «dramaturg»vuelve a toparse con su víctima favorita, el señor de Voltaire, y otravez confrontado con el bardo de Avon. Si antes la comparación es en el empleo de espectros en escena, ahora al montaje de su "Zaïre" le opone un clásico dela tragedia isabelina
“Varias damas me han reprochado –dice Voltaire– que exista tan poco amor en mis tragedias. Yo les contesto que la tragedia no es el sitio más idóneo para el amor; pero que si necesitan unos protagonistas enamorados, yo se los daré, y tan bien como cualquiera”.
“'Ha sido el amor mismo el que ha dictado la Zaïre a Voltaire', dice un crítico con toda formalidad. Con mayor exactitud hubiera podido decir: la galantería. Sólo conozco una tragedia en laque el amor mismo tiene una intervención directa: Romeo y Julieta.”
“¿Es que Shakespeare –me preguntarán algunos de mis lectores–, tiene que ser siempre quien lo ha entendido todo mejor que los franceses?”
Un gesto técnico interesante: el «dramaturg» identifica que “los ingleses, quizá desde antes de Shakespeare, han tenido la costumbre de cerrar los actos, escritos en verso sin rima, con unos cuantos versos rimados.” Una verdadera convención teatral.
¿Es injusto comparar a Voltaire con Shakespeare? Dramaturgo exitoso en su tiempo, Voltaire no ha logrado mantenerse en el repertorio teatral contemporáneo. ¿Alguien ha visto una de sus obras? Y sin embargo, el «dramaturg» lo respeta.
#Lessing2019 #Cap16
“La única falta imperdonable del poeta trágico es dejarnos fríos.
“Deberíamos reflexionar que todas las cosas de este mundo dependen de la costumbre y de la opinión.”
El «dramaturg» sostiene en 1767 que, entre el teatro y la danza, el primero "está por encima" de la otra porque requiere de una fuerza espiritual que es superior a las “simples habilidades corporales”. #FuertesDeclaraciones. ¿Quién lo refuta?
Pero volviendo a Voltaire, afirma el
“¡Es ciertamente curioso ver hasta qué punto el gusto alemán se aleja en este caso de los países meridionales! Para los italianos, Voltaire es demasiado breve; a los alemanes nos resulta demasiado largo.”
#Lessing2019 #Cap17
El «dramaturg» critica a un autor afirmando que para los ingleses “es demasiado poco inglés; no actúa con la suficiente celeridad; filosofa demasiado antes de opasar a la acción, y demasiado poco cuando cree haberla realizado.
No obstante –afirma– la obra parece bastante buena para los alemanes, pues nos encanta encubrir el delirio frenético con un poco de filosofía.
Para alabar una interpretación, el «dramaturg» dice: “qué riqueza de gestos pictóricos con los que da, en cierto modo, cuerpo y figura a las consideraciones generales y transforma sus más íntimos sentimientos en objetos visibles”.
¿Qué otra cosa se puede cambiar más fácilmente que un título?”, sostiene nuestro «dramaturg» criticando a aquellos que con sus encabezados inducen abiertamente al error de interpretación.
#Lessing2019 #Cap18
A propósito del estreno de una obra de Marivaux, el «dramaturg» explica que la figura de Arlequín había sido proscrita del teatro alemán a partir de una proclama de Gottsched, quien en 1737 manifestaba su inlcinación por el clasicismo francés.
Sin embargo, lo único que se suprimió fue la apariencia y el nombre pues, en lugar de su tradicional traje de rombos, se vestía de blanco y se hacía llamar Hänschen. “¡Ciertamente, un triunfo del buen gusto!”.
El «dramaturg» se pregunta por qué, si podemos tolerarlo con un nombre extraño, no devolverle el suyo. Así no perderíamos tiempo explicando quién es en cada ocasión; “no hay que considerar a Arlequín un individuo, sino todo un género”.
Es destacable la reivindicación que el «dramaturg» hace de Arlequín como figura transgresora del canon francés y como punta de lanza para recuperar un teatro popular.
A propósito de Arlequín, vale la pena recomendar la soberbia edición que El Milagro ha hecho de La divina Comedia del Arte, de Rocío Echevarría.
“No es lucrativo nada que tenga la más mínima relación con las artes liberales, pero «haec animos aerugo et cura peculi Cum semel imbuerit…»" (Horacio: “Cuando esta enfermedad del dinero, esta manía de amontonar riquezas, haya penetrado en los ánimos…”)
#Lessing2019 #Cap19
El “Nosotros habríamos preferido” es una sentencia prohibida para el crítico. El «dramaturg» afirma que a todo mundo le es dado tener su propio gusto, pero nadie tiene el derecho darle un carácter de “universalidad” ni acomdar las reglas a su gusto.
Algunos autores son proclives al vértigo de acción, pero “cuando las situaciones se amontonan de tal modo es difícil que todas ellas estén suficientemente preparadas. Cuando tantas cosas nos sorprenden, es más probable que sintamos extrañeza que sorpresa.
Hasta ahora el «dramaturg» ha podido hacer plácidamente su trabajo crítico. Sorprende la autonomía con la que ejerce su criterio, hasta ahora no lo hemos visto defender irreflexivamente la elección ni ejecución del repertorio.
A partir de mañana es probable que las cosas cambien cuando el «dramaturg» comience a pisar los callos de algunos actores.
Gansemarkt theatre de Hamburgo. S. XVIII #Lessing2019
König Albert Theatre #Lessing2019
Die Stastsoper Hamburg #Lessing2019
#Lessing2019
#Lessing2019 #Cap20
Resultan casi cómicas las palabras que causarán la ira de la actriz contra el «dramaturg»: “sólo un defecto podría encontrarle, pero es un defecto raro y envidiable: la actriz es demasiado alta para su papel. Es como ver aun gigante con el fusil de un cadete”.
Más curioso es que, en el mismo artículo, aún sin estallar el conflicto, el «dramaturg» anticipe: “No voy a investigar hasta que punto es conciliable con la modestia femenina hablar de ciertas cosas tan crudamente”.
Esta simples palabras levantarán el primer obstáculo para el trabajo del «dramaturg», que, como se sabe, ha sido contratado para mejorar con sus opiniones el trabajo de la compañía. En los próximos días estallará una más cruda discusión al interior del grupo
En #notasdetraducción, pregunta el
Este “entonces”, con el “cuando” que sigue después, este “sólo”, este “realmente”, este “con ellos”… son precisiones que dan a la efusión del corazón todos los matices de la reflexión y transforman el cálido sentimiento en una gélida construcción lógica.
#Lessing2019 #Cap21
El «dramaturg» asocia dos obras que, “para el aficionado sería un placer verlas seguidas en una sola función”. La digresión que realiza para unirlas nos hace preguntar hasta qué punto el dramaturgista es un «curador».
“¿Nanine? ¿Qué clase de título es este? ¿Qué quiere significar? Ni más ni menos que lo que debe significar. Un título no tiene por que ser una receta culinaria. Cuanto menos revele el contenido, mejor será como título”.
Continuando con los títulos, el «dramaturg» se pregunta, “¿qué derecho de propiedad adquiere un poeta sobre un determinado carácter, por el hecho de haber sacado de él el título de su obra?
“Que alguien se atreva a crear, por ejemplo, un nuevo Misántropo… Aunque no adoptara ni un solo rasgo del de Molière, su misántropo siempre sería considerado una copia. Basta que Molière haya sido el primero en servirse de dicho nombre”
Lo irónico en este caso es que el propio Menandro ha sido opacado por Molière por el hecho de que su "Misántropo" estuvo perdido por siglos y apenas fue recuperado parcialmente en el s.XIX, cuando el de Molière ya se había adueñado del carácter.
#Lessing2019 #Cap22
El «dramaturg» destaca una comedia alemana (Die Kranke Fau, de Gellert) afirmando que “entre nosotros no faltan los tipos estrafalarios y más bien escasean los ojos capaces de verlos bajo su verdadera luz”.
#Lessing2019 #Cap23
Voltaire, qué duda cabe, se ha convertido en el villano favorito del «dramaturg», que ahora se ríe de las críticas que aquel hace al menor de los Cornielle por alterar evidencias históricas o incluso por asignar pasiones amorosas a una mujer de 68 años
La relación entre arte e historia es un asunto abordado recurrentemente en esta #DramaturgiaDeHamburgo, y en todos los casos se decanta por el carácter antes que por la veracidad histórica.
#Lessing2019 #Cap24
Continuando con la reseña de El conde de Essex, del joven Cornielle, el «dramaturg» concluye sobre la relación entre drama e historia:
Dejando de lado sus diferencias respecto a la “verdad histórica” en el teatro, el «dramaturg» coincide con Voltaire en que El conde de Essex es una obra mediocre, por muy ilustre que sea el apellido de su autor.
“Aquellos que han aprendido a juzgar una obra con más rigor son siempre los que frecuentan más asiduamente el teatro”
“La acción ha de ser clara, la intriga coprensible, el sentimiento bien desarrollado y natural, estas son las reglas primeras y esenciales”.
#Lessing2019 #Cap25
“El verdadero virtuoso no creerá que hemos advertido ni sentido su perfección, por mucho que lo proclamemos, si antes no advierte que tenemos ojos y sensibilidad para sus defectos”
“En su interior, (el virtuoso) se burla de todo aquel que le tributa una admiración sin límites, y sólo le satisface el elogio de quienes sabe que también tienen el coraje de censurarlo.”
Con estas afirmaciones cierra el «dramaturg» sus consideraciones sobre la actuación, motivado por el conflicto sufrido al interior del Teatro Nacional de Hamburgo, particularmente con una actriz que no ha recibido con agrado sus críticas.
Continuará...
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