3/9/13

House of cards y la reforma educativa

Más allá de la trascendencia que ha alcanzado como estandarte de la televisión por internet, House of Cards (Netflix, 2013) vuelve a capturar la atención como espejo aciago de la realpolitik, en este caso, de la campaña oficial para aprobar las leyes secundarias de la reforma educativa; pareciera que los estrategas han estado pendientes de eso que la ficción propone y han aplicado paso a paso el manual de guerra empleado por el marrullero congresista Frank Underwood, mezcla pavorosa de don Beltrone y Emilio Gamboa, quienes en esto de conseguir los resultados a cualquier precio se las saben de todas, todas. 
     Para quienes aún no la conocen, House of cards es una serie dramática sobre los entresijos del poder en los Estados Unidos, narrada a cámara por el propio protagonista (Kevin Spacey), líder de la bancada demócrata en el Congreso, quien después de haber sido marginado del gabinete por el presidente recién electo, decide mover los hilos secretos para demostrar quién manda en el Distrito de Columbia. El referente al que aludimos se encuentra, específicamente, en los capítulos 5 y 6 de su primera y, por lo pronto, única temporada, que tienen como asunto central la aprobación de la ley de educación que el nuevo presidente norteamericano ha lanzado como promesa de sus primeros cien días de gobierno. Uno llega a dudar quién está plagiando a quien en esta historia, porque las similitudes son asombrosas: un nuevo gobierno que se ha propuesto "transformar" la educación, congresistas sitiados por los  maestros, una opinión pública harta...; cuando parece imposible llegar a un acuerdo con los líderes sindicales, que han empezado a movilizarse para reventar la aprobación del congreso –lo que pondrá en entredicho la propia capacidad operativa de nuestro protagonista–, Underwood comprende que ha llegado el momento de acelerar el proceso de cabildeo, y lo hace por dos vías: en primer lugar, sembrando provocadores que radicalicen las acciones del sindicato, y, en segundo, operando en medios una campaña de desprestigio por la afectación que el movimiento magisterial está causando entre los ciudadanos. La manipulación de datos y la telenovela construida alrededor de esos villanos que se dicen maestros, resultan una calca de los pasos que, en concordancia, la clase política y la comentocracia mexicana han dado en los últimos días de agosto, lo que resulta natural pues –ahora podemos advertirlo–, el libreto ya estaba escrito.
Un sólo asunto ha faltado para producir una copia fiel de la ficción televisiva; cuando la muerte de un niño que debiera estar en clases hace al congresista preguntar: "¿qué hacía ese niño en la calle?"... Inmediatamente las baterías se enfocan hacia los maestros que han lanzado al pequeño hacia una muerte evitable. En ese momento queda claro que la batalla está prácticamente perdida para el sindicato. 
    Pensar que hace apenas unos meses los medios de comunicación acusaban a los manifestantes del 1D de buscar afanosamente un muerto entre sus filas para prender las mechas de la rebelión. En este caso se han invertido los papeles; ahora es el gobierno el que se frota las manos ante la posibilidad de un suceso trágico que criminalice de manera definitiva a los maestros.
     ¿Se ha conjurado esta posibilidad? Sabemos que el congreso y el gobierno ganaron el round de la aprobación parlamentaria, pero desconocemos lo que ocurrirá en los próximos días, cuando las fiestas patrias y la agenda energética se sumen al ruido provocado por la ley educativa, así que, señores, aún nos faltan por ver algunos capítulos de nuestro particular Castillo de naipes. 
     Por lo pronto, queda claro que la ficción televisiva (no toda, por desgracia) ha decidido convertirse en reflejo de la realidad más inmediata, tal como nos lo demuestra esta brillante serie. Todavía quedan muchos tabúes por derrumbar y, sobre todo, un gran monopolio por desmantelar; pero al menos queda constancia de que la caja no era la idiota, sino aquellos que piensan y operan como si todos fuéramos de su condición.