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25/7/25
Fuimos pioneros de la Unión Nacional Infantil
7/7/24
Meditaciones sobre economía de Simone Weil.
El pago de las deudas es necesario para el orden social, el no pago de las deudas, es igualmente necesario para el orden social. La humanidad oscila desde hace siglos, con hermosa inconsciencia, entre estas dos necesidades contradictorias. Por desgracia, la segunda lesiona muchos intereses en apariencia legítimos y no se hace respetar sin agitación y sin cierta violencia. Dice Proudhon que la propiedad privada no es mala ni injusta, sino imposible. Se entiende por propiedad no el hecho de poseer un bien cualquiera, sino el derecho –más importante– de prestarlo a interés de cualquier forma, sea alquiler, arrendamiento, dividendos... La demostración de Proudhon descansa sobre sobre una ley matemática muy clara: el rendimiento del capital implica una progresión geométrica. Suponiendo que el capital sólo produczca un interés del 1%, si se acrecienta siguiendo una progresión geométrica, lo hace a razón de 1+1 sobre 100. Toda progresión geométrica engendra números astronómicos con una rapidez que desborda la imaginación. Un simple cálculo muestra que cualquier capital, aunque sólo diera un interés insignificante del 1%, se duplica en un siglo, se multiplica por 7 en dos siglos y, con un modesto interés del 3% se centuplica en el mismo periodo de tiempo. Por lo tanto, es matemáticamente imposible que todos los hombres de un país sean virtuosos (prósperos) durante tanto tiempo... (por fuerza, habrá deudores permanentes). Por todo lo anterior, si para el orden social es necesario que se paguen las deudas, es más necesario aún que la gente no pague sus deudas.
Simone Weil, El poder de las palabras (2022). Ediciones Godot. Recuperado en: https://es.everand.com/audiobook/710592732/El-poder-de-las-palabras
5/6/24
Biodrama
26/4/24
Libro de Oseas. 50 años de una desaparición política
Hace 50 años, entre el 25 y 26 de abril de 1974, fue capturado y desaparecido Ignacio Salas Obregón, fundador de la Liga Comunista 23 de Septiembre. ¿Quién fue este joven que durante un año tuvo en jaque al país y que al ser desaparecido tenía apenas 25 años?
Salas Obregón era estudiante de ingeniería del Tec de Monterrey y líder de las juventudes católicas quien, influido por la Teología de la liberación, abandonó la escuela en 1969 y viajó a Texcoco para unirse a los grupos de trabajo social y entrenamiento guerrillero que allí se reunían.
Trabó contacto con el profesor Raúl Ramos Zavala y con él y otros jóvenes formó una brigada cuya misión principal fue la elaboración de documentos de discusión y adoctrinamiento.
Conocidos como “los procesos” debido a la publicación del ensayo El proceso revolucionario, editan el periódico Madera, pero apenas habían publicado su primer número cuando Ramos Zavala muere en una redada policiaca en el Parque Hundido.
A partir de la muerte de Ramos Zavala, Ignacio se hace llamar "Oseas", como el profeta menor de la Biblia. En Madera publica su tesis de la universidad-fábrica, que algunos consideran una aportación a la teoría marxista.
En paralelo, establece contacto con otros grupos guerrilleros a lo largo del país y el 15 de marzo de 1973 funda con ellos la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), de la que será su primer dirigente.
“La orga”, como se le conoce internamente, constituye el intento más serio por estructurar un movimiento guerrillero de alcance nacional. Al mismo tiempo, detona un cambio en la estrategia gubernamental, que endurece sus métodos de contrainsurgencia dando pie a la guerra sucia.
Entre los operativos que Oseas orquesta está el fallido secuestro del empresario Eugenio Garza Sada, en septiembre de 1973, y la exitosa, aunque efímera, ocupación de Culiacán en enero del 74, conocida como Asalto al cielo.
También son conocidos sus esfuerzos por asociarse con Lucio Cabañas y las guerrillas rurales, pero la alianza nunca llega a fructificar. La desconfianza mutua provocará la dispersión de los esfuerzos.
El asedio policiaco consigue la infiltración de la Liga y, según testimonios nunca aclarados, provoca una purga interna de la que Oseas es señalado como responsable.
Todo ocurrió muy rápido, apenas un año después de fundada la LC23S, la noche del 25 de abril de 1974 Oseas es herido y capturado por el policia Nazar Haro, quien lo conduce al campo militar número uno.
A pesar de que existen testimonios y documentos que acreditan que fue interrogado y atendido de sus heridas en las semanas posteriores, no se volvió a tener noticia de su paradero.
Ignacio Salas Obregón formó parte de una generación de jóvenes desencantados del sistema político, que intentó acelerar los procesos de cambio mediante acciones armadas.
Mártires o criminales, estos jóvenes merecen una valoración más objetiva sobre el momento que les tocó vivir y el aparato represor que enfrentaron. #LibroDeOseas
11/1/24
Adiós al Compa Saldaña
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9/10/23
Mi vida en la butaca
Lo mejor que podría hacer para recomendar este ensayo es citarlo una y otra vez porque sus argumentos son cristalinos y contundentes. “Yo les hablo desde el lugar de quien contempla”, dice a rajatabla, y en ningún momento titubea en su postura a pesar de que –ahora lo saben todos–, su autor(a) suele hablar también desde el lado del que se “es mirado”. No es el caso de este escrito, especie de apología de la contemplación escénica, que desde la butaca recorre un abanico de temas digno de un tratado mayor, hasta desembocar en la definición que el prestigiado Diccionario Pavis tiene del término “Espectador”: no existe. En alguna medida “se reconoce la acción, pero no al sujeto”, sostiene Jimena Eme, digo, Augusto Blanco, y con esta sentencia confirma que allí radican buena parte de los malentendidos y desencuentros entre público y artistas. Mi vida en la butaca es una lúcida e implacable declaración de amor al arte de espectar, que corrige con elegancia a Brook y a Brecht, así como a otros creadores que no han mirado que del otro lado hay un sujeto pensante que también forma parte del juego.
3/7/23
Wikipedia, por Olga Tokarczuk
A veces, sin embargo, dudo de su éxito. Pues solo puede caber allí aquello que sabemos expresar con palabras, las que existen. En este sentido, la enciclopedia nunca será completa. “Así que, en aras del equilibrio, deberíamos contar con un segundo compendio de conocimiento, aquello que no sabemos, lo oculto, el revés, el forro, lo imposible de inventariar en una tabla de contenido, uno que ninguno de los buscadores pueda encontrar; debido a su inmensidad, las palabras no sirven de apoyo a nuestras pisadas, que caen en el vacío que las separa, en esos abismos siderales entre los conceptos. Con cada paso perdemos pie y caemos.
Solo el movimiento hacia dentro se me antoja posible.
Materia y antimateria.
Información y antiinformación.
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Fragmento de Los errantes de Olga Tokarczuk
18/6/23
ASÍ PASAN… (Cien títulos que hacen un siglo)
En el principio fue La venganza de la gleba (1904) la que intentó fundar un México nuevo (1909), con todo y su Tenorio maderista (1911), pero apareció El terrible Zapata (1912) y, poco después, decenas de generales que inventaron El país de la metralla (1913). Pensar que fue la primera revolución del siglo XX, La Revolución Mexicana (1914), aunque a los pocos días se la conociera como La república lírica (1919) y en cada elección se interpretara El sainete de la democracia (1920). Los gobernantes eran asiduos al teatro e invitaban a los artistas a El jardín de Obregón (1920) o a La huerta de don Adolfo (1920). Tal era el dominio de la farsa que se permitían hasta un Chaplin candidato (1921). Sin embargo, llegaron los Aires nacionales (1921) y la política se volvió tragicómica al contemplar a Seis personajes en busca de una silla (1927), todos ellos bailando al ritmo de Su majestad el jazz (1928). Pero apareció de pronto el fantasma de
23/5/23
De expropiaciones o reversión de concesiones
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Hablando de expropiaciones, o mejor reversión de concesiones (un tema que se ha debatido en torno a las vías férreas del país), no estaría mal revisar el caso del Instituto Cultural Helénico AC, beneficiario indebido de una concesión o donación a 99 años por la cual recibe, además, una “apoyo” anual del gobierno. Aquí va el hilo con esta singular historia:
En 1974 se crea el Instituto Cultural Helénico AC, en cuya acta constitutiva firma, como “presidente honorario”, el entonces secretario de Hacienda José López Portillo y, como vocal, el Arq. Pedro Ramírez Vázquez. Cinco años después, el ya presidente López Portillo faculta a su secretario de Obras Públicas, Pedro Ramírez Vázquez, para entregarle en donación temporal a la AC, el inmueble de 5,800m2 ubicado en Av. Revolución 1500, que hoy conocemos como Instituto Cultural Helénico, para realizar en él actividades culturales sin fines de lucro. El nombre de Ramírez Vázquez aparece, pues, duplicado en el instrumento jurídico, una como representante del donador y otra como miembro de la asociación donataria. Este hecho sería suficiente para anular el acto de cesión, sin embargo, la historia de anomalías apenas comienza.
22/4/23
Chespir
Hace algún tiempo, Alejandro Magallanes impartió un taller de cartel en la UV y en él se tomó a los grupos artísticos de Difusión Cultural como modelo para un diseño alusivo a su trabajo. El encargado de hacer el cartel relativo a Orteuv fue Mauricio Muratalla y él concretó un atractivo diseño que, a pesar de gustarme, yo rechacé porque constituía una engañosa alusión al teatro -más bien a la televisión- en la que Orteuv no se sentía reflejada. Anoche, hojeando el catálogo de una bienal de cartel en Polonia, me encontré casualmente con el afiche de Muratalla y pude apreciarlo de otra manera. Por supuesto se eliminó la alusión específica y se agregó una leyenda que contrasta lo clásico y lo moderno, Europa y Latinoamérica (¿el teatro y la televisión?). Visto así, el cartel se vuelve lúdico, expresivo, provocador y muy mexicano. ¿O ustedes cómo lo ven? ¿Cuál es la función que cumple el cartel? ¿Se modifica el mensaje según el contexto?
6/4/23
Homo políticus v. México DF 2005
“No vamos a hablar de Cortés ni de la Malinche”, dice en una de sus partes la versión mexicana de Homo políticus, y la negación explícita de un tema que parecería obvio al abordar un proyecto binacional de clara connotación política propició el primer posicionamiento de esta obra que logró despertar emociones y discusiones entre el público que abarrotó la sala durante su temporada en el foro La Gruta de la Ciudad de México, a mediados del 2005.
Para quienes conozcan la experiencia previa de Homo políticus, realizada por Fernando Renjifo y la compañía La República en Madrid 2003, no resultará difícil imaginar el carácter de las acciones propuestas en este evento; no obstante, y dado que proceso de creación y representación constituyen en este caso un todo indisoluble, vale la pena recapitular algunos de los pasos que le dieron forma, comenzando, desde luego, por el propio montaje madrileño del que se desprendió una propuesta con características tales que ameritaba ser trasladada a otros lugares y ser realizada con otros equipos de trabajo. Así fue como surgió la idea del intercambio, materializado finalmente por la compañía La República y el Centro Cultural Helénico, con el apoyo de otras instituciones de ambos países (alguien tendría que hablar también del incumplimiento de otros que no saben honrar su palabra). El proyecto consistía en una residencia, que se prolongó por más de seis meses, en la que Renjifo desarrolló y presentó la creación escénica titulada Homo políticus v. México DF 2005.
5/4/23
El teatro como vehículos para la paz
Me han invitado a hablar de un tema concreto: Las expresiones artísticas como vehículos para la paz, que no es mi tema particular, aunque me interesa mucho. Por esa razón, lo abordaré no como promotor de una línea de trabajo para las artes, sino como reflexión personal en torno a una aplicación del arte que, en definitiva, debe tener precisión sobre su técnica y su fin.
No basta la voluntad para dirigir el mensaje apropiado, hay que dominar la técnica de la transmisión. Ese podría ser el primer axioma al abordar temáticas sociales con objetivos terapéuticos, didácticos o llanamente comunitarios: para hablar de la paz, la forma es fondo.
Por otro lado, cabe puntualizar que abordaré este fenómeno desde la perspectiva del teatro porque es lo que conozco y de lo que puedo hablar.
25/11/20
"La vida humana es breve, pero yo querría vivir siempre"
Llevo meses buscando si la muerte del Mishima ha sido analizada por los estudiosos del performance y no he encontrado nada. Es extraño tratándose del caso más radical de arte acción: el suicidio público ritualizado. En estricto sentido es un seppuku, la muerte autoinflingida que el samurai lleva a cabo con apego a su código de honor, pero al realizarse ante una audiencia podemos definirlo como una intervención de la realidad para modificarla de manera simbólica y definitiva. Dice Yourcenar (1980) que la muerte tan premeditada de Mishima “es una de sus obras”, sin embargo, aunque reconoce todos los indicios que el artista fue distribuyendo a lo largo de sus novelas, obras teatrales y películas –indicios que reunidos en retrospectiva cobran otro sentido –, la autora francesa prefiere considerarlo un <martir del Japón heroico>, razonamiento que definiría su muerte como un acto político, pero no en el sentido emancipador y simbólico que sugiere el término die politische (lo político), sino en el de la integración de las estructuras del poder entendidos como politik (la política). En su opinión, dentro de las distintas facetas que Mishima interpreta como figura pública, “la política, con sus ambiciones, sus compromisos, sus bajezas, sus mentiras o sus fechorías más o menos camufladas con la razón de Estado, aparece, probablemente, como la más decepcionante de esas actividades”.
1/5/18
Crónicas Veracruzanas en Humanidades
26/12/13
Declaración ante la Hacienda Pública
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Robert Walser |
3/9/13
House of cards y la reforma educativa
¿Se ha conjurado esta posibilidad? Sabemos que el congreso y el gobierno ganaron el round de la aprobación parlamentaria, pero desconocemos lo que ocurrirá en los próximos días, cuando las fiestas patrias y la agenda energética se sumen al ruido provocado por la ley educativa, así que, señores, aún nos faltan por ver algunos capítulos de nuestro particular Castillo de naipes.