No he visto la película, pero me detengo en la primera escena, que reúne drama, música y pintura para conjugar un momento de poesía absoluta.
Fue Naief Yehya quien lo trajo a colación en el suplemento de La Jornada Semanal http://www.jornada.unam.mx/2012/03/25/sem-naief.html al hablar de un filme apocalíptico, el último de Bela Tarr, que muestra a una "humanidad abandonada que es borrada de la superficie de la Tierra por feroces vientos". La película empieza con un pequeño relato sobre fondo negro que dice así: