27/3/12

El caballo de Turín

No he visto la película, pero me detengo en la primera escena, que reúne drama, música y pintura para conjugar un momento de poesía absoluta. 
     Fue Naief Yehya quien lo trajo a colación en el suplemento de La Jornada Semanal http://www.jornada.unam.mx/2012/03/25/sem-naief.html al hablar de un filme apocalíptico, el último de Bela Tarr, que muestra a una "humanidad abandonada que es borrada de la superficie de la Tierra por feroces vientos". La película empieza con un pequeño relato sobre fondo negro que dice así: 

Memorias Críticas o La vida apasionada de don Jorge Ibargüengoitia (3)

Los años críticos
Aunque es posible que ya hubiese publicado comentarios teatrales en forma esporádica, el debut formal del columnista teatral Jorge Ibargüengoitia se dio en marzo de 1961, cuando su producción dramática estaba prácticamente concluida, con excepción de El atentado. Ya sin grandes esperanzas de que los productores y funcionarios se convencieran de estrenar sus obras, los artículos para Revista de la Universidad constituyeron entonces su único y endeble puente con la práctica teatral.
      La crítica teatral en México ha desarrollado fundamentalmente dos líneas de interpretación: por un lado está la reseña de espectáculos y, por otro, un estilo más académico que intenta articular un discurso a partir de los distintos lenguajes de la puesta en escena. En la época aludida los representantes más activos de ambas escuelas eran Armando de Maria y Campos, en el ocaso de su vida, y Antonio Magaña Esquivel, uno y otro respetados por la fidelidad a su estilo y la congruencia de sus opiniones. 

22/3/12

De insomnio y medianoche


Aunque no podamos asegurar que De insomnio y medianoche se gestó en algún taller de José Sánchis Sinisterra, resulta evidente que el impulso para escribirla procede de sus ejercicios en torno a la dramaturgia narrativa y, más concretamente, a su propuesta de intervención dramatúrgica al relato Sospecha, de Thomas Bernhard, un texto de apenas 20 líneas que, camuflado bajo una “aséptica crónica de tribunal” sugiere múltiples omisiones que, a la postre, se convertirán en materia fecunda para la intervención autoral. Lo anterior nos lleva a deducir con cierta ironía que una de las obras capitales del teatro mexicano de los albores del siglo tiene como motivación original un mero ejercicio de taller. 

15/3/12

Memorias Críticas o La vida apasionada de don Jorge Ibargüengoitia (2)


Últimos días de un dramaturgo
Con los relatos y artículos biográficos que el propio autor publicó en la Revista de la Universidad, México en la Cultura, Excelsior o Vuelta (algunos de ellos recopilados en tres tomos de crónicas periodísticas), así como con la compacta, pero totalizadora biografía teatral que Vicente Leñero ofrece en Los pasos de Jorge (Joaquín Mortiz, 1989), parece que casi todo está dicho sobre la historia literaria del Ibargüengoitia de los primeros años sesentas. No agregaremos ningún dato desconocido. Sin embargo, a partir de un párrafo que Guillermo Sheridan recoge en la introducción del libro Instrucciones para vivir en México, buscaremos ahondar en algunas pistas que nos permitan comprender mejor su conversión. La cita dice así:

12/3/12

Tezozómoc (Escena 8)


Interior del templo de Texcoco. Frente a una piedra de sacrificios, los Sacerdotes terminan de disponer los utensilios. Entra Tonáhuac.

TONÁHUAC:        
¿Todo está dispuesto ya? ¿El tamízquitl[1]?, ¿el copal?, ¿el cuchillo?, ¿la urna para el corazón? Entonces, vayan por él.
SACERDOTE 1:        
Prometiste que nadie se enteraría de nuestra participación, Tonáhuac.
TONÁHUAC:        
¡Deja los escrúpulos! No tengas miedo.
SACERDOTE 1:        
¡Es sangre de Xólotl! ¡Y nos haces derramarla!
TONÁHUAC:        
¿Cuál es el problema? ¿El premio? Hagan lo que les digo, y van a ver.

Los sacerdotes se miran, impotentes. Antes que puedan salir, aparece Nezahualcóyotl.

9/3/12

Memorias Críticas o La vida apasionada de don Jorge Ibargüengoitia (1)


Estudio introductorio
Entre 1953 y 1963 Jorge Ibargüengoitia escribió trece obras de teatro y cuatro piezas para niños, recibió tres becas, dos premios nacionales y uno internacional, además de tener el reconocimiento de maestros y condiscípulos que lo consideraban un dramaturgo nato; sin embargo, en ese mismo periodo sólo dos de sus obras y una de sus piezas infantiles fueron estrenadas profesionalmente, siempre con modesta fortuna, lo que de alguna manera explica que a sus 35 años desistiera del teatro y se sumara a las filas de la narrativa, con los resultados que todos conocemos.

6/3/12

Itzcóatl (escena 9)


Plaza ante el palacio del Consejo. Un grupo de macehuales, encabezado por los Conspiradores, aparece al grito de “¡Itzcóatl!” y “¡Guerra al tirano!”. La entrada está vigilada por dos guardias que impiden el paso.

MACEHUAL 2
Encontremos un lugar.
MACEHUAL 3
Llegamos tarde. ¿Desde dónde vamos a ver? (Señala al Conspirador 2) ¡Allí se está trepando uno!
CONSPIRADOR 2
¡Itzcóatl al poder!
MACEHUALES
¡Itzcóatl! ¡Itzcóatl!
CONSPIRADOR 2
¡Ey, abajo! ¡Aquí no cabe nadie más!

3/3/12

¡El mundo está de fiesta!


No nos habíamos dado cuenta, pero al ver estas recurrentes imágenes descubrimos que el mundo está de fiesta. ¡Estamos en plena fiesta de la democracia! La gente grita, entusiasmada, porque están llegando los hombres (y las mujeres, perdón), que van a cambiar el mundo.