Por Daniel Veronesse
Practicar
a toda hora la manipulación con total independencia de la razón. / Confiar en
el desarrollo del instinto periférico.
Promover
un principio de sustitución de los actores vivos por objetos. / Un cambio íntimo
y privado con el fin de lograr una dimensión que no tenga referencialidad en
nuestra vida cotidiana.
Descubrir
el universo que le es propio a cada creación. Es decir, precisar CUÁL ES ESA
IMAGEN PRIMARIA QUE APARECE REITERADAMENTE EN NUESTROS OBJETOS CREADOS para
poder respondernos con sinceridad: ¿Cuáles objetos serán siempre los emergentes
de nuestra mitología íntima? ¿Cuáles serán siempre los repelidos?
Sabotear
las expectativas del espectador.
Lo
sublime y lo horroroso. / Conciliar escénicamente opuestos para plasmar la
contradicción en la imagen. / Que la imagen sea real y al mismo tiempo
sugestiva.
Ser
claro sin ser superficial.
Ser
ambiguo sin ser críptico y oscuro.
Incomodar.
Un
teatro más centrífugo.
Crear
sectores de emoción indisciplinada que se velen y se develen en un furioso
oleaje.
Teatro
mecánico. Ver funcionamiento de autómatas.
El
teatro como infinito depósito de objetos transformables.
Constituir
una poética de un objeto dramático conocido, abierto a nuevas exploraciones. /
La creación con absoluta libertad, de un sistema de variantes, de posibilidades
expresivas del objeto. / Metamorfosear su estructura en todas las variantes
imaginarias. / Promover una disección que nos aleje de la visión convencional
de su realidad.
Si
la posibilidad de transformación reside siempre en la sustancia de todas las
cosas, encontrar, entonces, y profundizar EL LUGAR EN DONDE LA MUTACIÓN DEL
OBJETO EN OTRO SE HACE POSIBLE. / Un objeto que se transforme y que sus
mutaciones se incorporen como niveles envolventes a las anteriores. Cada nuevo
nivel un nuevo sistema de comunicación de ese objeto.
Teatro Óptico.
Descentralizar
la mirada. La actitud de mirada, no la idea
física de mirar. / Perder el sentido de la frontalidad. / Realizar miradas transversales de lo ya conocido.
Buscar
puntos de observación minorizados. Buscar un punto más extremo desde dónde
poder transmitir un hecho simple a varios niveles. / Una mirada más allá de lo
convenido. / Que la visión desde ese lugar proporcione un sentido más profundo
que la realidad conocida del objeto, que su simple representación.
Teatro de Movimientos Repentinos. / Cinésica ampliada, narrativa,
coreografiando lo inexplicable, lo que no se puede o debe explicar. / Relatos
gráficos de un apasionado ballet creando una (¿nueva?) taquigrafía de
sensaciones. Taquigrafía que azote el raciocinio del público con su obscenidad
e incomprensión.
Ampliación
del sistema de comunicación gestual tradicional. / Una infracomunicación llevada a primer plano. Convertir la
sub-conversación gestual en elemento primario y natural de comunicación.
Observar
detenidamente un objeto o cuerpo habitado por una tensión poco cotidiana, en
equilibrio precario.
Conferir
imprecisión a las formas que se
presenten demasiado estables.
Combatir
la naturaleza valiéndonos, como arma, de la abstracción.
CREAR
NUEVAS FÓRMULAS QUE VENGAN A REEMPLAZAR A LAS ANTERIORES. / Crear nuevas leyes
que se desentiendan de las anteriores. No buscar la oposición.
Lo
ilegal en el teatro.
Saltar
al vacío con el propósito de establecer nuevos valores.
Crear
segmentos atractivos que se acoplarían unos a otros como partes de una gran
cañería. Por fuera la forma, el metal perenne. Por dentro el relleno, el
contenido voluble, variable, según la ocasión.
Intertextuar
lo lírico con lo dramático.
Simplificar la expresión.
Rendir
cuentas de lo que pasa en escena para desmitificar. / Romper la magia para
volver a crear estados de credibilidad.
Teatro
inhumano.
Teatro
seco. Fatal. Infalible. Ominoso.
Teatro
de lo inevitable. De lo ineludible. De lo que estaba predestinado. De lo
inexorable. De lo que no atiende súplicas ni ruegos.
Teatro
de la infelicidad. De la desgracia. Del contratiempo inesperado.
Teatro
Azote.
No
resolver. Nada de guiños o moralejas.
Sí
Disolver. Incluso disolver las formas
puras una vez halladas.
Lo
no-retórico. / Dar inestabilidad al movimiento preciso.
Romper
siempre lo que se puede hacer con facilidad.
Teatro
Herético. / Producir más catástrofes.
Poner
en duda los principios indubitables del arte.
Foto tomada de Revista Ñ |
Tomado de La deriva, de
Daniel Veronesse, Andrea Hidalgo Editores, Buenos Aires 2000, pp. 309-315.
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