16/1/24

Los pilares de la cárcel, con la Compañía de Repertorio de la FFyL (2000)

El rey mago y Los pilares de Doña Blanca son dos piezas de un aliento que, sin embargo, encierran planetas enteros: en ellas hay juegos, hay pasiones y hay hermosas palabras que se apropian de los cuerpos.  En sus pliegues se esconden ilusiones y frustraciones de todos los pueblos del mundo, aunque reconozcamos en sus detalles la textura de algo que es tan solo nuestro; si recorremos con calma las calles y balcones por donde ambulan sus almas (que otros llaman personajes) nos será fácil escuchar el rasgueo de la guitarra y la procesión, saborear dulces de azúcar y amaranto, pasear la vista por sus adornos de barro y pasta de cartón.  

 En estas obras hay dos corazones prisioneros, dos

títeres del destino que, aunque admirables en su determinación, no han conseguido arrancar los hilos que estrangulan su pasión.  En el transcurso de un solo aliento, o tal vez de dos, veremos si alguno de ellos, o acaso los dos, se liberan de la celosa cárcel en la que han sido expuestos cual animalitos de aparador. 
     El teatro de Elena Garro suele emparentarse a la corriente del realismo mágico, con la que sin duda comparte afinidad geográfica y cronológica; no obstante, tal vez sea prudente apuntalar un rasgo distintivo y sugerir que la magia en el teatro de esta autora no es otra cosa que la mente infantil. La evocación de un tiempo promiscuo entre lo real y lo maravilloso no resulta tan lejano que no podamos encontrarlo en nuestra propia niñez, cuando la oscuridad era puerta de acceso de monstruos impensables y nuestros padres deshacían travesuras con el tercer ojo que se erguía a sus espaldas. Así las cosas, es posible que para Elena Garro el realismo mágico latinoamericano no sea otra cosa que una representación de la infancia de la civilización.

 Con estas dos obras que conforman una sola entidad bajo el título de Los pilares de la cárcel, fundamos en el 2mil, la Compañía de Repertorio de la Facultad de Filosofía y Letras, agrupación que tenía por objeto establecer un puente entre las tareas académicas y la práctica profesionalizante. En ella intervinieron profesores y estudiantes del Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, así como artistas invitados, todos ellos a la búsqueda de un lenguaje escénico que pusiera en juego cada una de las áreas de especialización que componían nuestra licenciatura, según el Plan de estudios 1985: dirección, actuación, producción y dramaturgia. 

     Este fue sólo el inicio. Al año siguiente, la Compañía estrenó El astrólogo fingido y La hija del aire, ambas para celebrar los 400 años de Pedro Calderón de la Barca. Sin embargo, su existencia concluyó abruptamente al renunciar a la coordinación del Colegio de Teatro. Mi sucesor en el cargo, Mtro. Lech H. Gorzynski decidió cancelar la Compañía para dar prioridad a otros proyectos.  

Los pilares de la cárcel (2000) 



Los pilares de la cárcel, de Elena Garro
Dirección de Carlos Corona
Esc. e ilum. de Mónica Raya
Música original de Mariano Cossa
Coreografía de Vivian Cruz
Asist. de dirección de Micaela Gramajo
Utilería y máscaras de Leo Otero
Con Jorge Núñez, Marissa Saavedra, Denisse Zúñiga, Maricarmen Núñez, Alfredo López, Claudia Espejel, Esther Chaparro, Ania Neger, Jaqueline Gallardo, Olinda Gil, Mayra Salinas, Karla Gutiérrez, Lizeth Rondero, Francis Palomares, Luis Lesher, Dione Rubio, Hugo Martínez, Leonardo Ortizgris, Salvador Jiménez, Semeí Uribe y Georgina Rábano. .

Compañía de Repertorio de la FFyL 
Dirección artística: Luis Mario Moncada
Coordinación de producción: Alejandro Ainslie
Consejo asesor: Mónica Raya, Germán Castillo, Fidel Monroy, Norma Román Calvo y Armando Partida. 
Temporada

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