16/1/24

El astrólogo fingido. Compañía de Repertorio de la FFyL (2000)

El astrólogo fingido, de Calderón de la Barca (2000)

 Si bien resulta indudable la vigencia que Don Pedro Calderón de la Barca mantiene en los escenarios de habla hispana, y aún en los de otras lenguas, se advierte la predilección por representar sus obras de carácter mitológico y filosófico, olvidándose casi siempre su amplia producción de comedias costumbristas o las denominadas de capa y espada. Es por eso que, como parte de la celebración por los 400 años de este ilustre dramaturgo y poeta, la Facultad de Filosofía y Letras, a través de su Compañìa de Repertorio, se ha propuesto llevar a escena una de las obras correspondiente a ésta, su primera etapa como autor dramático. La pieza elegida, El astrólogo fingido, responde más bien al modelo descrito por Lope en su Nuevo arte de hacer comedias que a la preceptiva del Calderón  barroco; incluso se ajusta más a las convenciones propias del corral de comedias que al sofisticado empleo del efecto teatral que el propio Calderón explotará al conocer los adelantos del edificio teatral italiano. Sin embargo, como afirma Ruiz Ramón, lejos de mimetizarse con el teatro de su tiempo, Calderón somete estos elementos a “un proceso de depuración crítica” que dará lugar poco después a la conformación de su propia visión del mundo. Amén de todas estas reflexiones, cabe decir que el objetivo que nos compete como compañía adscrita a una entidad académica tiene más que ver con la resolución escénica contemporánea de un texto que posiblemente no haya sido representado en más de un siglo y, en México, sin duda, nunca antes de ahora. Es por todo esto que nuestro interés se centra en la verificación de su teatralidad y, para ello, no hemos dudado en hacerle una adaptación que modifica el tiempo y el espacio representado. Pretendemos someter el texto a un proceso de resignificación en el que, no obstante, prevalezca el más puro sentido teatral calderoniano. Por todo ello, no se extrañe el espectador que Madrid haya desaparecido de nuestra geografía escénica, que Flandes no sea un punto de referencia obligado y que, en su lugar, la acción se desarrolle en nuestra perla de Occidente en un tiempo en que los franceses nos hacían la guerra. Con esta puesta en escena, la Compañía de Repertorio aborda una línea de trabajo distinta a la que se propuso con Los pilares de la cárcel, montaje que apenas hace unos meses tuvo la fortuna de pisar estos mismos escenarios universitarios. Y a propósito de espacios, nos congratulamos de que --sea la casualidad o el destino--, nuestro Astrólogocomparta el tablado con otros dos Calderones en los que intervienen maestros y alumnos del Centro Universitario de Teatro y de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA. Es un hecho inédito y a todas luces promisorio, tanto en lo que se refiere al intercambio de experiencias como para el futuro de nuestro teatro. 

México DF, año 2000 


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