Salimos de la oscuridad,
no, entramos;
afuera está oscuro,
aquí se ve algo en medio del humo.
Huimos de las emboscadas en la oscuridad donde nos habíamos
perdido.
Por suerte,
al final vimos una luz,
una puerta
(Si te sigues mordiendo la mano…)
Aquí ahora hay ruido
¿Cómo haré para hacerme oír?,
no oigo mi voz,
no me sale de la garganta,
no tengo voz…
Como los otros,
también yo tengo el pelo blanco de espanto.
Estamos todos tratando de dar a entender algo a los otros con gestos,
muecas,
todos como monos…
(¡Ese pañuelo no es tuyo, ni la sangre!... )
Trato de recordar qué me sucedió,
qué me trajo aquí
(¿Tú formulaste el enigma?…)
Pero todos nos señalamos,
nos arrebatamos los gestos y desparramamos nuestros pensamientos
como si fueran cuerpos palpables.
Una visión inasible nos condujo hasta aquí por caminos secretos.
Y los hombres emprenden la búsqueda,
pero en la recepción del motel no hay nadie registrado.
Todos los viajes nos devuelven a este lugar…
Al centro de un horizonte vacìo
(¿Comenzamos el juego?…)
El mundo se lee en un lenguaje extraño;
todo está claro.
El Motel de los destinos Cruzados
Con textos e ideas de Calvino, Wenders, Bulgakov, Borges et al.
Puesta en escena de Luis Mario Moncada, protagonizada por Mario Balandra, Diana Lein, Mario Oliver, Fernando Briones, Mauricio Rodríguez, Verónica Rimada, Yuriria del Valle, Christian Vázquez, Avelina Correa y Rodrigo Vázquez.
Escenografía de José Miguel González Casanova; diseño sonoro de Miguel Hernández; asesoría corporal: Pilar Gallegos; vestuario: Katia Lozano; Asesoría vocal: Indira Pensado; asesoría en rapel: Galo Galindo; iluminación: Sergio Villegas; asistencia de dirección: Ximena Sánchez
Foro Sor Juana de la UNAM. México 2005
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